Por lo que hicimos... (Reto #2: ROBÓTICA).

  A París, uno de los robots encargados de controlar al milímetro que sus compañeros metálicos limpiaran playas, mares y ríos, le llamó la atención un movimiento en la rompiente.

  Se acercó, cauteloso, dejando una estela de burbujas al desplazarse hasta allí.

—Por favor, Roma, ven —Le pidió al androide más próximo.— Necesito tus manos.

—¿Un humano? —se desconcertó el aludido ya junto a él, instantes después.

—Un humano no, el último humano según el recuento —lo contradijo.

  Lo miraron con detención: se mantenía a flote sobre la superficie, abrazado a una tortuga. No tenía fuerzas ni para patalear.

—¡Pobrecilla! —exclamó Roma, emocionado, las lágrimas le corrían por las mejillas.

  Cogió al reptil entre los brazos y lo acunó como si fuese un bebé.

—¡Vuelve con tus hermanas! —manifestó, luego, soltándola, ignorando a su creador, que se hundía hasta el fondo.




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https://youtu.be/hFTys-PzptY

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