Capítulo 3
—La maniática al ataque—
Anne agradecía internamente que el director dejara de hablar y de una vez todo su grupo fue llevado al salón de clases. Su mirada aburrida recordaba lo mismo que vivió una vez, observó como aquella pelinegra de ojos violetas decía con creces que sus padres eran personas importantes, como los demás seguían charlando acerca de ganar dinero en su primer año y lo que más le sorprendió fue ver a una tranquila Hatsume Mei
"La primera vez que la noté, fue en la primera clase en nuestros talleres, el suyo explotó" Desde entonces, ella la regañó mientras que con su quirk arregló todo, ganándose el cariño de su profesor y el apodo de "senpai" a pesar de tener la misma edad y estar en el mismo curso.
Anne suspiró y se dijo que comenzaba a pensar un poco más en su alrededor, esto le traería dolores de cabeza
—Algo le ocurre a mi querida clienta— Aquí un ejemplo— ¿Por qué me ignoras? Eres muy cruel— Dijo el pelinegro mientras caminaba en el techo y volvió a bajar para colocarse a su lado— Anne-chan—
La rubia detuvo su andar y esperó a que todo el grupo se alejara, una vez que el último giró en la esquina, la ojerosa frunció su ceño en dirección al pelinegro.
—No dejaré que me llamen loca por hablarle a la nada—Respondió en un tono enojado— Además, deja de seguirme a todas partes— Anne decidió continuar su camino antes que la reportaran como inasistida.
—Creo que no se va poder— Dijo Yue siguiéndola— Me olvidé de decirte la última condición— Anne cerró sus ojos por un momento mientras giraba en la esquina, en verdad es muchísimo peor que tratar con los amigos de su hermana y su hermana borrachos.
—¿Qué?—
—Obligatoriamente, debo seguirte— Yue aguantó la risa lo mejor que podía al ver el rostro de la rubia tratando de evitar gritar y mandarte a pastar.
Anne entró un momento después con la escusa de en que fue al baño. Por suerte, Higari-sensei la dejó pasar y completando así el registro de todos sus alumnos este año
—Muy bien muchachos, les doy oficialmente la bienvenida al Departamento de Soporte— Habló claramente el adulto— Y supongo que saben cuales son las metas impuestas para este año—oh!—Exclamó el pro-héroe— Mi nombre es Higari Maijima, conocido como Power load— Algunos exclamaron sorprendidos—Pero deben llamarme Maijima-sensei—
Anne se burló en su mente ya que luego de un mes que se conocieron, ella lo llamaba por su nombre al igual que un compañero de trabajo.
—Ahora es su turno de presentarse y explicarnos un poco su visión acerca de su carrera como los nuevos emprendedores— El maestro tomó asiento y escuchó atentamente la opinión de cada uno de sus estudiantes.
No como Anne quien miraba a la ventana mientras pensaba en la manera de golpear a un fantasma, tal vez crearía algo que solidificara las moléculas gaseosas o tal vez algo que corte la refracción de la luz sobre el cuerpo de Yue para así no verlo... aunque sería fastidioso volverlo invisible.
—Fukukado-san— Anne desvió su mirada adelante.
—Ah— Expresó con pereza mientras se levantaba de su asiento— Me llamo Fukukado Anne y pienso ser la mejor creadora de máquinas para héroes— Y tomó asiento para luego retomar su anterior posición. Su presentación corta creó bastante conmoción, más descontento que curiosidad.
—Veo que tus metas son fijas— Exclamó el maestro mientras seguía con la siguiente—La siguiente... Hatsume-san— Anne desvió su atención hacia la pelirrosa quien se mostraba muy emocionada.
—Mi nombre es Hatsume Mei y mi objetivo es que mis "babys" sean conocido por toda la industria de soporte técnico— Eso causo algunas burlas entre sus compañeros, pero Anne se dio el lujo de sonreír un poco por su futura nueva amiga.
—Y la loca debe llevarse con la maniática—Comentó el tormento de Anne.
—Cállate maldito fantasma pervertido— Susurró para que nadie más la escuchara.
—Disculpa, no te escuché— Dijo con burla para ver si Anne le seguía la corriente.
Pero solo ignoró su existencia y puso atención en las cosas que debía anotar por ser primer día.
Al ser el primer día, las clases solo duraban hasta la mitad del día para todas las clases excepto el curso de héroes. Anne caminaba por el pasillo que los llevaba a sus respectivos talleres, sus pasos se detuvieron frente a una puerta metálica que bien conocía.
Estiró su mano hacia el frío metal y recordó de su anterior vida la emoción que sintió al tener un lugar más equipado que en casa de su hermana. Sus delgados dedos rozaban la superficie por unos segundos más hasta que los apartó mientras dejaba salir un suspiro.
—¡OH!— Un saludo terminó por asustarla y el pálido rostro de la rubia giró en dirección a...
—¿Hatsume?— Dijo confundida.
—Un gusto, Fukukado-san— Anne estaba sorprendida de que la maniática a la tecnología la llamara normalmente—Tú también vienes a ver los talleres— Los ojos verde marino de Anne observaron como la pelirrosa dejaba su bolso en el suelo y observaba la pantalla para colocar los códigos.
"Se supone que mañana sería la primera vez que hablaríamos..." Pensó totalmente confundida mientras Hatsume parece que utilizó su quirk y se agachó en busca de algo en el bolso.
—Si fuera tú, ya me iría— Comentó Yue mientras que Anne cerró sus ojos enojada. La rubia pálida decidió actuar.
—Hatsume, no irás a—
—¡Sí! Mi emoción para comenzar el trabajo no puede esperar— Con diversos destornilladores comenzó a retirar la tapa y observó los cables que rodeaban a la tabla de números. Con mucha velocidad, la pelirrosa logró acceder y la puerta retiró el seguro.
Pero no todo es fácil y como predijo la de cabellos rubios, Hatsume todo debe arruinar. Rápidamente Anne tomó de la muñeca a la pelirrosa antes que entrara al taller.
—Fukukado-san, suéltame por favor— Dijo la de ojos ocres con una sonrisa, pero Anne no la iba a soltar.
Segundos después una alarma comenzó a sonar en el pasillo y pues eso sería un problema más que no necesitaba.
En cuestión de minutos, ambas terminaron fuera de los portones de la UA bastante agotadas, más Anne quien se dedicó a arrastrar a la compulsiva al trabajo de Hatsume. En verdad estaba aguantando con todas sus fuerzas para no mandarla al cuerno.
¡Eso es vandalismo!
—Tú... tú en que estabas... pensando—Dijo la ojerosa con las manos apoyadas en sus rodillas, mientras trataba de recuperar el aliento.
—Yo... yo pensé que desactivé la alarma de seguridad...— Mei estaba en las mismas que Anne, ambas estaban sudorosas por correr tanto y la gente que pasaba por ahí las observaban con extrañeza— ¡Tú corres muy rápido!—Expresó esta con una mirada que ya conocía.
—No, no necesito ningún aparato y tampoco una mejora para mi quirk— Dijo Anne, quien ya recuperó la compostura y decidió caminar en dirección a casa.
—¡Espera!— Y obviamente la pelirrosa no la dejaría así nomás—¿Cómo supiste que iba a ofrecer una mejora? ¿Acaso tu quirk es adivinar? Si es ese, tal vez en casa tenga un prototipo para mejorar las ondas-
—No, ese no es mi quirk y ya dije que no necesito tus aparatos— Habló de manera cortante la rubia.
Cualquiera se hubiera alejado de ella por ser tan grosera, pero no estamos hablando de cualquier persona, sino alguien que no se rendía fácilmente y esa era Mei Hatsume. La chica alcanzó a la rubia nuevamente mientras le sonreía por alguna extraña razón.
—Voy a adivinar el quirk que tienes—
—Y... ¿Quieres que te aplauda?— Anne estaba de mal humor ya que Yue en ese momento la estaba molestando por su rostro rojo de haber corrido durante solo 30 segundos y pues ese es el motivo suficiente.
—No—Dijo segura la pelirrosa quien se adelantó unos pasos más para luego pararse frente a la ojiverde—Quiero que seamos amigas— Afirmó con más seguridad que antes.
—Tú si que estás rodeada de gente extraña, Anne-chan— Expresó con total cinismo el rey de los raros.
Anne suspiró y miró directamente a la chica con el quirk de "zoom"
—Te aseguro que hoy no lo lograrás— Y decidió caminar por un lado hacia casa. Mei la siguió mientras decía todos los quirks que se le ocurría en ese momento.
—Risa— Anne frunció sus cejas, acaso la ve como el chico payaso de la clase general o tal vez el quirk de su hermana.
—No—
—Entonces, es rayos x— Concluyó la de cabellos rosado mientras ambas doblaban en la esquina—Ese es tu quirk ya que te diste cuenta que no corté el cable de la alarma— Dijo segurísima.
—No, además no necesitaba rayos x para ver el desastre que armabas— Sin embargo, Mei dejó salir una risotada.
Jamás la habían tratado tan mal, y de extraña forma, la manera en que lo hace Anne no la llega a ofender y mucho menos la hace sentir mal.
—Fukukado-san, en verdad eres muy graciosa. Serías la conejillo de indias perfecta— Anne estaba tentada de mandarla a pastar con el cuatro ojos de la clase de su hermana gemela, pero solo respiró profundo.
—Está bien, si no adivinas en un solo turno mi quirk. Me invitas a comer una hamburguesa en este momento— Mei aceptó enseguida y decidió ponerse frente a la rubia nuevamente.
Su mirada de zoom enfocaba los ojos de Anne para buscar alguna pista y algo curioso encontró en ellos.
—Tú puedes ver espíritus— En ese momento Yue, quien nuevamente apareció flotando por detrás de Mei, se asustó. Sintió el verdadero terror y a Anne le dio curiosidad— Es ese, no me puedes mentir Fukukado-san—
—Para mala suerte, ese no es mi quirk— Cerró sus ojos mientras que en su interior, una más pequeña pero diabólica Anne reía a carcajadas por ver la expresión pálida en aquel jodido y estafador fantasma pervertido.
—¿Entonces cuál es?—
—Mañana lo sabrás— Aclaró Anne mientras miraba la calle para cruzar— Ahora mi hamburguesa—Sabía que Mei llevaba dinero suficiente para dos combos de estudiantes en la franquicia del payaso.
—¡Está bien! ¡Mañana no tengo dudas de que lo conoceré!—
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