Tres días, tres malditos días en los que el profesor de matemáticas de JungKook lo había asignado como tutor de matemáticas de una de sus compañeras de clases. Aparecía a la hora de almuerzo y de repente la chica tenía unas increíbles dudas en sus ejercicios a la cual no podía esperar para entender. Hablaba con Febe algún momento entre el receso y la chica lo volvía a necesitar. E incluso cuando sólo se trataba de Jimin. JungKook era demasiado educado como para rechazarla.

Febe literalmente trituró el sándwich con sus manos cuando la chica fue a la mesa que compartía con Jimin y JungKook para pedir ayuda del último.

—Ok, por fin sé que es odiar a alguien con todas tus fuerzas.

Jimin se echó a reír y Febe dejó el sándwich destrozado sobre la servilleta, estiró el brazo y alcanzó el de Jimin. Este ni siquiera chistó, ya estaba acostumbrado, Febe comía tanto que le extrañaba que fuera tan flaca.

—Se llaman celos también —le rectificó.

—Es que aaaag ¿cómo se puede ser tan intensa? Jimin te juro que no tengo ningún problema porque JungKook de tutorías pero esto se está pasando de los límites, anoche estábamos hablando por el teléfono y la chica no nos dejaba de tantas veces que lo llamaba, y estoy triste... Siento que estoy perdiendo a mi mejor amigo. Que tengan solo tutorías en las tardes~ —hizo un berrinche y se cruzó de brazos con un puchero.

Jimin asintió.

—Ni siquiera se le ve feliz —apuntó la mesa donde se encontraban sentados y JungKook estaba fingiendo una sonrisa mientras DanOh enredaba un mechón de pelo alrededor de su índice— y ella evidentemente no le está prestando atención a las matemáticas.

Febe estaba total y absolutamente en contra de la posesión entre personas. Todo el mundo tenía su vida independientemente de una amistad o una relación. Pero... tenía ganas de meterlo en una cajita por un tiempo y protegerlo de la loca.

—Ni siquiera le dieron fecha límite para las tutorías.

—Ni siquiera fue el profesor el de la idea. Ella solo se acercó y le comentó que quería tutorías con JungKook. Namjoon es el más inteligente de la clase JungKook solo es buen estudiante.

Febe asintió tomando el sándwich de vuelta para darle unas mordidas. Su tristeza solo se podía curar si JungKook fuera un poco más libre, pero como no se podía, el sándwich de Jimin la podía hacer feliz por el momento.

Las clases habían acabado. Jimin los jueves estaba en sus entrenamientos de fútbol y JungKook la estaría esperando fuera de su clase para acompañarla a casa. No había que ver el mensaje en su teléfono para saber que Jungkook literalmente le estaba rogando unas disculpas por no poder acompañarla a casa ese día.

Febe respiró profundo. Estaba calmada, no tenía problemas con eso. Se iría a casa y con los días todo volvería a la normalidad.

—Joder.

Y sin darse cuenta ya estaba yendo al otro lado del instituto donde estaban los salones de último año. Divisó la clase de JungKook y entró al aula. Intentó calmarse y realmente no había nada extraño frente a ella pero es que por dios, ya era demasiado frustrante. El rostro de JungKook cambió a una expresión feliz de repente al verla.

—Febe...

De solo verlo su enojo ya se iba.

—Oh, es tu amiga —dijo DanOh observándola divertida.

Febe acomodó el asa de su bolso en su hombro y se acercó lentamente a la chica.

—¿Yo? No guapa, soy su novia.