6. Secretos
El cuerpo del mayor era más pesado de lo que KyungSoo pensaba, y es que además de ser considerablemente más alto, ChanYeol tenía los músculos más desarrollos a causa del entrenamiento del equipo de futbol, así que caminaba torpemente por las calles vacías en medio de la madrugada.
—KyungSoo creo que esas bebidas tenían algo extraño...— habló el más grande de los dos sintiendo unas nauseas incontrolables.
—¿Tú crees?— KyungSoo tenía uno de sus brazos rodeándole la cintura a ChanYeol e intentaba correr para poder alcanzar un taxi y llegar a casa del mayor.
Ambos chicos llegaron rápidamente a una calle amplia donde el menor hizo la parada a un taxi, este se detuvo dejándolos entrar, KyungSoo le indicó la dirección que se había aprendido de memoria de tantas veces que había ido a la casa de su tutor.
—KyungSoo me siento mal— hablaba el mayor aún abrazado del menor, se dejó caer sobre el cuerpo del más chico y KyungSoo no hizo nada más soltar un quejido de lo pesado que estaba el más alto.
—Ya casi llegamos a tu casa y te podrás dormir.
ChanYeol cerró los ojos y recargó su cabeza sobre uno de los hombros del menor, KyungSoo intentó quitarse por lo incómodo que se estaba tornando todo pero el más alto se lo impidió abrazándolo por los hombros. Finalmente llegaron a la casa del mayor y los chicos salieron de la cabina del taxi luego de pagar.
—ChanYeol dame tus llaves, y guarda silencio.
—Están... están— el mayor comenzó a tambalearse y las náuseas volvieron, sintiendo la fuerte necesidad de vomitar, sintió un par de arcadas y antes de que pudiera continuar su frase, vomitó sobre el pasto de su jardín delantero, inclinándose un poco hacia adelante y llevando sus manos hasta su abdomen.
—Ahh cielos, espero que nadie nos vea— el menor se acercó al otro para dar leves palmaditas sobre su espalda y hacerlo ponerse de pie nuevamente.
—¡Me estoy muriendo KyungSoo! ¡Me voy a morir! Y no hice tantas cosas—comenzó a hablar en voz alta mientras dejaba caer todo su peso sobre el cuerpo de su asesorado nuevamente.
—ChanYeol cállate, vas a despertar a tus padres— el menor rodeó la cintura ajena y juntos caminaron hasta la entrada de la casa, KyungSoo sacó las llaves de uno de los bolsillos del más alto y abrió la puerta con mucho cuidado —ChanYeol, vamos a jugar a que me decías donde está tu habitación.... Pero en completo si-len-cio.
—¡De acuerdo! — ChanYeol levantó una mano en el aire y asintió con la cabeza.
Los chicos entraron a la casa que estaba en completo silencio y totalmente a oscuras, el menor cerró muy bien la puerta detrás de ellos y subió las escaleras cuidando que el mayor no fuera a caerse o a romper algo en el camino, ChanYeol aún con la consciencia un poco nublada le hacía señas con la mano de que entrara por una puerta que estaba cerca de las escaleras. KyungSoo rogó a todas las divinidades que fuera esa la habitación del mayor y no la habitación de sus padres. Temeroso tomó la perilla con una mano y la giró suavemente, abriendo lentamente la puerta, para ver una habitación totalmente a penumbras pero vacía. KyungSoo suspiró aliviado y entró en la habitación con el mayor a rastras, lo aventó sobre la cama y encendió la luz.
Pudo ver entonces el cuarto de ChanYeol, era la primera vez que estaba en la habitación del chico, era un cuarto bastante grande, con una cama muy amplia y todo en perfecto orden, tenía una gran ventana desde donde podía verse la calle, KyungSoo se acercó a la ventana y cerró las cortinas, tenía un pequeño descanso al borde del marco con un montón de cojines y unos peluches que llamaron la atención de KyungSoo.
—Soosie...
—No me digas así, es un nombre ridículo— habló KyungSoo en un tono un tanto molesto, se levantó de donde estaba y caminó hasta el mayor para quitarle los zapatos y hacer que se acostara correctamente en la cama, encendió una lámpara en la mesita de noche y apagó la luz, quedando sólo iluminados por la tenue luz amarilla.
—Lo siento— se disculpó el mayor mientras se cubría completamente con las cobijas.
—Está bien, sólo no vuelvas a llamarme así.
—Para compensar mi error... te diré un secreto— ChanYeol cerró los ojos y sonrió ligeramente, KyungSoo soltó una risita y se sentó en la esquina de la cama mientras veía al chico.
—A ver... dime un secreto.
—Me gusta mucho Rilakkuma.
—Ajajaja si me he dado cuenta, tonto— KyungSoo volteó a ver la gran cantidad de peluches que tenía sobre el descanso de la ventana y pudo ver un par de peluches más del osito en la cama de ChanYeol.
—Bien, te diré otro secreto entonces...
—Dime otro secreto— KyungSoo creía aquella situación muy divertida pues estaba ya muy acostumbrado a ver a su tutor serio todo el tiempo y sin ánimos de hablar de otra cosa que no fuera la escuela.
—Sé tocar el piano.
—Eso no es un secreto estúpido ChanYeol, te escuché el primer día que vine ¿Lo recuerdas?
—Ah sí...— ChanYeol se revolvió en las cobijas —Bueno, otro secreto es que odio las clases de bases legales.
—Eso suena bastante aburrido.
—Es muy aburrido, odio esas clases con mi alma— ChanYeol hizo movimientos exagerados con las manos.
—Yo odio...
—Tú odias todas tus clases menos biología y química— recordó el mayor.
—Sí, exactamente— sonrió KyungSoo —dime un secreto interesante ChanYeol.
—De acuerdo— el mayor se acostó de lado y volvió a hablar —nunca... nunca me he enamorado de nadie.
KyungSoo se quedó en silencio y mostró una sonrisa delgada, le parecía tierno que el mayor dijera eso, pues imagino que con tantas obligaciones no tenía mucho tiempo de salir con alguien, pero ver la actitud de pena que tomó el mayor le hizo sentir mal pues al parecer aquello era importante para ChanYeol.
—No te preocupes por eso— KyungSoo dio un par de palmaditas sobre una de las piernas de ChanYeol —yo tampoco me he enamorado nunca.
—¡Pero has follado con muchas personas!— se alteró ChanYeol.
—Sólo con un par— el menor frunció el entrecejo —tampoco soy un ninfómano ChanYeol.
—Yo ni siquiera he dado mi primer beso...
—¡¿En serio?! — el chico de grandes ojos se sorprendió de aquello y se acercó un poco más al mayor, quien asintió con la cabeza velozmente.
—SI, mis labios siguen siendo vírgenes.
—JAjajajaja no seas ridículo Park, la virginidad de los labios es una tontería.
—Para mí no lo es— tal y como lo imaginó, aquellas cosas era muy importantes para el más alto —quiero que sea con una persona que de verdad me guste y yo gustarle mucho a esa persona.
—¿Y alguien te gusta?
—Mh...— lo pensó un poco antes de responder —No, nadie me gusta. Pero sé que algún día llegara alguien quien me corresponda.
—Bueno— KyungSoo rodó los ojos, a él le parecía muy tonto tener esa clase de ideas a esas alturas de la vida, él había tenido su primer beso a los 7 años y se había iniciado sexualmente a la inmadura edad de 14 años, tal como ChanYeol había dicho, se había acostado con varias chicas, y es que las fiestas a las que solía ir siempre había alguien dispuesto a tener sexo casual —entonces sigue esperando por la persona que te guste.
—Eso haré...— ChanYeol se estaba quedando dormido.
—Ya me voy, tengo que llegar a casa también...
—De acuerdo— el mayor soltó un suspiro y sacó una mano de entre las cobijas y la sacudió en el aire —Nos vemos más tarde.
—¿En serio vamos a vernos hoy?
—Te dije que sin importar que, hoy nos íbamos a ver— KyungSoo vio el reloj digital en la mesita de noche y vio la hora; 4:50 am, negó con la cabeza un par de veces al recordar que solía verse con ChanYeol a la 1 pm.
—Entonces tengo que irme ya.
—Gracias KyungSoo.
—Ah si— no supo muy bien porque le estaba agradeciendo ¿Por haberlo emborrachado?
—Fue divertido, tenías razón. Nunca había tenido un amigo como tú.
Aquella palabra retumbo en sus oídos una y otra vez "amigo" KyungSoo no lo había considero un amigo todo ese tiempo, pues lo veía nada más como su tutor y ya, pero ser llamado así por su mayor le hizo sacar una enorme sonrisa, era agradable ser considerado amigo de alguien tan estirado como Park ChanYeol.
—Ni yo un amigo como tú— susurró KyungSoo levantándose de la cama —Nos vemos más tarde ChanYeol.
—Nos vemos Soosie.
—¡Que dejes de decirme así!— se quejó el menor saliendo de la habitación de su amigo. Bajó las escaleras con mucho cuidado de no despertar a nadie, pero se detuvo en seco cuando escuchó ruidos provenir de la cocina de los Park, seguramente uno de sus padres se había levantado por un refrigerio nocturno.
KyungSoo bajó las escaleras rápidamente y se escondió detrás de una parte de las escaleras. Vio entre los barrotes del barandal una luz provenir de la cocina, la luz se apagó y escuchó los pasos acercarse.
"Que no me vea, que no me vea, que no me vea" pedía el menor a los cielos.
Una silueta salió de la cocina, un hombre en bata y pantuflas caminaba de manera perezosa hasta las escaleras, KyungSoo se hizo chiquito en su lugar para evitar ser visto, el hombre se distinguía cada vez más conforme se acercaba, tenía el cabello totalmente despeinado.
KyungSoo quedó boquiabierto al ver el rostro del padre de ChanYeol, el hombre subió las escaleras y dejó a un atónito KyungSoo detrás.
—El papá de ChanYeol...— habló en voz baja, escuchó una puerta ser cerrada en la planta alta y salió sigilosamente de la casa. Aún recordaba perfectamente el rostro de aquel señor, iba a ser imposible que se olvidara de él. Caminaba todavía sorprendido por las calles que lentamente se iban iluminando por el sol que iba saliendo apenas.
—El padre de ChanYeol...— repitió el menor con una enorme sonrisa en los labios, se sentía poseedor de la noticia más impactante del siglo —El padre de ChanYeol es el director de la escuela— el chico habló emocionado si borrar la enorme sonrisa de sus labios.
Se le ocurrieron un montón de cosas al tener esa premisa, pero primero debía decirle a ChanYeol que sabía su secreto más profundo.
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