7. Risas
Aitana POV's
Estos días han pasado de lo más tranquilo, he tratado de acercarme más a mi mamá pero parece que ella no quiere que eso suceda porque siempre pone cualquier excusa para que yo no hable con ella.
-Mamá, ¿cuando va a llegar el día en que hablemos de todo lo que paso?
-Quizás más pronto de lo que esperas, pero aunque eso suceda no quiere decir que te quedas.
-Lo único que quiero es que todo vuelva a ser como antes. No me importa si eso implica irme.- dije suspirando.
-Esperemos. ¿Ya empezaste a arreglar tus cosas?
-Sí. Todo estará listo dentro de una semana. Voy a ir al lago, no me tardare.
-Una pregunta, ¿porque vas tanto a ese lago?
-Porque me gusta mucho.- dije nerviosa, no sé cómo se tomaría mi madre el que le diga que estoy saliendo con un chico, después de todo lo que paso. -A demás es un lugar muy tranquilo, me encanta. Extrañare pasar mis tardes allí. Te veo al rato.
-Cuídate y no tardes, por favor.- dijo seria.
Esta sin duda ha sido la charla más larga y tranquila que hemos tenido con mi madre en estos últimos meses.
Iba llegando al lago y ya estaba Liam, en el mismo lugar de siempre solo que en esta ocasión estaba escribiendo y se notaba que estaba muy concentrado. Así que me acerque sin hacer mucho ruido para darle una sorpresa y vaya que se la llevo porque dio un tremendo salto y tiro todos los papeles que tenía.
-Me asustaste.- dijo mientras recogía todo y ocultaba una ¿carta?
-Lo siento, solo quise darte una sorpresa.- dije apenada.
-Y vaya que me la diste, me hace tanto bien verte.- dijo mientras nos abrazábamos.
-Una pregunta, ¿eso es una carta?- dije curiosa.
-No, no es nada.- dijo nervioso, mientras guardaba todas sus cosas en un bolso. -Mejor disfrutemos de este día.
-Y, ¿que haremos?
-¿Que te parece si vamos al parque y compramos helados?- dijo sonriendo.
-Me parece perfecto.- dije mientras íbamos caminando, no caminamos mucho ya que el parque está muy cerca del lago. Es un lugar muy lindo, lleno de niños y de risas.
-Me da uno de chocolate.- dijo mientras llegábamos al carrito de los helados. -¿De qué quieres tu helado?
-Fresa con queso, mi favorito.
Una vez teníamos nuestros helados, empezamos a caminar por el parque, viendo como corrían los niños, escuchando sus risas y como disfrutaban del momento.
-Aitana, tienes un sucio aquí.- dijo llenándome la nariz de helado.
-No puedo creer que te atreviste.- dije entre risas. -Me parece que vos tienes la cara llena de fresas.- y si señores, le eche todo el helado en la cara, realmente se miraba muy gracioso, tenía pedazos de fresas por todos lados.
-Eso no se vale. Ahora me debes un beso.- dijo riendo.
-Vos lo que quieres es llenarme de helado, pero no me importa.- dije acercándome a él, dándonos un beso con sabores, un beso tierno y diferente a los anteriores.
-Extrañare esto.- dijo mientras me abrazaba. -¿Vamos a los columpios?
-Yo lo extrañare más. El último en llegar tiene que hacer un reto, ¿aceptas?- dije arqueando una ceja.
-Obvio que acepto. A la cuenta de 1, 2 y 3, ¡corre!- dijo mientras salíamos corriendo, corrí como nunca lo había hecho, no soy de las que se deja ganar, antes de que pasara todo lo que he vivido, era una chica que le gustaba retar y ganar.
-¡Sí!- dije mientras brincaba y mostraba una sonrisa victoriosa. -Te gane, ahora tienes que hacer lo que yo te diga.
-Con que no me pongas a correr.- dijo riendo. -Ya dime lo que tengo que hacer.
-Tendrás que llevarme cargando hasta mi casa y tienes que ir a decirle a ese señor que eres un cantante famoso.- dije señalando a un señor que estaba sentado a unos pocos pasos de nosotros, se notaba que el señor no es muy amigable porque anteriormente una niña se le había acercado y salió corriendo, casi a los gritos.
-Está bien, pero si no regreso vivo será por ti.- dijo riendo, mientras empezaba a caminar hasta donde el señor, yo preferí quedarme columpiando, no podía parar de reír, se notaba que al señor no le estaba agradando la situación.
-Cumplí. No sabes todas las barbaridades que me dijo, pensé que no saldría de eso.- dijo entre risas, mientras se sentaba en el otro columpio.
-Pero saliste.- dije, estuvimos unos minutos en silencio, pero no era un silencio incomodo, al contrario estábamos disfrutando de este momento.
-Aitana, no sé qué serán de mis días sin ti.- dijo, mientras detenía el columpio. -Ya falta poco para que te deje de ver, no te lo había dicho pero realmente no quiero que te vayas.- dijo mientras me miraba fijamente.
-Yo no me quiero ir, pero llevare el mejor recuerdo de mis últimos días aquí.- dije mientras sonreía.
-Estos días han sido los mejores.- dijo mientras se acercaba, nuestras narices estaban rosando, hasta que nos fundimos en un tierno beso.
Después de ese beso él me acompaño por primera vez hasta mi casa, solo que no lo invite a pasar porque mi madre aún no sabe de él y no quiero que le vaya a hacer alguna grosería.
Liam me llevo cargando desde el parque hasta mi casa, él realmente tiene mucha fuerza, aunque, soy una chica tan pequeña y ligera que no se le dificulto. Nuestro camino estuvo lleno de risas y charlas incoherentes, con él sin duda paso los mejores momentos.
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