5 ; Pero sí podemos hacerlo

Cuando mis ojos se abren lo primero que veo es a un Liam preocupado, que, al verme, suelta un suspiro y se lleva ambas manos a la cabeza.

  —Dios, que susto me diste  —murmura para si mismo mientras yo me obligo a despabilarme.

Me encuentro en mi cama, en la casa de Noah, tapada por una cálida cubija y descalza. Durante unos segundos me mareo debido a la confusión pero no tardo mucho en unir cabos. Se ve que de alguna forma salimos vivo de aquel ataque, y luego de ello me trajeron aquí, probablemente luego de llevarme con Deaton.

  —¿Cómo están los otros?  —pregunto en cuánto la duda cruza por mi mente.

  —Están bien  —responde Liam seco, como esforzándose por no sonar enojado y acabando por sonar brusco.

Él mantiene su mirada en algún punto de la habitación y entonces yo me siento culpable. Es como cuando mi padre me castigaba, pero aún peor porque se trata de mi novio y sé que él no me castigará, o no señores, él simplemente me hará sentir horrible por no haberle contado lo que planeábamos hacer.

  —Liam, yo...

  —Ni te esfuerces Riles  —Me interrumpe finalmente mirándome—. Creo que eres alguien lo suficientemente inteligente como para entender lo estúpido que fue no avisarme.

¿En serio voy a tener que lidiar con esto apenas despierto?

  —No queríamos molestarte  —Me excuso, mirando a mi novio con pena—. Sabía como te sentías por lo de la coyote...

  —Amara  —Me interrumpe—. Su nombre era Amara.

La mirada del rubio se oscurece al mencionar a la chica, y mi cuerpo se estremece ante ello. Me siento a su lado luego de un suspiro y dejo caricias por su brazo intentando reconfortarlo.

  —Liam no podemos traerla devuelta  —Suelto luego de un largo silencio—, pero podemos evitar que a otras personas les pase lo mismo.

Noto a mi novio tensarse y entonces giro mi cabeza para así mirarlo, esperando que él también lo hago. Tarda, pero al finalmente hacerlo, me mira con sus ojos brillando de una forma particular, y no hablo de que me mira como si estuviera completamente enamorado, ni tampoco con sus ojos brillando en dorado, sino con esperanza, o ilusión, sólo que ese brillo con combina con su mirada triste.

  —Pero sí podemos.

Sus palabras me generan un escalofrío que recorre toda mi espina dorsal y entonces lo suelto, intentando encontrar algo en su expresión que me indica que sólo está desvariando. Pero no lo logro, porque lo dice en serio.

  —Liam...

  —Eres una Dikura de la justicia Riles  —Él se apresura a tomar mis manos y ejerce mayor presión en su agarre para recalcar sus palabras, como si no fuera consciente de ellas—. Has revivido a personas antes, a Abby, a Allison, ¡Incluso a ti misma! Yo sólo... 

  —¡Está bien, suficiente!  —Lo interrumpo levantándome—. Entiendo que estés mal Liam ¿Bien? Yo también lo estoy, todos lo estamos  —suelto con mi ceño fruncido—. No eres el único que siente que esa chica murió por no haber estados listos  —digo enojada, es que en verdad no puedo entender que él me esté pidiendo esto— . Pero, ¿Escuchas lo que estás diciendo? Empecemos por que a Abby la reviví a medias, que a Allison ni siquiera la reviví yo sola y que, cuando yo reviví, traje a personas como Theo devuelta, y quien sabe a cuantas más iguales a él.

  —Pero también trajiste Isaac  —Liam se apresura a decir, instiendo—. Sí, está bien, tu grito tiene un lado malo, creo que eso quedó bastante claro el año pasado, pero también uno bueno, ¡Uno muy bueno!

Sus ojos no pierden esa esperanza de que haga lo que me está pidiendo, y que sea incapaz de comprender como me siento no sólo me enoja sino que me decepciona y, en gran parte, me duele.

Bajo mi cabeza obligándome a tranquilizarme y entonces abro la puerta de mi cuarto.

  —Liam, voy a pedirte que te vayas  —digo sin mirarlo.

  —¿Qué?

  —Que estás siendo un verdadero idiota y, por favor, te vayas.

Siento la mirada de Liam puesta sobre mí pero yo evito mirarlo, durante unos segundos, él no se mueve ni dice nada y temo que ponga todo más difícil, supongo que está esperando que diga algo más, pero no lo hago, y entonces el sale de la habitación.

En el silencio, escucho los pasos por la casa que el rubio da, y, cuando sale dejando un portazo, me siento completamente terrible.

( ... )

  —¿Qué haces aquí?

La castaña al otro lado de la puerta me abraza con fuerza y entonces me veo obligada a contener el llanto.

  —Te sentí  —responde la cazadora dejando caricias en mi espalda y luego cerrando la puerta detrás de ella—¿Fue Liam?

Puede que gracias a nuestra conexión, o simplemente porque es algo obvio, ella comprende que sí con tan sólo una mirada, por lo que me abraza nuevamente con la misma intensidad que antes y, esta vez, sí suelta algunas lagrimas.

  —Es un idiota  —suelta ella por lo bajo, lográndose una mala mirada por mi parte—¿Qué?  —Ella alza ambas cejas—¿Tienes alguna objeción?

  —Él está estresado...

  —No es una excusa  —Allison niega con su cabeza, frunciendo su ceño ligeramente—. Todos lo estamos, y aún así no nos lastimamos entre nosotros  —suelta luego, y yo quiero continuar defendiendo a mi novio pero tiene razón—, ¿Qué fue lo que hizo?

  —Me pidió que reviva a Amara  —respondo—, la coyote que murió.

  —Ay, linda...

Allison sabe lo que siento, y por ende lo que gritar de esa forma significa para mí. En parte agradezco no tener que explicarlo, sé que al menos ahora Liam no lo entendería por ejemplo, y es que si se lo intentara explicar a Mason, Abby o Zoey no sabría como. Porque no es como algo que pueda describir con simples palabras o comparar con algo que puedan comprender ya que no hay nada parecido, pero no tengo que hacer eso con Allie, y resulta un gran alivio.

  —¿Soy egoísta?  —pregunto entonces, con mi voz saliendo en un hilo.

Puede que a simple vista no lo pareciera, pero mi discución con Liam verdaderamente me afectó. Él siempre estuvo para mí, comprendiendome, apoyándome, y ahora, de repente, eso cambio. O, la posibilidad en la que he estado pensando desde que salió de la casa, es que no o haya hecho, y que sólo sea yo mirando las cosas del ángulo equivocado.

¿Qué tal si él tiene razón?

Puedo revivir a la chica. Soy capaz de hacerlo.

  —Claro que no lo eres Riles  —Allison me reconforta, tomando mis manos—. El idiota estresado de tu novio no tiene derecho a hacerte creer eso.

  —Basta Allie  —Le advierto—. Para él es diferente... Siente como si Scott lo hubiera dejado a cargo y ahora le estuviera fallando ¿Entiendes?  —La castaña muerde su labio inferior, no sé distinguir el porque, y entonces asiente.

  —Sigo con lo que dije  —suelta encogiéndose en hombros—. Todos estamos lidiando con cosas.

Unos segundos de silencio se cuelan entre nosotras sin previo avisa, no nos miramos, pero eso tampoco resulta necesario. Como dije, la conexión que tenemos desde que ella me contactó desde el otro lado, vuelve todo mucho más fácil entre ambas.

Puedo revivir a la chica.

  —¿Pero quieres hacerlo?  —Allison se cuela de repente entre mis pensamientos.

Mis ojos buscan los suyos y, al encontrarlos, asiento con seguridad.

Liam tiene razón. Podemos traer a la chica de vuelta.

  —Supongo que iremos a la morgue entonces.   

     

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