—¿A que era adorable?

Y sí, Jeon YangMi y Febe se encontraban viendo fotos de JungKook de cuando era pequeño. La foto que mostraba ahora era una donde JK tenía lo boca embarrada de chocolate y un centillo de orejas de conejito sobre su cabeza.

—Tenía puesto ese absurdo centillo porque era Halloween —se defendió JungKook desde una esquina del sofá. Febe y su madre se habían vuelto íntimas amigas y lo tenían un poco de lado.

Febe levantó otra foto igual a la anterior y se la tendió a YangMi diciéndole que estaba repetida.

—Oh, ¿te la quieres quedar?

—¿QUÉ? —chilló JungKook no soportando aquella tortura.

—¿En serio? Me encantaría —extrajo su cartera de su bolso y colocó la foto junto a otras que tenía de su padre y de su madre.

La madre de JungKook comenzó a reír y ambos se inclinaron interesados por ver que foto observaba.

—¡No! Ni lo pienses mamá —le arrebató rápido la foto de la mano y la señora Jeon continuaba riendo.

—¿Qué es? —Febe se puso en pie hasta quedar frente a JungKook— Yo quiero ver~~ JK~~

—Chu —la ahuyentó con un gesto de manos y Febe picoteó con sus dedos loa costados del chico causándole cosquillas y cuando JungKook se encorvó ligeramente Febe fue más ágil y le arrebató la foto de sus manos. JungKook se abalanzó sobre Febe y esta logro ver la foto antes de que se la quitara. Técnicamente era una foto de JungKook bebé desnudo.

—Oh vamos JungKook, todo el mundo tiene esa foto —le dijo su madre aun riendo.

JungKook frunció el ceño y guardó la foto en su bolsillo.

—¿Estás molesto? ¿Mmm? —Febe se acercó cautelosamente y estirando el brazo pinchó una de sus mejillas con su dedo— ¿mmm?

YangMi los miraba enternecida. Ambos se encerraban en su propio mundo cuando estaban juntos, tanto que ella creía que si se levantaba y se retiraba del salón ni Jeon ni Febe se darían cuenta. Le gustaba la sonrisa que se formaba en los labios de su hijo cuando estaba junto a la trigueña. Se veía feliz, como nunca antes.