002
Yeonjun suspiro con cansancio cuando regresó a su salón para continuar con sus clases con normalidad, aunque claro que no pasó desapercibido como a unos salones del suyo el alfa que les había agredido a él y a Beomgyu era arrastrado por el subdirector hacia la dirección. Sonrió un poco mejor de saber que aquel alfa sería castigado apropiadamente y entró a su aula enseguida, ignorando las miradas curiosas y burlonas que sus compañeros le dirigían.
Ah, que gente tan entrometida.
Se sentó en su mesa y dejó reposar su mejilla en la palma de su mano en un gesto de aburrimiento en espera de que el profesor de Cálculo llegara para iniciar con esa clase. Escuchaba a sus espaldas los cuchicheos de las omegas chismosas y los crueles comentarios de los venenosos alfas y betas. Pero no le prestó atención, de todos modos llevaba todo el ciclo escolar lidiando con el desagrado de sus compañeros solo porque el primer día de clases fue confundido por alfa gracias a su físico y cuando aclaró que era un omega las críticas crueles hacía su aspecto no se hicieron esperar.
Se concentró en ojear sus apuntes de clases anteriores y cuando escucho el sonido de la puerta siendo abierta levantó la mirada para mirar si se trataba del profesor de Cálculo, más sin embargo el único que estaba parado frente a la clase era el subdirector que mantenía su ceño fruncido y sus ojos clavados en él.
─ Choi Yeonjun , a la oficina del director, ahora.─ ordenó el viejo beta con dureza y Yeonjun frunció su ceño ante eso.
─ Si, señor.─ murmuró confundido y se levantó de su asiento escuchando como sus chismosos compañeros hacían comentarios al respecto.
Recorrió los pasillos unos cuantos pasos detrás del viejo beta mientras se preguntaba porque estaba siendo llevado hacia la dirección.
Quería, rogaba y anhelaba desde lo más profundo de su ser que solo fuera para confirmar que ese tal Hyunjin había utilizado su voz de mando con él para que lo castigarán.
Pero cuando llegó a la puerta de la dirección y miró dentro supo que nada de sus ruegos se harían realidad. Con algo de torpeza se adentró a la mediana oficina y miró con ojos confundidos como Beomgyu gruñía con molestia en la cara del alfa azabache culpable de todo ese alboroto.
─ Joven Choi, que bueno que llega.─ habló la Alfa que estaba tras el escritorio y Yeonjun tragó saliva audiblemente.
─Señora directora.─ saludó algo intimidado mientras daba una reverencia de noventa grados frente a la mujer.
─ Siéntese señor Choi, tenemos algo que discutir con usted y el joven Kim.─ habló firmemente mientras pasaba su dura mirada de él al omega de cabellos rosas.
Yeonjun obedeció de inmediato, tomando asiento a un lado de Beomgyu y encogiéndose un poco cuando la directora les miró con claro reproche brillando en sus oscuros ojos. Ah, el efecto que la voz de mando que Hyunjin había provocado ya no estaba pero su lobo se sentía algo nervioso y humillado dentro de su pecho.
─ Iremos al punto, ¿es cierto que el joven Hwang utilizó su voz de mando con usted? ─ preguntó la Alfa mirando directamente a Yeonjun y este asintió.
─ ¡Pero solo porque él me golpeó! ─ gruño Hyunjin a la defensiva y la Alfa le mandó a callar con sola una mirada.
─ ¿Eso es verdad? ─ preguntó la directora y Yeonjun asintió al instante. ─ Eso lo mete en problemas joven Choi.─ dijo la mujer y el castaño le miró sorprendido.
─ ¿En serio va a castigarlo? ─ habló Beomgyu, con clara molestia en su voz mientras se levantaba de su asiento y daba un sordo golpe en la madera del escritorio. ─ ¡Yeonjun-ah solo me defendió del asqueroso de Hyunjin! ¡Ese idiota estaba acosandome! ─ gruñó con desagrado y la directora le hizo un gesto para que se sentará, su rostro pintado en molestia.
─ Pido que se controle señor Kim, es una falta de respeto enorme gritarle a un superior de esa manera, más si ese superior es Alfa.─ recalcó con obviedad dejando a Beomgyu totalmente ofendido.
─ Claro, Hyunjin puede utilizar su voz de mando con alguien y acosar a otro pero como es alfa se saldrá con la suya.─ escupió con asco y se sentó de inmediato sobre su asiento. ─ Pero yo le levantó la voz a un alfa y merezco un severo castigo, vaya mierda.─ murmuró cruzándose de brazos y alejando la mirada de la mujer.
─ Los tres recibirán su merecida sanción.─ aseguró la mujer con voz firme antes de teclear un poco en su computadora. ─ El señor Hwang Hyunjin se hará cargo por dos semanas de limpiar los vestidores de alfas luego de las prácticas de fútbol por utilizar su voz de mando contra un omega dentro de la escuela.─ sentenció y el nombrado se quejó en voz alta. ─ ¿O prefiere ser suspendido señor Hwang? ─ preguntó con su ceja alzada y el alfa negó a regañadientes.
Hyunjin se levantó cuando le fue señalado, dejando solos al par de omegas que estaban en espera de su castigo.
─ El señor Beomgyu y el joven Yeonjun se harán cargo de limpiar las aulas de primer grado por dos semanas.─ sentenció y Yeonjun apretó los labios en un intento por reprimir la queja que quería salir de su boca.
Las aulas de primer grado eran alrededor de siete enormes salones y según sabía por boca de su amigo Hueningkai que aquel lugar quedaba hecho una porquería al final de las clases. Se limitó a asentir reacio por el claro castigo más pesado que el de Hyunjin y salió en silencio de la oficina junto con un molesto Beomgyu.
Escuchó la campana resonar por todo el lugar anunciando el final de las clases y soltó un suspiro cuando Beomgyu caminó por enfrente de él en dirección hacia el almacén del conserje, Yeonjun le siguió de cerca y ayudó al omega más bajo a tomar los utensilios de limpieza.
─ Vaya mierda.─ gruñó Beomgyu a mitad del pasillo, mientras que caminaban a las aulas de primer grado.
─ Mira el lado bueno, si que nos veremos más seguido.─ trató de animar mientras abría la puerta del primer salón y reprimió una mueca de disgusto al ver el suelo completamente sucio y las bancas desordenadas.
─ Uhm, tienes razón, omega valiente.─ tarareo el castaño con una pequeña sonrisa estirando sus finos labios e ingresó al salón.
Yeonjun le imitó al instante, comenzando a barrer con pereza el sucio suelo del salón. Podía escuchar a su lado como Beomgyu tarareaba desafinadamente una canción de algunas de esas agrupaciones de chicas que estaban de moda. Rió disimuladamente ante el gesto del omega más bajo y se le unió cuando pudo identificar cual canción era, ambos riendo escandalosamente cuando intentaron hacer una nota alta y fallaron vergonzosamente.
─ Eres tan divertido Yeonjun-ah.─ suspiro Beomgyu limpiando un par de lágrimas que habían rodado en sus mejillas por las risas. ─ Me transmites tanta energía y creeme, estar en este lugar me pone perezoso.─ confesó entre risas y Yeonjun sonrió enorme, dejando a la vista los pequeños hoyuelos al lado de sus labios y con sus cachetes redondos alzándose adorablemente.
─ Pues tú eres agradable, uh, me gustan tus chistes malos.─ halagó y apreció como el menor sonreía grande y sinceramente, con encías a la vista y sus ojos achicándose, tan bonito.
─ Por primera vez estoy contento de las injustas decisiones de la directora, si no fuese por eso no podía asegurar tu compañía por dos semanas.─ dijo contento regresando a su tarea de acomodar los bancos desordenados.
─ Espero que pasemos juntos más de dos simples semana.─ añadió Yeonjun con una sonrisa suave en sus labios.
─ También lo espero Yeonjun-ah. ─ murmuro Beomgyu antes de sumirse en un cómodo silencio en el cual se dedicaron a terminar con su trabajo y dirigirse al siguiente salón.
Ah, aquella sería una larga y pesada tarea.
Pero al menos estaban juntos, disfrutando secretamente de los dulces aromas que desprendían sus pieles.
¿Qué tan malo sería que Yeonjun se enamorara de otro omega?
No importaba la respuesta, de todos modos siempre había sido un omega fuera de lo usual.
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