Febe no estaba del todo segura pero no recordaba que sus sábanas olieran a JungKook. Tampoco que no tuviera una cabecera detrás. Y definitivamente tampoco se sentía como su cama. Intentó abrir los ojos pero el dolor de cabeza que apareció la obligó a volver a cerrarlos.

—Mierda...

—¿Ya despertaste?

—¡¡¡AAAAAAAAAAAAAH!!!

—¡FEBE!

Febe había  caído directo al suelo y JungKook gateó rápido hacia su lado de la cama observándola desde arriba.

—Auch. —Se quejó, podía sentir como el golpe había conseguido que despertara por completo. ¿Que había pasado? No recordaba haberse quedado dormida en la habitación del pelinegro.

JungKook se arrastró al suelo hasta quedar sentado a su lado y se estiró a la mesita de noche para alcanzar unas pastillas y el vaso con yogurt de fresa.

—¿Te sientes muy mal?

Febe negó tomando los medicamentos.

—Solo mi cabeza. ¿Que fue lo que ocurrió?

—Pues bebiste... un poco... demasiado. —Le dijo JungKook acariciando su cabello— y te escondí en mi habitación. Así como tu sueles hacerme.

Febe no pudo evitar sonreír para la realidad terminó golpeándola.

—Oh dios. ¿Que hora es? —Tanteó la cama oscura a su lado en busca de su teléfono. Y JungKook se lo extendió, lo había encontrado regado en su cocina.

—12:13 de la noche. —Le respondió— llevabas dormida hora y media.

—¿Qué? ¿y papá? ¿Y el resto?

—Ya todos los invitados se fueron. Les dije que te sentías mal y que pedías disculpas por no poder estar presente hasta el final. Y le dije a tu padre de llevarte a casa con Jimin, parece que leyó mis intenciones de querer que te quedaras. Hace un rato llamó a mi madre para decirle lo que te gusta desayunar.

—¿Me estas... queriendo decir, que papá... me dejó quedarme a pasar la noche... aquí?

—Sip, increíble pero cierto. Aunque me dejó un mensaje amenazante en mi teléfono.

—Oh. — Febe continuaba en shock

—Y pues... —JungKook se lavantó del suelo poniéndose en pie— no trajiste tu ropa obviamente. Así que tendrás que usar la mía —dijo con una sonrisa ampliada.

—Y eso te hace mucha ilusión ¿no? —Febe se levantó también y caminó hacia el armario de JungKook donde este estaba escogiendo prendas de vestir.

—Ufff —sonrió inconsciente— siempre he querido tener una novia que se ponga mi ropa para dormir.

Febe asintió levemente concentrada en toda la ropa frente a ella. Aunque consistían en prendas blancas, negras y grises. Optó por unos pantalones de chándal grises a juegos con un jersey del mismo color.

—¿Podría... ducharme?

—Por supuesto. Puedes usar mi baño. Mientras voy a preparar pizza.

—Oooh si, me apetece.

—Ya ya. —la aguantó por los hombros y la guió desde atrás hacia el baño— si ocurre algún problema me avisas.

—No tardaré. Le haré una rápida llamada a mi padre también.

—Vale.

—Oh JK ammm... —carraspeó— ¿YangMi tendrá alguna ropa interior... inferior, nuevas?

JungKook abrió más aún los ojos por un momento.

—Ah si si si. Iré a buscar. ¿N-necesitas su-sujetadores también?

—No, puedo usar el mismo. Solo necesito unas b-bragas.

—Unas bragas ok. —tragó en seco—Puedes ir duchándote las dejaré tras la puerta.

—Vale...

—Vale... —Y Febe desapareció cerrando la puerta del baño entre los dos.

Llevó la rebanada de pizza a su boca y continuó mirando el gran estante de JungKook frente a ella. Habían muchos trofeos de cuando era pequeño, entre ellos de natación y ajedrez.

—Ven aquí, te refriarás con el cabello así.

JungKook conectó el secador de pelo en el tomacorriente tras su cama y Febe se acercó hasta sentarse junto a él

—¿Te sientes cómoda aquí? —le preguntó el pelinegro mientras secaba su cabello.

Asintió.

—Estar contigo ya es cómodo. Me acostumbré a tu presencia. Así que estar en la habitación donde duermes se siente sumamente cómodo. Me siento más cerca de ti. Ya entiendo porque amas tanto ir a mi habitación.

—Y hoy no es la primera vez que dormiremos juntos aunque obviamente se siente algo diferente.

—Es cierto, extrañaba dormir junto a ti. Eres muy cálido.

—Si nos metemos bajo las mantas ahora luego de que termine de secar tu cabello con este aire caliente será más cálido aún.

JungKook removió la caja de pizza hacia su escritorio y se encaminó de vuelta a la cama pero esta vez desde otra posición para poder secar otro lado.

El secado terminó rápido y JungKook sacó las mantas del closet y las extendió sobre la cama.

—Dejaré dos. Tendemos a pelear por la manta en las madrugadas.

Febe se rió y es que era cierto, lo gracioso es que muchas veces lo hacían inconscientes y de los tirones lograban despertarse.

—A lavarse los dientes vamos. —JungKook le extendió un cepillo de dientes nuevos y Febe lo siguió al baño.

Ambos se encontraban cepillando sus dientes frente al espejo con la boca cubierta de espuma Febe tenía que tener un recuerdo de esto. Así que alcanzó su celular y tomó una rápida foto.

—Estoy feliz —admitió JungKook luego de enjuagar su boca— Me gusta que estés aquí y poder compartir contigo mi pequeño espacio.

Febe terminó de lavar sus dientes y dejando el cepillo de lado se giró hacia el pelinegro.

—Espero tener más oportunidades en el futuro, de venir aquí...

—Pues claro que si.

JungKook se acercó un poco y dejó un beso corto en sus labios sabor a menta.

Febe frunció el ceño e hizo pucheros en busca de más besos. JungKook no puedo evitar sonreír y la rodeo con sus brazos para levantarla. Febe abrió sus ojos sorprendida cuando JungKook la había dejado fácilmente sobre el lavamanos. El pelinegro la observó escaneando su rostro.

—¿Que? —preguntó Febe en un susurro.

Y JungKook la cargó de vuelta como si de una bebé se tratase. Febe rodeó a JungKook con sus piernas para tener un mejor equilibrio y su bajo vientre comenzó a cosquillear cuando el pelinegro la dejó sobre la cama. JungKook la observó desde arriba y acercándose a su oído con con una sonrisa dijo...

—¿Me veo sexy como los chicos de los libros que lees?

Febe asintió con un sonrisa en sus labios.

—Pues si... mi novio es bien sexy incluso así sin hacer nada estando encima de mí.

—Mmm —JungKook levantó una de sus cejas coqueto—. ¿Debería hacer algo para la señorita?

Alcanzó ambos de sus brazos y los colocó encima de su cabeza aguantando ambas muñecas con su mano.

—Esto siempre se ven bien cool en las pelis —dijo en broma aunque estaba al pendiente de cada una de las expresiones de la trigueña.

—¿Que pasa por esa cabesita? —preguntó Febe al notarlo algo ido.

—Prefiero no decirlo.

—Vamos JK~.

—Suena grosero.

—Pues que suene grosero. —no pudo evitar reírse.

JungKook soltó el labio inferior que mordía e hizo un lento recorrido hasta el cuello de la trigueña rozando la piel a su paso con su nariz. Febe sentía que comenzaría a temblar en cualquier momento. JungKook tardó un momento en encontrar las palabras adecuadas y su aliento caliente golpeó el cuello de Febe cuando abrió la boca para hablar.

—Quiero que mis dedos se pierdan dentro de tu ropa interior.

No tardaré mucho en actualizar ^^

sabjimin