Capítulo 01

01 | El omega marcado

Las luces de colores se ven reflejadas en los rostros y vasos plásticos de los universitarios de Seúl mientras bailan, beben y comparten entre ellos. Algunos risas, otros saliva, pero bueno era el pronóstico que se veía para las doce AM. La música hace danzar incluso a los ventanales de vidrio de aquella casa perteneciente a alguno de los miembros de la federación universitaria, y Taehyung no puede estar más feliz de que al DJ también le gustaran los éxitos de los 90s. Algo bueno tiene que haber.

Recién va llegando a la fiesta de bienvenida de la universidad puesto que entre mantener su pequeño departamento en orden, estudiar, aunque fuesen los primeros días del semestre, y preparar las fotocopias para sus tutorías, no le da tiempo siquiera para dormir. Pero la espera ha valido la pena, se ve precioso con su cabello castaño recién lavado y peinado.

Kim Taehyung es un omega guapo, y las miradas coquetas y saludos que obtiene mientras pasa entre medio de la gente, buscando a sus amigos, lo confirma. Su rostro parece esculpido debido al contraste de sus duras facciones y sus finos rasgos. Tiene una piel color caramelo preciosa, cejas gruesas sobre unos grandes ojos color avellana, una nariz redondeada y unos labios con forma de corazón. También es alto, casi tanto como un alfa, pero delgado, con una cintura y cadera pequeñas que hacen lucir sus hombros anchos.

Para cada persona que lo ve es todo un espectáculo, más aún para los estudiantes de nuevo ingreso, ya que Taehyung va en el tercer año de su carrera.

Sin embargo se nota en su rostro y su postura lo tenso que se encuentra al estar rodeado de gente. En su recorrido se siente cada vez más inquieto. Incluso su lobo interno, que sería su lado instintivo, se va poniendo más alerta mientras se abre el paso entre la gente escuchando las frases de "hey guapo, ¿bailamos?", "te invito un trago", "¿a dónde con tanta prisa?" de gente intentando detenerle. Siente cada vez que quizás ser asocial y quedarse en casa no era tan mala idea.

Le manda un mensaje a sus amigos tratando de localizarlos, pero la señal de su celular está bastante mala.

« ¡TaeTae, por aquí!». Escucha un grito entre la multitud que le hace alzar la mirada y dar con Jennie, eufórica, desde la barra de la cocina haciéndole señas con el tequila que tiene en la mano, derramando un poco en el proceso.

Por fin se permite respirar una vez puede acercársele, luego de estar pasando codo a codo con un enjambre de borrachos. De suerte la pudo ver gracias a que la cocina estaba iluminada, pero el ruido que había entre la música y conversaciones hizo que apenas y escuchara el llamado.

— ¡Si viniste! Pensé que ya no llegabas— se queja la omega fingiendo una expresión triste—. Estudias como si te pagaran.

—Pago para estudiar, es lo mismo Jenn— responde con una pequeña sonrisa para luego arrugar la nariz. "No, es peor" se corrige a sí mismo.

Jennie es una omega que conoció en su primer año, ella es de la ciudad así que básicamente le "adoptó", ya que el dulce omega de aroma a miel viene de Daegu. En realidad Jennie es la persona más dulce que ha conocido, lo cual no va tan bien con su cero sentido del peligro. Por lo que puede notar, su amiga pelinegra ya se encuentra algo ebria, ese no es su primer tequila y su aroma a vainilla se ha puesto un poco más intenso de lo usual.

—Además no te iba a dejar sola— responde Tae quitándole la botella para beber un shot y servirse un trago.

Mientras busca un vaso, un alfa se planta frente a él ofreciéndole uno mientras le guiña. Tae lo acepta para luego rodar los ojos.

—Tú eres taaan lindo— le habla tiernamente Jennie extendiéndole su propio vaso para que le sirva, recibiendo un golpecito en la frente—. Oye, ¿y eso pod qué?— se detiene al darse cuenta de su error y tose para aclarar su garganta—.Digo ¿por qué?

—Pod qué—, imita el omega—, si quieres que tome contigo, tomarás un vaso de agua antes de seguir. Me agradecerás mañana.

Una vez servidos sus tragos, de agua y un cóctel respectivamente, se quedan conversando un rato en la cocina. Tae vuelve a sentir tranquilidad al estar con Jennie, a pesar de las miradas indiscretas que les lanzan debe ser cuando. Se divierten chismeando sobre las primeras dos horas que se perdió Taehyung, antes de que Jennie recuerde que dejó a sus amigos abandonados hace un rato.

Mientras se dirigen rumbo a la sala, con invitaciones a bailar que rechazan, la diversión se vuelve a borrar del rostro de Taehyung cuando siente que alguien le ha manoseado el trasero.

Rápidamente se gira dispuesto a enfrentar al asqueroso ser intocable que le ha puesto la mano encima, solo para no poder detectar quien fue entre tanta multitud, ve rostros conocidos y desconocidos de alfas, omegas y betas, pudiéndose apenas identificar quien es quien, quedándose con un disgusto en la boca. Entonces nota que las miradas de algunas personas se han detenido en él, tanto por su actitud como porque la camisa que llevaba sobre su camiseta se ha deslizado en su cuello, mostrando su marca.

De pronto se siente trasparente. Taehyung desliza su mano sobre ella de manera inconsciente, casi como si pudiera sentirla con vida propia. Volviendo en sí y olvidando el desagrado del acosador de hace un momento.

No era como si tratara de ocultarla, Taehyung debido su belleza es un omega conocido en la universidad, y por ende tarde o temprano todos terminaban enterándose de que estaba marcado. Habían muchos rumores al respecto, algunos si sabían la historia, otros la distorsionaban y, otros tenían la realidad totalmente alteraban.

Lo cierto es que hay dos hechos importantes. El primero es que pese a la marca, Kim Taehyung está soltero, no tiene un alfa. Y el segundo, es que la marca no se la había hecho alguna pareja, aquella marca se la hizo su mejor amigo, Park Jimin, cuando apenas se habían presentado como alfa y omega ante la sociedad. Y de aquello ya han pasado varios años. Una mueca se forma en su rostro al recordarle.

— ¿Taehyung qué pasa?— pregunta Jennie desconcertada, sintiendo como el estado de Tae cambió de un momento a otro.

Tae la mira parpadeando un par de veces antes de acomodarse la camisa y negar con la cabeza—. Ya nada, vamos.

El breve momento de desconexión le hizo recordar el verdadero motivo por el cual estaba aquí, en realidad es simple. Es un universitario estresado. El tiempo dedicado a sus estudios consume su tiempo, más las tutorías y ayudantías pagadas que hace. Pero siendo sincero, se mantiene ocupado por un tema que le acompleja más que aquello, y tiene todo que ver con la cicatriz en su cuello.

Finalmente no encuentran a los amigos de Jennie, pero el agua le sienta bien y deciden ir a bailar. Jennie acepta la invitación a bailar de un chico beta bastante decente. Justo en ese momento, a Taehyung le da una punzada.

Tiene un presentimiento, no, una corazonada. Esa sensación viene de la conexión que siente con Jimin. Le siente cerca. Frunce el ceño mientras se detiene a pensar, se supone que Jimin no vendría a la fiesta. El bajo retumba en el pecho de Taehyung mientras recorre las habitaciones en busca de alguien. Mas no le encuentra, con ciertos sorbos de aquel cóctel la fiesta parece un laberinto.

Decide no hacerle caso a su corazonada, volviendo a la sala tratando de ignorar las miradas hambrientas que lo siguen por la habitación. Termina recostado en una pared de la habitación apretando el vaso contra su pecho, tratando de encontrar algún rostro amistoso conocido mientras se reconforta con la idea de que no ha pagado un peso por los tragos.

Por otro lado está un alfa de primer año, básicamente esta es su fiesta de bienvenida. Jungkook había ingresado a la universidad de Seúl con una beca deportiva, entrando así al equipo de Hockey, ya que con sus calificaciones difícilmente lo hubiera logrado. Mas eso no le preocupa, según él es un chico con bastante suerte. Ya ha conocido a varios chicos del equipo y se está adaptando a la ciudad, ya que venía de Busan.

La verdad es que le encanta Seúl, se nota la diferencia en la capital. Todo tiene mil veces más vida e inclusive la gente es distinta. Fue bien recibido por sus compañeros de carrera, e incluso varios omegas le han invitado a salir. Y es que él no es para menos.

Jungkook es un alfa bastante guapo. Con su metro ochenta, sus muslos, abdomen y espalda marcados, tiene un cuerpo de adonis, gracias a que siempre ha sido atlético. Además su cabello negro le sienta bastante bien a su piel lisa y blanca, sus grandes ojos oscuros contrastan en ella. Así que es de esperarse que destaque como mínimo en su campus.

Entra al lugar con su nuevo grupo de amigos del equipo, llamando bastante la atención. Se instalan en una mesa con un grupo que les invita a jugar a la botella. Los chicos aceptan encantados sin embargo mientras se están instalando, viendo que no hay más sillas Jungkook decide servirse un trago e ir a dar una vuelta. Se mueve entre la multitud como si le perteneciese, su sonrisa despreocupada ilumina su rostro.

Llega a la sala donde todos están bailando, y sin querer sus ojos le encuentran. Es en un segundo que hace crecer una chispa en el pecho del alfa. Sabía que había llegado hace poco a la universidad pero, ¿por qué no conocía ese rostro?

Los ojos avellana del omega aparecen como dos estrellas bajo su cabello castaño ahora despeinado, el chico se lleva el cóctel a los labios y Jungkook observa como su manzana de adán se mueve hipnóticamente. En un instante cuando la multitud se mueve y los astros se alinean, nota lo alto que es, lo delgada de su cintura y sus largas piernas. Es fácilmente el chico más sexy que ha visto.

El omega no puede evitar seguir la línea de sus hombros anchos bajo su camiseta ajustada, «malditas feromonas alfa», piensa mientras se lleva otro sorbo a sus labios, a la par que sigue con sus ojos como el alfa se acerca a él.

—Vaya— dice el alfa cuando por fin está lo suficientemente cerca de él como para sentir su adictivo aroma a miel—. ¿No estarás muy oculto aquí detrás?

Al sentir la voz coqueta en el alfa, el encanto de su momentánea atracción se desvanece en el aire—. Con un hola estaba bien— confiesa, perdiendo interés en el pelinegro sexy.

Jungkook ríe antes de beber de su cóctel color fluorescente y se acerca un paso más al omega, que se pone en alerta y le mira con sorpresa. Es en ese momento que el aroma a canela del alfa inunda los sentidos del omega, que muerde sus labios tratando de no inmutarse ante ello.

—Oye guapo, no sabía que en la universidad había un curso de modelaje, porque no me puedo explicar lo lindo que eres— improvisa provocando que Taehyung eleve una ceja. ¿Aquello es lo mejor que tiene?

—De modelaje no, pero a lo mejor sí de payasos, de ahí vienes tú, ¿no?— responde Taehyung viendo como rodear el gran cuerpo del alfa frente a él, pero el alfa se antepone frente a cada una de sus opciones.

—Deberías acompañarme a la clase, te hace falta un poco de humor— insinúa el alfa siguiéndole el rollo.

Al no poder escapar, irritado decide mantenerle la mirada desafiante. Aquello remueve algo en el pecho del más alto—. No me trates de ignorar, guapo—. A él también le gusta jugar así.

—Tal vez si no me llamaras guapo me lo pienso— responde con cierto atisbo de ironía—. Ya déjame pasar.

—Te dejaré ir— responde Jungkook coqueto, invadiendo el espacio del omega a quien se le erizan la piel al sentir el cálido aliento del alfa en su oído—. Te dejaré ir si bailas un rato conmigo.

Es entonces cuando con un movimiento brusco, en un mal intento del alfa por tomar la mano del omega, que el vaso recién servido hasta el borde del alfa cae desde el torso hasta los pies del omega.

— ¡¿Pero qué mierda haces?!— exclama el omega al sentir el líquido congelado por el hielo derramarse por su cuerpo, empujando al alfa para enfrentarle—, ¡¿Eres tonto o qué te pasa?!

La paciencia de Taehyung ha llegado a su límite. Había venido a la fiesta a divertirse y se había encontrado con más problemas. Luego de las miradas y el acoso llega este alfa idiota sacado de quien sabe dónde a tomarle el pelo.

El grito fue tan fuerte que bajaron el volumen de la música para prestarle atención a la situación. El alfa queda atónito ante la reacción del omega.

—Calma, fue un accidente estábamos hablan...— trata de explicar el pelinegro, aunque según él es obvio que en sus planes no estaba empapar de esa manera al omega.

El pecho de Taehyung va arriba y abajo, sus mejillas están sonrojadas por la atención que estaba teniendo y sólo quería desaparecer de allí pero a la vez, sentía como el estallido aún no terminaba.

— ¡No me pidas que me calme!— expresa tiritando del enojo y el frío que sentía—. ¡No estábamos hablando! Tú no me dejabas ir. ¿Crees que porque eres alfa el mundo te pertenece?

Jungkook lo mira incrédulo, la sonrisa risueña y coqueta han desaparecido, su rostro se endurece y un leve gruñido amenaza escapar de su garganta—. ¿Quién te crees que eres?

El omega se quita la camisa mojada sobre su camiseta, también mojada, para tirársela al alfa en el pecho—. Alguien por sobre tus estándares, no apuntes tan alto— escupe mientras ignora a su omega interior, quien se retuerce ante el gruñido del alfa.

En cuánto se sacó la camisa Jungkook notó la marca en el cuello del omega, no se había percatado de ello antes. El omega no tenía ningún rastro de otro aroma. Mas no le da el tiempo de procesarlo cuando Taehyung se da media vuelta tratando de pasar entre la multitud que observa y susurra emocionada a los protagonistas de la escena. Caminando entre una tensa atmósfera, Jungkook decide seguirle.

Sentía enfado por que un omega le haya desafiado, y a la vez sus ojos brillaban mezclando la ira y el interés que sentía por aquel lindo chico de lindo culo.

Es entonces cuando el omega para abruptamente al sentir una presencia conocida junto a él. No tiene que voltearse para saber de quién se trata. Taehyung siente un escalofrío que le recorre la espina dorsal incluso antes de verle. Jimin está aquí.

— ¡Oye, para!— le grita tomándole de la muñeca.

La conexión entre el alfa y el omega pulsa con una mezcla de preocupación y posesividad. Jimin se abre paso entre la multitud como un depredador acechando a su presa. Sus ojos, de un ámbar intenso, están fijos en Taehyung, notando a Jungkook solamente cuando nota su mano en la muñeca del omega.

—Suéltalo— escupe Jimin enfadado.

Taehyung siente cómo su cuerpo se relaja involuntariamente ante la presencia de Jimin, y odia esa reacción.

Sin embargo se preocupa al sentir los niveles de ira del alfa ante el otro—. Estoy bien, Jimin. Solo un pequeño malentendido.

Jungkook suelta una sonrisa estupefacta. Hizo de ese pequeño mal entendido una escena. ¿Y quién mierda es este "pequeño" alfa que le enfrentaba? Suelta la muñeca de Taehyung, irguiéndose ante Jimin.

—Vaya, no sabía que el omega necesitaba un guardaespaldas. ¿Quién eres tú, su niñera?

El aura de Jimin se oscurecen a la par que sus ojos—. Soy su alfa— gruñe, la amenaza clara en su voz.

El alfa rubio mira de pies a cabeza al pelinegro antes de tomar de la mano al omega para llevarlo hasta el patio. Taehyung no dice nada en todo el trayecto siente que el aire se le escapa de los pulmones. Técnicamente, es cierto, Jimin lo había marcado. Pero la forma en que lo dijo...

Al salir, Jimin le pide que se quite la camiseta, cosa que Taehyung hace sin dudar. El alfa se quita su chaqueta de mezclilla, de la que el castaño no se había percatado hasta ahora, y se la pasa para que se la ponga.

— ¿Estás bien? ¿Seguro que no te pasó nada?— pregunta más calmado.

—Seguro— asiente el castaño, sin querer sostenerle la mirada. «Soy su alfa». Era lo único que podía pensar.

—Yo sólo... quiero protegerte. No quiero que piensen que estás sólo, me refiero a que...

El omega finalmente le observa, no lo había hecho desde que se encontraron. Aquella ropa que lleva no es como si lo hubiese ido a buscar, definitivamente Jimin ha estado en la fiesta pero, ¿por qué no le dijo?

—No necesito que me defiendan, Jimin— hace una mueca—. Me voy al departamento, sólo— añade—. Diviértete.

Luego de llamar a Jennie para asegurarse que está bien, se va caminando en dirección a su hogar. Desapareciendo de la vista de Jimin mientras toma aire fresco que le ayuda a calmar su ira Siente confusión en el enlace que tienen, pero decide ignorar la sensación. Vaya noche.

Camina cada vez más rápido queriendo tomar la máxima distancia posible entre él y la fiesta. Seguro todos van a hablar de aquello el lunes, ¿por qué no podía acabar todo allí? Se siente abrumado y en el camino no puede dejar de pensar en cada acción que ha tomado que le ha hecho terminar aquí.

Para rematar una nueva sensación le hace detener el paso a la vez que su corazón. Una oleada de emociones lo golpea a través de su conexión, sensaciones de deseo, culpa, frustración. Taehyung se afirma de una pared cuando el aire se corta.

Mira en dirección a la fiesta mientras siente una brutal punzada de dolor que jamás antes había sentido mientras un pensamiento cruza su cabeza. ¿Será que Jimin está con alguien más?

La ida al dormitorio se hace cada vez más pesada. Los cinco minutos que había calculado se sienten eternos y es cuando por fin cierra la puerta que siente que el aire vuelve a sus pulmones. En aquel momento, es cuando siente el fuerte aroma a limón que emana la chaqueta de Jimin y aunque trata con todas sus fuerzas no puede evitar olfatearla en búsqueda de sentirse más tranquilo.

—Maldita sea— se queja cubriendo su rostro fuertemente con sus manos—. Mierda, mierda, mierda.

¿Cuándo ha perdido el control de su vida? ¿Alguna vez lo tuvo siquiera? Se siente mentalmente agotado y cuando su celular vibra mostrando en la pantalla un mensaje de « ¿Estás bien?» de parte de su supuesto alfa es que lanza el celular hacia la cama con frustración.

Casi que le pregunta si tiene algo de lo cual sentirse "culpable".

Habían sido tantas las emociones que olvidó por completo sus pantalones empapados. Prepara una ducha tibia y deja que su cuerpo vuelva a una temperatura decente bajo el chorro de agua caliente. Sus manos se deslizan por todo su cuerpo como si aquello fuese a limpiar su energía.

Una vez limpio se recuesta en su cama, tomando el celular para por fin responderle a Jimin, cuando ve otra notificación en su pantalla.

Es el entrenador del equipo de Hockey solicitando si podría considerar incluir a un nuevo jugador a sus tutorías; lo cual no estaría mal considerando que un alumno abandonó la universidad y necesitaba el dinero de cada uno de esos alfas idiotas.

Suspira al recordar todos los dolores de cabeza que ha sufrido ha causa de los alfas. ¿Será que acaso su puesto como tutor podría complicar aún más su vida?

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