capitulo 24
-¿¡ y los refuerzos!?-
-aun no llegan señor-
-no podremos resistir mucho-
-lo se, señor huya-
-estas loco, no voy a dejarte-
-usted es el importante aquí, no vamos a resistir mas, huya, mientras usted este aquí, aun habrá esperanza de ganar la batalla-
-pero..-
-perdón, pero ya lárguese-
-gracias, nunca te voy a olvidar, fuiste mi mano derecha-
-fue un honor luchar a su lado- baje rápidamente la escaleras, escuchaba los gritos de los pocos guardias, los que estaban ahí eran mis hombres mas leales, y me daba mucho coraje dejarlos, pero hasta yo veía que esta era una batalla perdida, pero los voy a vengar, sus muertes no serán en vano
-¡rompieron el puerta, están aquí, disparen!-
Veía como mi castillo ardía en fuego, un fuego muy intenso. A lo lejos vi a unos soldados enemigos, rápidamente me escondí, pero no eran simples soldados, eran los jefes estratégicos, tan solo con escucharlos sabías
-todo marcho perfecto, Harold con el aliado de Maximus, sirvieron de mucho, gracias a que nos dijo las parte especificas del castillo en donde atacar nos hizo mas fácil la vida-
-lo se, esta alianza nos cayo de maravilla-
al escuchar eso, vi que solo ellos dos estaban ahí viendo todo, solos. le aventé a uno una flecha justo en el estomago.
-¡mierda, maldito hijo de....-
-¡cállate!- el obedeció al verse amenazado
-¿escuche bien, Maximus?- no respondió
-¡habla!-
-
-si-
-ese hijo de perra ¿que quiere Harold a que acuerdo llego con Maximus?-
-eemmm, le dijo que le daría mucho poder en el nuevo reino, pero Harold pido a cambio a la reina Leonor-
-maldita sea-agarre al señor y lo apuñale, con toda la rabia que tenia en mi interior. Podía esperar cualquier cosa, pero menos una traición de Maximus, el era como un hermano para mi, es mas podría dar la vida por el pero hay algo mas que me preocupa ahora mismo, en estos momentos el debe de estar con ella, con ese maldito monstruo traicionero, pero debe llegar lo mas pronto allá, cuando me vean mis soldados sabrán quien esta a cargo, debo ir allá ¿pero cómo?.
Maximus
aun no creía lo que estaba pasando, pero que dentro de unos momentos me traigan una carta de que Cristopher a muerto y se Leonor se convierta en una hermosa viuda, no voy a negar de que es una mujer muy hermosa, pero se la tengo que entregar a Harold.
-el lugar es hermoso-
-lo se, hay tanta paz aquí, me gusta venir aquí cuando estoy triste o preocupado-
-te entiendo-
-ya te entiendo porque el ama tanto, eres una mujer muy hermosa-
-gracias, estoy segura de que encontraras a alguien que te ame y te respete, eres un buen hombre así que no te costara mucho trabajo-
-gracias- y si mejor me quedo con ella, yo me convertiría en el nuevo rey de aquí, no saldría perdiendo, no, ya tengo un trato con Harold y yo soy un hombre de palabra
-¿oye si escuchaste lo que dije?-
-no, lo siento, lo podrías repetir?-
-olvídalo, ya no es tan importante-
-mañana hay un lugar en donde te quiero llevar, es muy bonito-
-no te molestes, tu tienes que resolver asuntos más importantes-
-no es molestia-
-créeme prefiero que estés mas concentrado en la batalla que en mantenerme entretenida, quiero que ganes esto, y se que puedes-
-gracias por creer en mi-dije agarrando sus manos suaves
-por supuesto que creo en ti, eres mi gran amigo-
-ya sabes que debes ayudar Cris en lo que sea-
-¿¡por que!? si es tan perfecto para ti madre el podrá hacerlo solo-
-ojala tu fueras como el, no eres más que un simple cobarde, por lo que paso con tu hermana hace años-
-¡pues adoptalo!- me fui corriendo de ahí, me molestaba que mi madre siempre eligiera a Cristopher que a mi, su propio hijo y solo porque el es próximo gobernante. Mi padre nunca me defendía pero tampoco me ayudaba en nada, se la pasa con las mujerzuelas que se encuentra por ahí solo por su cargo tan "agotador" pero solo se la pasa como idiota.
Que suerte tiene Cris, una familia que lo quiere y que no lo compara con nadie, pero yo juro que llegare a ser más grande que el, le quitare todo, le quitare lo que más va amar en su vida y por primera vez el se va a sentir como yo me he sentido todo este tiempo...
desperté con la respiración agitada, recordé ese día cuando tenia 16 años, el día de mi juramento de odio.
-¿estas bien?-
-si-
-me preocupaste-dijo Leonor poniendo su mano en mi frente
-no tienes calentura, me preocupaste, escuche como susurrabas y te movías mucho, así que me baje de la cama y viene a verte-
-no es nada, solo un pequeña pesadilla, nada sin importancia-
-no quieres comentarme algo-
-no, no tuve miedo, solo fue cosa de nada-
-bueno, entiendo, duerme bien, cualquier cosa estoy en la otra cama, no te preocupes-
-se supone que yo debo protegerte a ti, no tu a mi-
-no me molesta, digo, eres una hombre que ya ayuda lo suficiente que yo te ayude en algo no estaría mal-
-¿me crees eficiente?-
-claro, eres igual de bueno que Cristopher, eso no lo dudes-
-gracias, duerme bien, y buenas noches-
-esta bien, buenas noches- ella se levanto y se fue a dormir
vaya, las mayoría de mujeres con las que he estado solo son interesadas porque ocupo una parte importante, y yo solo las ocupo para desahogar mis penas sobre ellas, pero sin duda Leonor es una mujer muy diferente a las que acostumbro, la mayoría son mujeres sin cerebro, que no piensan igual que mi madre.
voltee a ver a Leonor, estaba profundamente dormida, me acerque a verla, se veía tranquila, pero yo se que no lo esta.
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