Episodio 8: La Espera Termino

[Time Skip, unos 4 minutos]

Los pasillos subterráneos de la Yakuza estaban desiertos, y eso era un alivio increíble para Izuku. El pelo verde corria sin parar, un poco de dolor en su cuerpo y con una Eri inconsciente en sus brazos, giro para dar vuelta a otro pasillo y siguió corriendo.

Con sus ojos pudo alcanzar a ver unas escaleras al final del pasillo, una cantidad increíble de esperanza y alegría hacían que su corazón latiera con mucha más frecuencia, su velocidad aumente y su agarre en Eri se apriete. Finalmente se acabo, después de quien sabe cuánto tiempo, al fin podrán salir de aquí... El y Eri... Podrían escapar y seguir su vida juntos...

Los pensamientos lo nublaron de la realidad y sin darse cuenta, ya estaba subiendo los escalones de 2 en 2. Pudo ver una luz al final de la escalera, la luz del sol tal vez, y eso lo motivó a ir aún más rápido ¿Hace cuanto no veía la luz del sol?

Regreso a la realidad en el momento que chocó contra alguien que estaba a punto de bajar las escaleras, ambos cayeron al suelo, Izuku cubrió con los brazos el dormido cuerpo de Eri.

Al abrir los ojos se encontró con la imagen de una linda y adorable chica castaña, con marcas rosadas en sus mejillas y un traje rosa y negro ajustado que se asemejaba al de una astronauta. Ella era una estudiante de la UA y pasante en la agencia de la heroína Ryukyu, Ochako Uraraka alias Uravity.

Uraraka: -dandose cuenta de la presencia de Izuku- ¡Oye, ¿Estas bien?!

Izuku: ¡¿Dónde hay una ambulancia?! -exclamó mientras se levantaba del piso con Eri en sus brazos, sin importarle le pregunta sobre su estado-

La chica iba replicar y volver a preguntar, pero inmediatamente vio el cuerpo de Eri en los brazos de Izuku. No estaba segura de quienes eran estos tipos, pero no podía sentir o verlos como villanos y a lo mejor eran civiles.

Así que, arriesgandose a ser atacada por posibles villanos actuando, Ochako Uraraka los ayudo.

Uraraka: -levanto las manos a la altura del pecho, tratando de no parecer amenazante- Esta bien, te llevaré a una ambulancia, pero tienes que calmarte.

Esto pareció relajar aunque sea un poco a Izuku, pues la chica tenía razón, debía calmarse. El apuro sólo haría que tomará decisiones precipitadas, y las acciones precipitadas podrían causarle daño a el y a Eri...

Y eso no lo podía permitir.

Izuku: Si... -controlando su respiración- Una ambulancia, por favor.

La heroína en entrenamiento abrió los ojos al escucharlo, habiendo olvidado momentáneamente a la niña inconsciente en los brazos del chico pelo verde. Rápidamente se dio la vuelta y le hizo seña de que la siguiera al exterior, a la libertad.

En cuanto ambos salieron del interior de la casa, la luz del sol golpeó directamente en el rostro del pelo verde, haciendo que gruñera y cerrará los ojos. Los mantuvo cerrados un poco antes de abrirlos y volver a cerrarlos, repitió el proceso unas cuantas veces antes de que sus ojos finalmente se acostumbren de nuevo a la luz.

Al parecer, mientras que el trataba de adaptarse a la luz, la chica había llamado a unos paramédicos que vinieron corriendo con una camilla.

Paramédico(1): Joven, por favor, ponga a la niña en la camilla. -pidió con tranquilidad junto a su compañero-

Izuku apretó ligeramente su agarre en Eri ante el pedido, pero después de unos segundos cedió y recosto a la pelo grisáceo en la camilla.

Paramédico(2): -poniendo una manta en los hombros de Izuku- Joven, póngase la manta y cubrase de la luz.

El pelo verde agarró la manta y se la colocó de forma que cubriera la mayor parte de su piel, pues la brillante luz solar le quemaba la piel debido al tiempo que estuvo sin luz natural. Hasta ahora no se dio cuenta de la poca coloracion que tenia en la piel. Al terminar, fue guiado por el mismo paramédico hasta la parte de atrás de una ambulancia donde se sentó y subieron la camilla donde Eri descansaba.

Antes de que cerrarán las puertas de la ambulancia y arrancará rumbo al hospital, el pelo verde vio que la chica lo miraba y le dedicó una sonrisa, como forma de agradecimiento.

Uraraka se sorprendió por la sonrisa que recibió, pero se recuperó y le respondió con una sonrisa brillante y las mejillas sonrojadas. Izuku tenía que admitir que se veía linda.

Entonces cerraron las puertas y dejaron de verse.

Después de eso, el pelo verde se acercó a la niña dormida mientras le sonreía y lloraba de alegría.

Izuku: Oye, Eri, lo logramos. -su sonrisa sólo se hizo más grande y más lágrimas cayeron- Lo logramos, lo logramos...

Seguía repitiendo eso, realmente feliz de que lo hallan hecho. Sin darse cuenta, una de sus lágrimas cayó en una de las mejillas de la niña, y ella sonrió.

Sus palabras y alegría, llegaron a ella.

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