CAPÍTULO 51

Los aplausos y vítores de los asistentes retumbaron en el estadio, creando un ambiente festivo. El camarógrafo enfocó a los ganadores; acercándose a ellos para un paneo horizontal. Toda la competencia de esgrima fue cubierta por el noticiero local, en horario estelar. Además, varios portales de internet transmitieron el evento en vivo. Los corresponsables de la radio y periódicos aguardaban sentados en las gradas, esperando obtener alguna entrevista. Después del fútbol, la esgrima era la segunda disciplina con mayor acogida en la región.  

Dominic se inclinó hacia adelante, recibiendo la medalla del primer lugar. Sonrió orgulloso a las cámaras, escuchando al presentador decir su nombre. La ceremonia de premiación era mejor de lo que imaginó. No solo los asistentes sabrían que él ganó; sino, toda la ciudad. Los eventos deportivos en el Valle nunca tuvieron tanta magnitud. 

─¡Felicitaciones a Tristán Powell, campeón en la categoría masculina! ─Exclamó el comentarista, aplaudiendo─. ¡Y a Brooke Evans, ganadora a nivel local por cuarto año consecutivo!

Dominic hizo un gesto con la mano; y fingió una sonrisa. Todavía odiaba el nombre Tristán, y no se acostumbraba a él. Hubiese preferido ser llamado por su verdadero nombre; sin embargo, comprendía que eso era imposible. A pesar que algunos de sus amigos le decían Dominic, sabía que debía terminar de adaptarse a su nueva identidad. 

Nick bajó del podio cuando terminó la ceremonia; y vio de reojo a Brooke. Ella hablaba con uno de los reporteros, mientras acomodaba su cabello en una cola. Él ladeó una sonrisa, pensando que ya tendría la oportunidad de hablar con ella más tarde. 

─Tristán Powell, el sobreviviente de Freanway─. Una chica de cabello rubio se acercó a él, sacándolo de sus pensamientos─. ¿Puedo hacerte un par de preguntas para el noticiero de las ocho?

Dominic asintió con lentitud, confundido por la forma en que lo llamó. El nombre de Freanway se le hacía conocido, pero no recordaba de dónde. 
─Claro─. Habló tranquilo─. ¿Qué quieres saber?

La chica sonrió, haciendo una seña para que su camarógrafo se acerque a ellos. Revisó sus notas, y leyó la primera pregunta que tenía escrita. 
─Tristán, ¿qué se siente haber sobrevivido a un accidente de auto, despertado de un coma, y ganado una competencia de esgrima en un mismo año? 

El joven se aclaró la garganta, pensando rápido que responder. Eso lo tomó por sorpresa.
─Creo que se siente bien─. Atinó a decir, ladeando la cabeza─. Siempre he practicado deportes; solo era cuestión de tiempo para que retome el entrenamiento─. Añadió. 

Ella hizo una anotación rápida, y volvió a acercarle el micrófono. 
─¿Fue fácil readaptarte a tu vida después de salir del coma? ─Consultó. 

Dominic negó, cruzándose de brazos. Todo había sido complicado desde que despertó en esa realidad. Él mojó sus labios, midiendo sus palabras. No quería ahondar en el tema del accidente, o su estadía en el hospital. Después de los interrogatorios de Michael y de la policía, estaba harto de escuchar preguntas a las cuales, no tenía respuesta.  

Nick pasó una mano por su cabello, acomodándolo. Lo había recortado el día anterior. 
─Sobreviví, me recuperé, y ahora estoy aquí─. Afirmó─. Eso es lo que importa. 

La reportera asintió, creyendo que él tenía una buena actitud. 
─Las regionales son en cuatro meses─. Avisó, viéndolo a los ojos─. ¿Qué planes tienes hasta eso?

─Seguir practicando─. Contestó confiado, viendo a la cámara─. Planeo llegar hasta las nacionales. 

La reportera agradeció, haciendo un breve parafraseo de lo que él dijo. Ya tenía lo necesario, y se alejó en busca de Brooke. Ella sabía muy poco de deportes, pero necesitaba cubrir ese reportaje. Por suerte, las preguntas para Tristán fueron más sencillas. Sin embargo, ya le habían advertido que debía usar un vocabulario técnico con la chica. 

Rosalie sonreía desde las gradas, observando a Dominic saludar a sus amigos. Esperó que los muchachos se retiren; antes de bajar y acercarse a él. Rosie acomodó su bolso, asegurándose de no olvidar nada. No podía perder ninguno de los papeles que tenía en su interior. 

Ella llegó quince minutos tarde a la competencia; sentándose en el primer lugar que vio. Acababa de recoger su pago de la primera quincena, y debía guardar el cheque con recelo. Frances le pidió que regrese cuanto antes, y se lo dé para que pudieran cobrarlo. Ella le repetía que tenían problemas de dinero; pero Rosalie no conocía qué tan buena o mala era su situación actual. 

Rosie abrazó a Dominic con fuerza apenas lo vio, cerrando los ojos. Sintió que él la abrazó de vuelta y permanecieron en la misma posición un par de segundos, antes de soltarse. Estaba orgullosa de su amigo. 

─Felicitaciones por haber ganado, Nick─. Ella le sonrió─. Sabía que lo harías, estoy muy feliz por ti. 

─Gracias, Rosie─. Dominic la vio a los ojos─. Estar aquí es una locura. Hacía mucho no me divertía de esta forma. 

Rosalie sostuvo su mirada, notando la emoción en su rostro. Él lo merecía. 
─Eres muy bueno con los deportes─. Comentó, sacando el celular de su bolso─. Gracias por invitarme a venir; es la primera vez que estoy en un evento así─. Confesó con entusiasmo─. Hay que tomarnos una foto, por favor. 

Dominic sonrió por su pedido, acercándose más a ella. Se detuvo al sentir una mano en su hombro, y giró el rostro para ver de quién se trataba. Brooke estaba de pie tras él. 

─Tristán─ lo llamó. 

Nick retrocedió un poco, quedando entre las dos. 
─Rosie, ella es Brooke─. Las presentó. 

Rosalie extendió la mano, saludándola alegremente.
─Es un gusto conocerte; felicitaciones por haber ganado─. Habló sincera─. Si es que no te molesta, ¿por favor podrías tomarnos una foto? ─consultó con amabilidad. 

Brooke levantó una ceja, cruzándose de brazos. Aquella chica no le caía bien. 
─¿Acaso tengo cara de fotógrafa? ─Inquirió, antes de girar hacia Tristán─. No demores. Regresaremos todos juntos a la academia. 

Dominic asintió, observando a Brooke irse antes que alguno pudiera responderle. Él notó que Rosalie agachó el rostro con vergüenza, y tomó el celular de sus manos. Activó la cámara frontal; abrazándola por los hombros para tomar la foto. La vio sonreír con incomodidad, pero no le dijo nada. Brooke actuaba igual con todo el mundo. 

─Habrá una pequeña fiesta en la academia para celebrar el triunfo─. Nick continuó, devolviéndole el móvil─. Si quieres, puedes venir conmigo. 

Rosalie dio una rápida mirada al resto de chicos con uniforme de esgrima, y negó con la cabeza. No le gustó la actitud que Brooke tuvo con ella, y temía que los demás fueran igual. Ella prefería evitar problemas. 

─Muchas gracias por la invitación, pero no conozco a nadie más─. Se disculpó, viéndolo a los ojos─. No me sentiría cómoda.

Dominic tomó un mechón de su cabello rojizo, poniéndolo detrás de su oreja. 
─¿Segura? ─Consultó. 

Ella asintió, guardando el teléfono en su bolso. 
─Lo mejor será que regrese a casa antes que anochezca─. Afirmó, avanzando un paso─. Felicitaciones nuevamente por haber ganado─. Sonrió. 

Rosalie lo abrazó a modo de despedida, alejándose un par de segundos después. Vio a Dominic abrir los labios para decir algo más; pero alguien llamándola, lo interrumpió. Era una voz femenina. 

─¡Amelie! ─Gritaron tras suyo─. Hija, ¿cómo has estado?

Rosie giró con lentitud; observando a los padres de Dominic acercarse a ellos. 
─Señora, buenas tardes─. Saludó tranquila─. Yo he estado bien, gracias por preguntar. 

─No esperaba verte aquí─. Habló Michael, dándole la mano. 

Rosalie pasó saliva con dificultad, notando una leve molestia en las palabras del señor.
─Tristán me invitó─. Sonrió tímidamente, tratando de no mostrarse inquieta─. Pero ya me iba. 

Rebecca la tomó de la mano, impidiendo que avanzara. 
─¿No te gustaría que te llevemos? ─Consultó─. Saldremos dentro de poco. 

La joven negó, soltándose de su agarre. Ella prefería caminar, y apenas eran las seis de la tarde. Todavía estaba claro, no corría peligros. No quería incomodarlos. 

─No se preocupe, puedo regresar sola─. Rosie afirmó, despidiéndose de ellos─. Pero muchas gracias por su oferta. 

Rosalie hizo un gesto rápido con la mano, y se retiró con prisa del lugar. Recordó las veces que su nueva madre le dijo que fuera en el auto de los padres de Dominic para no gastar pasaje, y la incomodidad que le causaron sus palabras. Había algo en la forma de hablar de Frances que no terminaba de gustarle; pero todavía no se explicaba qué. Rosie extrañaba demasiado a Raveena. 

Dominic mantuvo la vista fija en Rosalie, notando la forma inocente que tenía de caminar. Ladeó una sonrisa, antes de sentir una fuerte sacudida. Michael lo estaba abrazando, y él frunció el ceño. No comprendía la actitud del hombre; era la primera vez que lo hacía. 

─Felicitaciones, Tristán─. Michael habló con sinceridad, viéndolo a los ojos─. Hijo, estoy muy orgulloso de ti; no creí que fueras tan bueno en esto. 

Nick enmudeció, sin dar fe a lo que escuchaba. Nunca creyó que él fuera a decirle algo así. 
─Muchas gracias, Michael─. Le sonrió, emocionado─. No pensé que vendrías a verme─. Confesó─. Solo dejé una entrada para Rebecca. 

Michael rio con sus palabras, cruzándose de brazos. 
─Tuve que comprar un boleto cuando llegué. No me perdería esta competencia por nada del mundo─. Comentó, divertido─. Lamento no haberte apoyado, Tristán─. Se disculpó─. Tienes mucho potencial, debí haber confiado más en ti. 

Dominic abrazó de nuevo a Michael, aceptando sus disculpas. Hacía mucho que nadie le decía que estaba orgulloso de él. Nick pasó tanto tiempo peleando con Thomas en el Valle, que no podía recordar cuándo fue la última vez que su verdadero padre se enorgulleció de sus acciones. Dominic disfrutaba el apoyo que recibía en ese lugar, y se convenció que Michael no era tan malo como imaginó. 

─Tris, eres el mejor─. Rebecca secundó, abrazándolo también─. Es por eso que tu padre y yo te tenemos una sorpresa─. Sonrió con complicidad. 

─Nos dimos cuenta que necesitas tener el equipo completo para seguir entrenando─. Michael continuó─. Así que, ¿qué te parece si vamos por tu propio florete?

Dominic rio, todavía sorprendido por todo lo que ocurría. Ese era el mejor día que había tenido desde que despertó en el hospital. Ese mundo le gustaba cada vez más, y disfrutaba de la libertad que gozaba. Nick agradeció a sus padres, y se despidió de ellos después de entregarles el uniforme de esgrima. Regresaría tarde a casa, y podrían comprar el sable antes de la siguiente práctica. 

El joven se acercó a sus compañeros, y subieron juntos a la mini van del entrenador Jackson. El viaje fue breve, y escucharon música todo el camino. La esposa del hombre había decorado el lugar con ayuda de tres estudiantes, y los esperaban para celebrar. A pesar que Jackson no estaba seguro si sus alumnos ganarían, ya se había vuelto costumbre hacer reuniones después de cada competencia. 

Dominic fue el último en entrar, y agradeció a todos los que se acercaban a felicitarlo. Sus compañeros de la academia le agradaban más que los de la universidad. Él examinó el lugar, notando que la decoración era sencilla, y había poca comida. Sin embargo, eso no le importó. Aunque no se comparaba con los festines que ofrecían sus padres, Nick se sentía satisfecho. Nada podía arruinar su felicidad en ese momento. 

Jackson se acercó a la mesa, golpeando sus palmas para llamar a los demás. Tomó un vaso con gaseosa, y lo elevó; preparándose para hacer un brindis. Sus estudiantes lo merecían. 
─Hoy quiero pedir un fuerte aplauso para Brooke, quien se coronó ganadora local por cuarto año consecutivo─. Felicitó, señalándola─. Y también, para Tristán. Quien, a pesar de llevar poco tiempo con nosotros, ha demostrado ser de los mejores esgrimistas que he visto─. Sonrió─. ¡Salud!

Dominic elevó su vaso, dando un sorbo pequeño. Rio junto a los demás chicos, y tomó un muffin de la mesa. Moría de hambre, y este sabía realmente bien. Él sintió su teléfono vibrar con insistencia, y se retiró a una esquina del lugar para contestarlo. Terminó el bocadillo, y sacudió sus manos antes de revisar el móvil. 

Nick desbloqueó la pantalla, viendo que tenía tres mensajes de Elizabeth. Los abrió, sin saber por qué le escribía a esa hora. 

Elizabeth Universidad:
¡Tristán! Felicitaciones por ganar.
Lamento no haber ido, estuve terminando la tarea. 
Vi la transmisión por internet. ¡Eres el mejor!

Dominic:
Gracias.

Dominic rio por sus palabras, y guardó el celular después de contestarle. Él no le dio una invitación a Elizabeth, y ni siquiera recordaba haberle mencionado la competencia. Resolvió no darle más vueltas al asunto, y le alegró que ella empiece a interesarse en él. Le convenía tenerla cerca. 

─Nada mal para un principiante─. Una voz femenina habló tras suyo─. Buen trabajo

Nick giró, viendo a Brooke a un metro de él. Llevaba dos vasos de gaseosa, y le entregó uno. Él lo recibió, dando un largo sorbo. Nunca esperó que ella le invite algo. 

─¿En serio seguirás llamándome así? ─Cuestionó divertido, viéndola a los ojos─. Gané las locales─. Le recordó. 

Brooke levantó una ceja, indignada. Acababa de felicitarlo, y él ni siquiera se dio cuenta. 
─Te dije que serías un principiante hasta que ganes las nacionales─. Respondió con sorna, terminando su bebida─. Al menos, mira el lado positivo. Finalmente lograste mejorar la defensa con la derecha─. Se burló─. Casi ni se nota que eres zurdo. 

Dominic fingió reír por su comentario, y ladeó la cabeza. La actitud de Brooke lo seducía y enojaba a la vez. Ella pasaba tanto tiempo molestándolo por su mala defensa, que cayó en cuenta que nunca hablaron de otra cosa. Ni siquiera por mensaje. 

Nick se cruzó de brazos, pensando en lo último que dijo. 
─¿Cómo sabías que era zurdo? ─Preguntó, inclinándose hacia adelante─. ¿Acaso has estado observándome?

Brooke rodó los ojos, colocando una mano en su cintura. 
─La primera vez que practiqué contigo, noté que sostenías mal el florete─. Se jactó, encogiéndose de hombros─. No fue difícil darme cuenta.

 ─Ahora entiendo por qué siempre pedías entrenar conmigo─. Él habló con superioridad─. No querías que sospechen que sí estuviste mirándome todo este tiempo. 

Brooke rio con fuerza, y ajustó su cola de caballo. El ego de Tristán solo había crecido desde el día que lo conoció. 
─Si quise que practiquemos juntos, fue porque de todos los perdedores con los que estudiamos, tú eres el único que está a mi nivel. No te creas tan importante─. Explicó, aburrida─. Además, eres tú quien ha estado espiándome. No pienses que no me he dado cuenta.

Dominic ladeó una sonrisa, tomándola por el mentón. Elevó su rostro, acercándola a él.
─¿Qué te hace pensar eso?

Brooke se soltó de su agarre, y colocó una mano en su hombro; empinándose. 
─Se activó el flash de tu celular la primera vez que trataste de tomarme una foto─. Habló en su oído─. Deberías tener más cuidado la próxima vez. 

Brooke tomó el vaso del chico, y dio media vuelta antes que él conteste. Planeaba regresar a la mesa, y pedir más gaseosa. Aquella discusión le dio sed. Caminó un par de pasos, queriendo probar los muffins que preparó la esposa del entrenador. Ella tenía buena mano para los postres. 

Dominic avanzó con rapidez, sosteniendo a Brooke del brazo. Impidió que se moviera, y se acercó a ella por la espalda. Él quedó helado con su confesión; siempre creyó que era discreto con lo que hacía. Necesitaba respuestas. 

─Si sabías lo de las fotos, ¿por qué nunca dijiste nada? ─Susurró─. O, ¿acaso te gustaba que lo hiciera?

La joven giró con brusquedad, poniendo una mano en su pecho. 
─Averígualo─. Rio.

Nick la siguió hasta la mesa, escuchándola conversar con los demás. Esperó que ella se aleje de su amiga, y la jaló suavidad, separándola del resto.
─Vámonos de aquí─. Pidió, serio. 

Brooke sonrió, dando una ojeada rápida al lugar. Por suerte, no los estaban viendo. 
─Sal tú primero, y espérame en el Paseo de los Animales. Yo te alcanzaré en diez minutos─. Contestó, retrocediendo un paso─. Nadie puede saber que nos hemos ido juntos─. Avisó. 

Dominic asintió, apresurándose en despedirse de sus compañeros. Volvió a agradecerle al entrenador por la oportunidad que le dio, y salió del local. Se colocó la nueva chaqueta de cuero que compró, y caminó hasta el parque que Brooke le dijo. Tomó asiento en una de las bancas, y revisó su reloj. Esos serían los diez minutos más largos de su vida. 

El joven resolvió sacar su celular, y llamar rápidamente a Elizabeth. Fingió interés en sus disculpas por no asistir a la competencia; diciéndole que no se preocupara. Respondió sus preguntas sobre el evento, antes de pedirle que le envíe sus apuntes de las clases, y las tareas. Él ni siquiera sabía qué trabajos habían dejado. Fue difícil convencerla, pero lo logró. 

Dominic colgó cuando vio a Brooke acercarse; y guardó el móvil en su bolsillo.
─Tardaste más de diez minutos─. Reclamó, levantándose. 

─Y tú estabas conversando por teléfono. Parece que ninguno de los dos perdió el tiempo─. Ella achicó los ojos─. ¿Hablabas con tu novia, la pelirroja? ─Cuestionó, levantando una ceja. 

Dominic se sorprendió con su reclamo, sin comprender por qué mencionaba a Rosalie. 
─Nunca creí que fueras de las que se ponen celosas─. Se burló. 

Brooke rio, pasando una mano por el rostro del chico. 
─Yo no estoy celosa─. Aseguró, relamiendo sus labios─. Pero quiero aclararte que no soy un premio de consuelo.

─¿De qué estás hablando?

─Escuché que le pediste a la pelirroja ir contigo a la fiesta─. Brooke recordó, cruzándose de brazos─. ¿Es con ella con quien querías acostarte? ─Inquirió. 

Dominic sonrió, tomándola por la cintura con ambas manos. No comprendía por qué ella quería pelear en ese momento, y supuso que eso la excitaba. Era la única explicación que encontraba. Todas sus conversaciones, siempre terminaban en pelea. 

─Eso no es de tu incumbencia─. Respondió bajo, acariciando su rostro─. Pero conténtate con saber que hoy, te elegí a ti─. Susurró─. Además, supongo que tú estás en la misma situación que yo. Si no, no habrías insistido tanto en que no nos vieran juntos─. Insinuó.   

Nick se inclinó para besarla, evitando que ella siga quejándose por cosas sin sentido. Sintió que Brooke le correspondía de inmediato, y la sostuvo por el cuello. Finalmente podía disfrutar sus labios, después de haberla deseado por tanto tiempo. Esa era la mejor forma de terminar el día. 

─Hay un hotel a dos calles de aquí─. Brooke susurró, separándose de él─. Vamos allá antes que cambie de opinión.

Dominic asintió, caminando junto con ella por la calle. Avanzaron a paso rápido, y en silencio; aprovechando la brisa de la noche. Las personas a su alrededor se movían ensimismadas, sin prestarles atención. Era bueno el anonimato en un momento así. 

Brooke recordó algo al pasar frente a una farmacia, y se detuvo. 
─Tristán, espera─. Ella lo tomó del brazo─. Sí tienes protección, ¿verdad? ─Consultó.

«¿Protección? ─Pensó él, confundido─. ¿Protección de qué o para qué?»

─¿Cómo? ─Atinó a preguntar.

La joven se cruzó de brazos, molesta.
─Tristán, ambos sabemos a lo que vamos─. Comentó, decidida─. Pero yo no tendré sexo contigo a menos que tengas un condón─. Avisó.

Dominic notó que Brooke señalaba la farmacia con la vista, y supuso que ahí vendían la protección a la que se refería. Entró confiado al lugar, y pidió un condón; sin siquiera saber qué era. Él contuvo las ganas de reír cuando el boticario le explicó; y le pagó con un billete antes de salir. A pesar que el concepto le parecía gracioso, Nick consideraba que era un invento bastante útil. Nunca creyó que fuera tan fácil evitar un embarazo.

Dominic ingresó primero al hotel, y pagó una de las habitaciones de la planta alta. Subió con Brooke por el ascensor, después que el recepcionista revisó sus identificaciones. La recámara era amplia, y bien iluminada. Estaba ordenada, y bastante limpia; con una cama grande y sábanas blancas. En ese instante, él comprendió por qué le costó tan caro aquel lugar. 

Nick acorraló a Brooke contra la puerta, asegurando esta con llave. Colocó una mano en su cadera, y aprovechó que ella le daba la espalda. Tomó su cola de caballo, jalándola hacia atrás. Brooke giró, viéndolo de reojo. 

─Siempre me gustó la forma en que te peinabas─. Gruñó en su oído, pegándola más a él─. Será más fácil sostenerte así.

Brooke mordió su labio con picardía, y sacudió la cabeza para que la suelte. Ella avanzó hasta la cama, sentándose al borde. 
─Antes que intentes jalarme el cabello nuevamente, necesitamos aclarar algo─. Avisó, cruzándose de piernas─. Esto será algo de una sola vez. No se volverá a repetir. 

Nick asintió, quitándose la chaqueta. Así le gustaban las cosas; sin ataduras.
─Está bien por mí. 

─Y tampoco hablaremos de esto con nadie. Fingiremos que nunca pasó─. Ella continuó─. No quiero echar a perder mi reputación.

─No tengo problema con eso─. Dominic la tomó de la mano, levantándola─. Ambos queremos sexo sin compromiso, y tus condiciones me gustan.

Brooke sonrió, dejando caer su casaca al suelo.  
─Veo que nos entendemos─. Musitó, acariciando el brazo del chico. 

─Mejor de lo que creí─. Completó. 

Dominic la besó, jalando su blusa de encaje negro con suavidad. Le quitó la prenda con lentitud, apreciando su piel clara. Pasó una mano por su pecho, acariciándolo sobre el sujetador. Él sonrió, pensando lo fácil que era desvestirla. En el reino, los vestidos tenían tantas capas de tela, que demoraba en sacarlas. 

Brooke disfrutó el tacto del chico, quitándole el polo también. Pasó una mano por su torso, y elevó la mirada, buscando sus ojos verdes. 
─Ya no estás tan delgado como cuando te conocí─. Susurró. 

Dominic ladeó una sonrisa, empujándola sobre la cama. Se inclinó hacia adelante, quedando a pocos centímetros de su rostro. 
─Llevo ejercitándome todos estos meses.

Brooke rio, jugando con su cabello.
─Me gusta. 

Dominic volvió a besarla, quedando encima de ella. Acariciaba su cuerpo sin despegarse de sus labios, y rio bajo al escucharla jadear. Colocó una mano tras su espalda, luchando por quitarle el sujetador. Quería terminar de desnudarla, antes de hacer que se arrodille. 

Brooke se separó un poco de él, empujándolo para que se siente. Vio el deseo crecer en su mirada, y mordió su labio, provocándolo. Sin embargo, debía aclararle algo antes de continuar. 
─Solo una vez─. Recalcó. 

Dominic asintió, metiendo una mano en su pantalón.
─Solo una vez─. Afirmó. 

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