Episodio 4: La Calidez en la Fria Oscuridad
[Habitación de Eri.]
La pequeña niña seguía recostada en su cama, durmiendo tranquila y placenteramente, disfrutando de las pocas horas que tenía para descansar hasta que Overhaul vuelva y la lleve a esa silla que le hacía daño.
Lentamente fue despertando, notando la misma fría oscuridad y soledad que había en su habitación. Algo que nunca cambiaria.
Abrió los ojos con sorpresa al darse cuenta de que el pelo verde ya no estaba en la habitación. De repente, comenzó a sentirse nerviosa y con frío, pero no de un frío de la temperatura que afectaba tu piel.
No.
El frío que estaba sintiendo, era el tipo de frío que se extendía por todo tu cuerpo, desde adentro, y no podías calmarlo estando en soledad.
Se recostó aun más en su cama, tapándose con todas las sábanas que tenía. Tratando inútilmente de deshacerse de esa fría sensación.
Eri: -apoyo su cabeza en la almohada, con lágrimas saliendo de sus ojos- ¿D-donde está? -se pregunto, pensando en donde estaría Izuku-
De la nada, un nuevo miedo la comenzó a carcomer por dentro, el miedo de que lo haya borrado...
La pelo grisáceo comenzó a respirar erráticamente, sus miedos y nervios se estaban yendo más allá de lo que solía soportar. Esto era demasiado para ella, por primera vez desde que recuerda, sintió algo bueno por parte de alguien.
Y, por primera vez... No sentía miedo de alguien.
Pero el sonido de la puerta de su habitación la trajo a la realidad y distrajo sus pensamientos por un momento. Miraba con temor la figura musculosa que estaba en la puerta, sin entrar a la habitación.
Overhaul: Tiralo. -ordeno con naturalidad a su subordinado que acató la orden-
El hombre musculoso arrojo algo al piso de la habitación, un cuerpo, para luego cerrar la puerta y que la habitación vuelva a estar a oscuras.
Eri: -miro el cuerpo con temor y sorprendiéndose al notar el cabello verde que tenía-
La pelo grisáceo se bajo de la cama, con lentitud al no estar acostumbrada a caminar mucho hacia alguien. Se puso de rodillas se quedó viendo en silencio el cuerpo boca abajo del pelo verde.
Hasta que el se dio la vuelta y demostró su rostro, estaba más pálido y cansado de lo que ella recordaba. También noto como sus manos estaban en el mismo estado que su cara, eso la preocupó.
Izuku: -abriendo los ojos con algo de dolor por el choque contra el piso- Oh, hola Eri... -sonriendo con dolor y cansancio, tratando de alegrar aunque sea un poco a la niña-
Eso era algo a lo que estaba acostumbrado, sonreír a pesar del dolor, cansancio, tristeza y furia que sienta. Pero por primera vez, no lo hacía para ocultar su sufrimiento a su madre y no preocuparla demasiado.
Esta vez, lo hacía para despreocupar a otra persona que estaba en un estado mental igual o peor que el. Por alguna alguna extraña razón, su corazón latió con algo de felicidad y calidez ante eso.
Estaba sonriendo, para salvar y tranquilizar a una pequeña niña.
Justo, como lo haría un héroe.
Eri: -comenzando a llorar mientras veía al pelo verde- ¡S-señor! -lanzándose a abrazarlo a pesar de que estaba en el suelo-
Izuku no pudo evitar sorprenderse ante ese acto de la pelo grisáceo, retuvo sus quejidos al sentir sus pequeños brazos rodear su agotado cuerpo y fue acomodándose para sentarse y abrazarla con cuidado. Podía sentir como las lagrimas de ella mojaban su camisa y humedecían su pecho, pero no le importaba, ella necesitaba ayuda urgentemente.
Y el se encargaría de ayudarla.
Izuku: Jeje, tranquila Eri. -sonriéndole y acariciando su cabello grasoso, escuchándola sollozar en su pecho- Por cierto ¿Por qué me llamaste "señor"? -sonriendo de lado con algo de gracia, su edad era solo la de un adolescente-
Eri: -se tenso ante esa pregunta, creyendo que lo había molestado de alguna forma- L-lo siento... -su voz fue tan baja que el pelo verde apenas pudo llegar a escucharla- E-e-es que no se su nombre...
Izuku: Oh, cierto... Jeje... -rascándose un poco la nuca al darse cuenta de que no se había presentado- Me llamo Izuku Midoriya, pero... -quedándose en silencio un momento, debatiendo si decir o no lo que pensaba-
La niña lo miraba con algo de curiosidad al ver que se quedo en silencio, esperando con paciencia lo que iba a decir. Puede que no lo parezca, pero era bastante buena leyendo el ambiente y las expresiones, a pesar de que no sabia el nombre de los sentimientos o su significado.
Y la expresión pensante que había adoptado el pelo verde, fácilmente supuso que lo que sea que iba a decir, era de una gran importancia para él.
Izuku: Puedes llamarme "Deku"...
Eri: -ladeo la cabeza a un lado al escuchar esa palabra, no sabia que significaba pero si que era importante para Izuku- E-esta bien, Deku... -apoyando su cabeza en su pecho, escuchando su corazón palpitar-
Ambos se quedaron abrazados juntos sentados en el suelo, disfrutando de la cálida sensación que se daban mutuamente, en ese oscuro y frio lugar.
Era...
Como una pequeña fuente de luz en mitad de toda esa oscuridad que la rodeaba...
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