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Tal vez el jugo no era 100% jugo y tal vez tenía algo de alcohol y tal vez sólo tal vez Febe se había tomado bastantes vasos. La cena había transcurrido lo suficientemente bien, e incluso cuando cantaron feliz cumpleaños para Jin. Luego de eso Febe podría jurar que solo quería arrancar su vestido, lanzar sus tacones y cantar American Money a todo pulmón.

JungKook había ido a por un vaso de agua aprovechando que todos los adultos estaban conversando y que Jimin cuidaba un poco de Febe, pero no esperaba que a su regreso Jimin estuviera complaciendo los deseos de la trigueña de seguir bebiendo, dándole otro vaso del maldito jugo.

—¡Hey~! —se quejó la pelinegra cuando JungKook quitó el vaso de sus manos.

—Solo tenías una tarea Jimin. Solo una.

—Vamos Jeon, déjala ser.

—Si el señor Kim ahora no estuviera tan inmerso en su conversación de programas de cocina estaríamos jodidos Park.

—Febe no es una niña. —Volvió a reprochar Jimin.

—A ver... —JungKook decidió mantener la calma, a Jimin había que explicarle lentamente— Esto no es una fiesta —asintió en la explicación y Jimin asintió junto a él casi por inercia— es una cena familiar —hizo otra pausa— Febe mañana se sentirá muy avergonzada si hace alguna locura estando así. ¿Entiendes. ya. por qué. no. puede. beber. más? —se detuvo en cada frase a ver si de esa forma a Jimin se le esclarecían los pensamientos, capaz y también había bebido del jugo.

Jimin tragó saliva y pensó por un momento

—¿Ni un poquito?

JungKook terminó pegando su propia frente.

—Va, tengo un plan.

—Eso Jeon, ¿ves? Siempre tienes ideas brillantes en esa mente tuya.

—Plan A. Necesitamos un palo. —Continuó JungKook ignorándolo por completo.

—Un palo. Perfecto. —Repitió Jimin absorto por completo en el plan.

—Plan B... —pausa—. Métete el plan A por donde no te da el sol.

—¿Por dónde no me d-? ¡ah, Jeon te haz vuelto un grosero!

—Anda venga. Ayudame a entretener al señor Kim y al resto mientras llevo a Febe a mi habitación.

—Mi momento ha llegado.

—Park Jimin no tomas más de ese maldito jugo.

JungKook pasó uno de los brazos de Febe por encima de sus hombros y la agarró por la cintura hasta que estuviera en una posición firme... media firme...

—Mmm ¿que haces? —preguntó Febe arrastrando las palabras al mismo tiempo que se iba hacia a un lado y JungKook la volvía a enderezar.

—Iremos a darte un baño de agua fría —bromeó.

—N-no. No quiero. Q-quiero mmm ¡pizza!

JungKook se rió entre dientes y continuó llevándola a rastras hasta su habitación. Quiso dejar a Febe delicadamente en su cama pero esta cayó como saco de papas.

—Dios...  Febe. —Se agachó frente a la cama y alcanzó uno de sus pies para quitar los tacones. Al menos ahora estaba más tranquila. Parecía como si se hubiera quedado dormida. Y antes de que alcanzara su otro pie Febe decidió estirarse y a Jungkook no le había dado tiempo a reaccionar cuando sintió la patada directo a su pecho. Febe terminó por moverse un como más, hizo un sonido raro con sus labios y cayó en brazos de morfeo como si estuviera en su cama junto a sus peluches.

JungKook luego de haberse quejado en silencio quitó el segundo zapato y los dejó a un lado. Observó la parte trasera de sus talones con ampollas. Y se levantó del suelo para buscar medicinas. Sabía que tenía algunas curitas que podía ponerle.

—¿Ya se van? —Preguntó JungKook con disimulo luego de que Jimin le enviara un mensaje de que el padre de Febe estaba a punto de irse.

—Oh si si, JungKook. Ya es tarde y no queremos irnos tan de noche. —habló el señor Kim.

—¿Quiere que los lleve de vuelta? —se ofreció Jimin.

—No te preocupes cariño, mi hijo pasará a recogernos. —Le agradeció la señora Kim.

—¿Y Febe? —preguntó su padre.

—Ah mmm pues... se ha manchado su... vestido.

—¡Si! —apoyó Jimin.

—Y pues... está en el baño... limpiándolo.

—La esperamos entonces.

—¡No!

—¡No!

Dijeron al unisono.

—De hecho Febe me comentó que quería quedarse un rato más a pasar un tiempo con los dos. Aun es temprano. La llevaré a casa. —Terminó por decir Jimin.

El señor Kim se lo pensó un momento antes de asentir.

—Está bien. Mándale una despedida de mi parte.

—Claro. —continuó JungKook.

Todos se despidieron del padre de Febe y la señora Min y la charla terminó cuando el claxon de un auto se escuchó afuera.

—Tengan cuidado camino a casa. —Se despidió YangMi— hijo acompáñalos a fuera.

JungKook le dio un codazo discreto a Jimin en las costillas para que lo acompañara también. Y si, Jimin gritó... nada discreto.

—Cuida a mi princesa si. —Le dijo el señor Kim a JungKook y abrió un poco sus brazos para abrazarlo. JungKook se acercó con una sonrisa y aceptó el abrazo.

Jimin se despidió de la señora Min mientras tanto y luego del padre de Febe.

—Oh, él es mi hijo, tal vez lo conozcan, va a su escuela.

Un chico rubio asomó su cabeza fuera del auto y Jimin pudo jurar que su corazón se detuvo.

—¡Oh YoonGi! —se sorprendió JungKook, aunque el rubio estaba también demasiado sorprendido como para reaccionar.

—Ah, me alegra que se conozcan. Tal vez se encuentren más seguido, de ahora en adelante. —Sonrió amable la señora Min.

—Si... —decidió hablar Jimin en un intento por recomponerse.

—Nos vemos.

Y YoonGi puso el auto en marcha sin ni siquiera mirar atrás.


¿oro o plata?

sabjimin

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