Aitana POV's

Estaba terminando de empacar mis cosas, cuando Noah entro a mi cuarto, necesitaba hablar con él, no era normal su actitud, él no es así.

-¿Sabes que tengo una súper hermana?- dijo sonriendo.

-Si.- dije sonriendo. -Noah, ¿porque tan callado?

-Ahora es donde llega el interrogatorio.- Suspira. -Creo que me he enamorado por primera vez.

-No lo puedo creer.- dije sorprendida. -¿Como paso?

-Simplemente la mire y no pude evitar quedar flechado. No puedo dejar de pensar en ella, nunca creí que me sucedería.

-Noah está enamorado.- dije cantando por todo mi cuarto. -Noah está enamorado.

-Esto no me gusta, ella me está cambiando, está haciendo que sea otra persona.- dijo un poco preocupado.

-El amor te está modificando, está haciendo que saques lo mejor de ti.- dije sonriendo -¿Como se llama?

-Quizás era lo que necesitaba, ¿no?- Asentí. Me devolvió una sonrisa. -Se llama Jimena.- decía mientras mamá entraba al cuarto.

-No sabía que estabas aquí Noah.- dijo sentándose entre medio de nosotros. -Aitana, esto es para ti.- dijo entregándome un sobre.

-¿Qué es esto?- pregunté confundida.

-Es una carta de Liam, no sé exactamente porque la hizo y porque me pidió que te la entregara hoy, tal vez en ella esté la respuesta.

-¿Crees que sea una despedida?- dije cabizbaja. -Aunque no creo porque quedamos de vernos hoy.

-Quizás no encontró otra forma de expresar lo que siente por ti, y por eso la carta.- dijo Noah.

-Nosotros nos vamos.- dijo mamá mientras salía junto con Noah de mi cuarto.

Tenía tanto miedo de abrirla y encontrarme con una despedida.

No quería despedirme de esta forma de Liam.

Así que me armé de valor y abrí el sobre para disponerme a leer el contenido.

Querida Aitana: 

Te preguntarás que es esto, ¿no? Simple y sencillamente no encontré otra forma que está para expresar lo que siento por ti.

El día que te conocí sin dudar fue el mejor, no sólo llegue a cambiar tu vida, tú también cambiaste la mía. Sin imaginártelo me ayudaste tanto, con sólo verte sonreír me bastaba para sentirme mejor, me hacía feliz verte feliz. Quería que volvieras a ser la chica que eras antes, no te conocía pero con sólo ver tú mirada descubrí lo que eres, una chica alegre, amable, buena y con un enorme corazón.

Una chica que tuvo que aprender de la vida. Aitana, no dejes que una mala decisión te haga creer lo que no eres. Una mala decisión, un error o como lo quieras llamar no significa una derrota sino una lección, una enseñanza de vida, algo que te ayudará a crecer como persona, a no volver a hacer lo mismo. Sólo tienes que perdonarte, para seguir adelante.

No sabía cómo decir todo lo que tu significas en mi vida, son tantas cosas, en tan poco tiempo llegaste a ser mi mundo, a ser el aire que respiro, mi inspiración para seguir escribiendo canciones, para cantarlas.

Quizás no es el momento indicado para nuestro amor, pero no sabemos lo que el destino nos tiene preparado, confió en el amor eterno, en las almas gemelas y sé que tú eres la mía, sé que nuestro amor perdurara por muchos años más sin importar el lugar y el tiempo.

Eres el mejor recuerdo que tendré, aunque pasen los años tu siempre seguirás en mi vida.

Cuando necesite de ti, reviviré cada momento mágico que vivimos, recuerdos que estarán en mi mente como una fotografía.

Tú eres lo mejor de mi vida.

-Por siempre, Liam

Termine de leer la carta con mis ojos llenos de lágrimas. Liam, no se podía estar despidiendo de mí de esta forma, tengo tanto para decirle, llego a cambiar mi vida, ayudarme a volver a ser lo que era antes.

No me puedo quedar así, tengo que ir a buscarlo, necesito de él.

-Mamá ya regreso.- dije gritando, solo escuche un "a dónde vas" por parte de mi madre, no podía perder el tiempo dándole explicaciones, arriesgándome a que Liam, quizás ya no esté en el lago.

Iba corriendo a más no poder, solo rogaba porque aun estuviera allí.

Ahí se encontraba de espaldas, viendo hacia el lago, su mirada se miraba perdida. Aun no notaba mi presencia y yo no sabía qué hacer.

-Liam.- dije casi en un susurro. -¿Porque la carta?

-No era una despedida... o quizás sí. Llevaba días queriéndote decir lo que siento por ti, pero no me salía.- dijo aun estando de espaldas.

-Yo no quiero una despedida.- dije poniéndome enfrente de él.

-Aitana, no sé qué voy a hacer sin ti.- dijo abrazándome.

-Gracias por todo...- dije separándome de él. -Por haber llegado a mi vida en el momento más oportuno, por las sonrisas que me sacaste, por devolverme a la verdadera Aitana. Gracias por todo el cariño que me has dado.- dije dándole otro abrazo.

Estábamos a unos centímetros de separación, nuestras frentes estaban unidas, nuestras narices rozaban haciendo sentir la respiración del otro, nuestras miradas estaban conectadas, nos estábamos expresando por medio de ellas. Podíamos ver lo que cada uno significa en la vida del otro.

Al pasar los minutos quitamos todo espacio entre nosotros y nos unimos en un beso tierno, lleno de amor.

-Aitana, hubo algo que nunca hice y no sé si aún es el momento...- dijo nervioso.

-¿El que?- dije confundida.

-Nunca te pedí ser mi novia. Aitana, solo nos quedan unos minutos juntos y no puedo dejar de hacer esto... ¿Quisieras ser mi novia?- dijo sonriendo.

Asentí. -Si, si quiero.- dije abalanzándome sobre él. Tenía mis piernas entre su cintura y mis manos rodeaban su cuello, mientras nos besábamos.

Él estaba haciendo que mis últimas horas aquí fueran las mejores.

Él me hadado los mejores recuerdos y los mejores momentos.

-Aitana, eres lo mejor de mi vida. Te am...

Toc, toc

-Aitana, despierta.- dijo mamá, entrando a mi cuarto.

-¿Qué?- dije adormitada. -Y, ¿Liam? ¿No estaba en el lago?

Estaba confundida. Nada fue ¿Realidad?