4 ; El radar humano
Con el sol ya escondiéndose en el horizonte, Brett y Lori aparecen en la entrada de la reserva natural, saludándonos con una ligera sonrisa y un movimiento de cabeza. Yo lo respondo algo incomoda, personalmente no los conozco, y lo único que sé acerca de ellos es que son hermanos, hombres lobo, y parte de la manada de Satomi, ah, y gracias a Abby, que el mayor es bisexual.
La que sí parece disfrutar el encuentro es mi mejor amiga, la cual ya se encuentra pegada al rubio con una mirada llena de picardia. Aún me cuesta comprender como ella puede trazar un plan, ejecutarlo, y mientras, ligarse al chico que le gusta. Lo cierto es que admiro a mi mejor amiga.
—Entonces, ¿Cuál es el plan? —pregunta Lori cruzándose de brazos, mientras que su hermano y mi amiga se ven demasiado ocupados dedicándose sonrisas.
—Yo lo soy —responde Zoey, encogiéndose en hombros, Lori frunce el ceño, claramente sin comprenderla.
—Creemos que ella puede rastrear la magia —explica Mason, a lo que la rubia asiente.
—¿Y entonces por qué estamos todos aquí?
—Porque la usaremos como radar humano para encontrar a los asesinos —responde ahora Allison, bajando del auto que acaba de llegar segundos atrás y dedicándome una sonrisa—. Y entonces los detendremos.
—¿Tu padre no viene? —pregunto frunciendo mi ceño de forma ligera, no es que desconfíe en que podamos contra esta amenaza, es sólo que Chris está más experimentado.
—Él ni siquiera sabe que estoy aquí —responde la chica, a lo que yo asiento, tragando saliva con dificultad.
Bien, no contar con Chris es definitivamente un punto en contra, además, contamos con el hecho de que, a diferencia de la manada de Scott, no somos un grupo unido, de hecho, esta es la segunda vez en que nos reunimos todos, y como si todo ello no fuera suficiente, nos falta Liam, quien probablemente es el más experimentado de todos.
—Muy bien chicos —suelto luego de un suspiro, captando la atención de todos los presentes—. Haremos esto —digo, aunque ni siquiera yo estoy completamente convencida acerca de ello—, detendremos las muertes ¿Bien? Nos hemos enfrentado a cosas feas antes, Wendigos—comienzo a nombrar, mirando a Mason—, Theo —ahora miro a Abby—, una versión malvada de mi misma, ¡La mismísima muerte! —Allison sonríe levemente frente a mi repentina emoción—, si pudimos contra todo eso, podemos con un poco de abracadabra.
—Ehm, mi hermana y yo no nos hemos enfrentado a nada de eso —comenta Brett, ganándose una mala mirada por parte de todos.
—Sí, y no es por seguir negativa pero enfrentarnos a Theo me dejo en coma —agrega Abby, por lo que frunzo mi ceño y me cruzo de brazos, ofendida.
—Había sido un buen discurso inspiracional —lamenta Mason, pero el daño ya está hecho.
—Cuando quieras Zoey.
La castaña asiente y cierra sus ojos.
Todos los presentes mantenemos nuestra atención sobre la castaña, quien durante un buen rato parece simplemente estar parada en el medio de nosotros sin hacer nada. Nuestra atención comienza a divagar con el paso de los minutos, Lori y Mason están concentrados en sus celulares, mi mejor amiga y Brett se murmuran cosas y, para este punto, las únicas que parecemos continuar atentas a Zoey somos Allison y yo.
La castaña comparte una mirada conmigo y sé que ambas comenzamos a tener dudas sobre el plan, pero, justo cuando ella da un paso hacia mí, dispuesta a hablarme seguramente de alguna alternativa, Zoey toma una bocanada de aire echando su cabeza hacia atrás.
El movimiento es tan repentino que Mason suelta un grito y todos damos un paso hacia atrás. Un fuerte viento nos golpea de repente y yo me esfuerzo por convencerme en que todo lo que escucho es el silbido del aire y voces susurrándome que la muerte se está acercando.
Delante de la castaña unas cuantas hojas comienzan a flotar en hilera, y ella, como en una especie de trance, avanza siguiéndola.
—Bueno, el radar humano está funcionando —suelta Brett, yo le dedico una breve mirada antes de tragar saliva.
Una parte de mí esperaba que no lo hiciera y así poder ir a mi casa a dormir y descansar lo suficiente como para mañana no parecer un zombie en la escuela.
—Intenso —dice Mason antes de comenzar a seguir a Zoey a la par de Lori.
—El rastro se interna en el bosque —comenta la rubia junto al moreno.
Oh, claro que lo hace.
—No bajen la guardia —advierte Allison, y yo tomo muy en serio sus palabras.
( ... )
Avanzamos en silencio durante un buen rato, todos, siguiendo la palabra de la cazadora, nos mantenemos alertas al más mínimo ruido o cambio en nuestros alrededores, cada vez que uno cree ver una sombra, o escuchar algo extraño, nos detenemos enseguida y le dedicamos unos segundos, todos menos Zoey, quien ni siquiera ha soltado un susurro desde que comenzó a caminar, y el estado en que se encuentra me asusta un poco, es como si estuviera poseída y eso resulta extremadamente perturbador.
Imagino que eso fue lo que sintieron los chicos el año pasado, cuando era yo la que estaba poseída.
—Conozco este lugar —suelta de repente Allison adelantándose a Zoey, captando la atención de todo el grupo.
—El Nemeton —completo yo, compartiendo una mirada con la Argent.
Zoey toma una nueva bocanada de aire y entonces gira a mirarnos.
—Chicos no creo que esto funcione —dice encogiéndose en hombros, pero luego de ello su ceño se frunce—. Esperen ¿Qué...
—Oh, funcionó linda —La interrumpe Abby.
No nos dispersamos mucho, Mason atiende a Zoey, que se nota algo confundida y el resto miramos alrededor, tratando y a la vez temerosos de encontrar señales de que, quien sea que haya estado aquí, continúe cerca.
—¿Tienen algo chicos? —pregunto a los lobos que nos acompañan.
—Hay algo extraño en el aire —responde Lori, seria.
—¿Extraño? —Abby frunce su ceño con repugnancia—Yo diría podrido.
—Es definitivamente algo podrido —afirma Brett, mirándome luego de ello—. Y no está muy lejos.
Trago saliva con dificultad y, mientras mi corazón late a un ritmo acelerado me esfuerzo por mantener mi guardia alta. Preparada para gritar si es que necesito hacerlo, por más que la idea me asuste.
—¿Estás seguro?
—Hay cosas extrañas sobre el Nemeton —dice Allison, captando mi atención—, y sea lo que sea, parece que fue interrumpido, puede que por nosotros —agrega únicamente acelerando mi ritmo cardíaco.
Hay muy pocas posibilidades de que no encontremos lo que estamos buscando.
Genial.
El viento sopla nuevamente y la brisa parece hablarme, y viendo la situación en que me encuentro, por mucho que me perturbe, la escucho, me concentro en ella y en esas pequeñas voces que parece formar.
Apenas comprendo unas eses, entonces el viento sopla un poco más fuerte y aparecen unas vocales, y cuando las voces comienzan a aclararse, mi concentración se ve interrumpida.
—¡Pulvire tempestate! —Se escucha un grito que parece resonar como un eco en los árboles.
Las hojas, ramas, rocas y la tierra esparcidas por todo el suelo de repente se levantan y crean una niebla que daña mis ojos y me genera cortes por todo el cuerpo, nuestra reacción primaria es gritar y, en el caos, las voces logran ponerse de acuerdo y hablar como un coro.
"Detrás de ti".
Un escalofrío recorre mi espina dorsal mientras volteo y cuando abro la boca, sin ver nada pero completamente dispuesta a soltar un grito, una mano me cubre la boca.
—Nada de gritos pequeña Banshee —susurra una voz que no conozco.
Abro mis ojos a causa del susto y la cara que veo frente a mí me genera nauseas. La mujer frente a mí es una anciana cubierta por una gabardina negra, repleta de heridas y arrugas, su nariz sangra de manera descomunal, hay zonas donde la piel le falta y la carne luce infectada.
Suelto un grito pero antes de que esa potencia especial (y me refiero a la que es capaz de matar a personas) pueda salir por mi boca, la mujer me interrumpe.
—Contritem faracium —susurra, interrumpiendome.
Mi garganta se cierra completamente de forma repentina, no tengo voz y tampoco puedo respirar. Caigo al suelo mientras lucho por algo de aire con la desesperación de la asfixia sumándose a los cortes que me genera la especie de ¿Torbellino? ¿Tormenta? De tierra que nos rodea.
—¡Riles! —Escucho gritar a Abby.
Escucho tres disparos de quien comprendo, es Allison y, antes de que todo se vuelva negro alcanzo a escuchar algo más.
—¡Malum rejicea! —La voz de Zoey lo inunda todo.
No sé de donde sacó esas palabras, porque se parecen a las que la putrefacta anciana dijo antes, ni que efecto tienen, y tampoco obtengo respuestas ya que, por la falta de aire, me desmayo.
¿Por qué siempre tengo la costumbre de desmayarme?
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PERDÓN POR TARDAR
estuve lidiando con la época final de escuela y ahora estoy libre.
claro que no es sólo eso, esta semana estuve libre pero apenas escribo ahora ya que no quiero traerles cosas mediocres, sino caps con sentido y sentimientos.
estoy comenzando a poner todo en orden aaaaaaaa espero que amen este final para mis hijos hermosos
comenten y voten plz, eso me re inspira.
Ah, y si quieren dejarme nombres acá me re ayudarían ahre le daba paja hacer nombres, idk necesito tener gente que sea compañeros de escuela de los chicos so, inventen su personaje y tal vez aparezca (?
ahora sí, espero actualizan más seguido, gracias por el apoyo y por seguir acá con Riley, su historia y sus amigos ahre bueno chau
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