Introducción.

Su mano sujetaba el boli como podía. Todavía no creía lo torpe que había sido ese día en la práctica. ¿Cómo es posible tropezarse csu mismo pie y caerse sobre la mano? No es que hubiera sido grave, pero lo que más le dolía era el simple hecho de que ese día tenían firma. Era diestro y a pesar de que había intentado escribir con la izquierda le era imposible. Frustrado salió al escenario dispuesto a pedir disculpas la veces que hiciera falta. Esa vez no podría dejarle ningún mensaje a esas personas que lo habían dado todo por el. Se sentaron en las sillas y puso su mejor sonrisa.

Siempre te quedabas prendada cuando sus labios se curvaban hacia arriba mostrando sus dientes blancos y perfectos. Habías intentado compararla con cualquier sonrisa pero esa siempre sería tu favorita. Kim NamJoon te tenía hechizada. Tu mano tembló cuando unos ojos se posaron sobre ti, o eso pensabas tu ya que poco después te diste cuanta de que estaba mirando el cartel que las chicas de atrás sujetaban y alentaban. Suspiraste rendida. ¿Cómo alguien como el iba a reparar en ti? Avanzaste un paso con la cabeza gacha. Por fin, después de mucho esfuerzo habías conseguido convencer a tus padres de que te dejarán ir. Les seguías desde que empezaron, y desde ese entonces tu sentimientos por NamJoon seguian creciendo cada día.

Nerviosa subiste la escalerita que llevaba al escenario esperando tu turno. J-Hope te estaba esperando con una sonrisa y su particular alegría de siempre. Su buen humor se te contagió y los nervios se esfumaron por un momento. Adorabas tanto a los siete... Fuiste pasando de uno en uno, encandilandote por las distintas personalidades de cada uno hasta que llegaste a él.

El chico agitó la mano despidiéndose de esa pequeña con el pelo rosa. Había sido enternecedor como la niña, de no más de nueve años, le había dado un dibujo de los que supuestamente eran ella y él. Se giró despuesto a seguir con la fila cuando reparo en una mirada marrón increíble. Se obligó a cerrar la boca cuando te paraste delante suyo. Nunca había visto unos ojos que transmitieran tanto como los tuyos.

— Hola - dijiste con una sonrisa avergonzada en los labios.

Namjoon sonrió.

— Hola - dijo tiernamente.

Sin pensarlo su mano salió disparada hacia la tuya y la envolvió con cariño. No sabía lo que le pasaba pero en cuanto te había visto algo en su estómago se había revuelto. Os quedasteis unos segundos así, mirandoos embobados.

— Me encanta tu sonrisa - dijisteis a la vez.

Reisteis al ver la escena ñoña que acababais de montar y con los nervios a flor de piel empezaste a soltar tu discurso que te habías preparsdo en casa. Querías que supiera que era lo más bonito que habías visto nunca, que con solo una sonrisa alegraba tus días y que le amabas demasiado como para dejar que nadie le hiciera daño. Namjoon apretó tu mano y dibujo con el dedo circulitos sobre tu palma. Ahora si que se odiaba por no poder escribirle algo bonito en el disco.

— Gracias por todo lo que has dicho - se acerco un poco más inconscientemente - ¿nunca te han dicho lo bonita que eres? - negaste con la cabeza con las mejillas sonrosadas, - pues te prometo que te lo voy a decir todos los días a partir de ahora - su mano paso esta vez a su mejilla y tu acomodaste tu cabeza a su mano.

Una sonrisa sincera nació en tu boca y una pequeña lagrima salió de tu ojo. Ni en tus mejores sueños habías imaginado todo esto.

Jimin miro hacia su lado un tanto impresionado por el comportamiento que estaba teniendo el mayor con la chica. Nunca antes le había visto ser así de atento con alguien, parecía un crío ilusionado porque su madre le había comprado ese juguete que tanto queria. Soltó una pequeña risa al ver que ya tenía algo con lo que molestarle el resto del día y le dio una patada por debajo de la mesa.

— Siento interrumpir chicos pero estáis haciendo overbooking* - dijo subiendo las cejas.

Os separateis al momento y os echasteis una última mirada antes de salir del escenario deprisa y corriendo. Namjoon se quedó mirando la escalera por donde la chica había salido con prisas. Llamó a su manager, le dijo algo al oído y salió corriendo en la misma dirección. A lo mejor luego en la casa le mataban los chicos porque lo que iba a hacer pero más se iba a arrepentir si dejara escapar a la primera persona que le hace sentir así.

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*que están haciendo cola o hay mucha gente (lo dice mucho mi madre no se si existirá de verdad o si esta bien escrito)

Bueno hasta aquí el capítulo de Nam, espero que lo disfrutéis muchísimo. Creo que acabo de describir lo que me encantaría que me llegara a pasar algún día jajaja. Muchos besoooos. Fighting!!