— Engendro, quedate quieto— gritó JungKook intentando alejar a su sobrino que intentaba jugar con su cabello.

— No quiero— sacó su lengua soplando en el acto. El niño se veía adorable.

El pelinegro suspiró rendido y dejó que BeomGyu se subiera en el espaldar del sofá y luego se acomodora con los pies sobre sus hombros y comenzara a hurgar en su cabello como si de un mono se tratase.

— Ok— cerró los ojos y soltó otro suspiro. Alcanzó su teléfono que estaba sobre el sofá e hizo una mueca al verlo todo babeado. Lo limpió en su pantalón y se dispuso a llamar al amor de su vida.

Ok no.

— ¿JK?

— Mmm Hola ¿estás ocupada?

— Realmente no, papá me obligó a limpiar mi habitación y ni siquiera empiezo.

— Oh— JungKook rascó su cabeza sin saber que decir.

— Necesitas mi ayuda en algo.

— Bueno... realmente— se escuchó un ruido— mierda engendro devuelveme mi celular.

— No quiero— le volvió a sacar la lengua.

— Te voy a cortar esa maldita lengua.

— Le diré a mi papá.

Más ruido se volvió a escuchar y luego la respiración pesada de JungKook.

— Pues ya ves que estoy con el engendro.

— JK, no le digas así a tu sobrino— el chico sonrió.

— Pues entonces le diré bicho.

— Bicho tú— le gritó su sobrino.

— Bueno... ¿crees que podrías venir? Y no sé tal vez salir al parque o al zoológico.

— Oh.

— Por favor, te necesito.

— No JK, digo sí, me encantaría.

JungKook sonrió feliz.

Sería como una cita ¿no?

— Entonces... te paso a buscar o...

— No, yo voy, tu cuida de Beomie hasta que llegue.

— Está bien.

— Nos vemos en unos minutos.

— Si si, Amm Febe...

— Dime.

— Gracias.

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— ¡Hola JK!

— Febe gracias por venir— JungKook se acercó para abrazarla y Febe le correspondió hasta que un llanto le alertó y ambos se separaron.

— Ese es BeomGyu.

— Emm si— JungKook se apartó dejándola pasar.

— ¿y que le ha pasado?

— Tal vez le dije que...

— ¡Que le haz dicho al niño idiota!

— Que lo recogieron de un latón de basura— Febe lo tomó de la oreja rápidamente.

— Aho Ah lo siento.

— No te disculpes conmigo, disculpate con él. Bebé ¿donde estás? tía Febe llegó por ti.