「 ❝Chapter 1 3❞」
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Cuando Rengoku salió del baño con tan solo el pantalón puesto, paseó su mirada por el panorama de la sala sin encontrarte. Tomó su teléfono y marcó el número de su hermano menor.
----¿Si?---- La voz del menor no tardó el sonar al otro lado de la línea.
----Senjiro, no llegaré esta noche a casa, no le esperes para cenar. Oh, y mañana tengo una reunión con el director, llegaré a la hora de comer.----
----¿Estás en un motel?.----
----Si.----
----¿Estás solo?.----
----Solito.----
----¿Tu nariz se está arrugando?.----
----....No----
----Hablaremos de esto cuando llegues a casa jovencito.----
----¡Soy mucho mayor que tú, no necesito darte explicaciones!, además, no tengo nada que explicar.----
Rengoku intentó evitar esa conversación lo más que pudo, ya que se le hace casi imposible mentirle a su hermanito. Era más joven que el, pero el bastardo era listo, y Rengoku era tan débil a sus ojos como a los tuyos.
----Le preguntaré a papá que piensa al respecto, necesitamos una tercera opinión.---- La voz del Rengoku menor tenía un toque malévolo en su tono.
----Senjuro, no----Antes de que Kyojuro pudiese terminar la frase, el menor ya había colgado.
Rengoku suspiró con cansancio. Tomó sus lentes y un libro para luego subir las escaleras al cuarto. Al entrar, escuchó el sonido de la regadera que provenía de la puerta junto a la del closet, dejó su teléfono en la mesita de al lado y encendió la lámpara en esta.
Tomó una liga prestada y ató parte de su cabello, se puso sus lentes y se acomodó en la cama para empezar con su lectura. Minutos después, apagaste la regadera y saliste de la ducha. Te pusiste tu ropa interior y tomaste la bata de baño colgada en la puerta sin atarla.
Abriste la puerta del baño desatando tu cabello y levantaste la mirada notando lo sexy que se veía el rubio, cuando este se percató de tu presencia, levantó la mirada y sus ojos se abrieron bien. A pesar de que las luces estaban apagadas, la lampara sobre la mesita de noche le permitía ver con claridad tu cuerpo semi-desnudo. Luego de unos pocos segundos volvió a bajar la mirada al libro intentando actuar natural.
Soltaste una risita tierna y te acercaste lentamente a el sentándote a horcajadas sobre el. Le quitaste el libro de las manos y lo dejaste sobre la mesita juntando sus labios. Rengoku iba a negarse pero sus manos se movieron solas por tu cintura hasta tu trasero, apretandolo.
Sin resistirse más, bajó sus besos por tu cuello hasta tu clavícula y luego tus pechos, recostandote en la cama suavemente y quedando el sobre tí.
Te sacó el sostén y lamió tus botones son prisa, para luego meterlos en su boca y succionar, frotando en ellos su cálida y ágil lengua, haciéndote gemir. Abrazaste su cintura con tus piernas y frotaste tu intimidad en su erección haciéndolo gruñir.
Rengoku se incorporó tomando uno de los condones que Zenitsu dejó en tu cajón y chupó dos de sus dedos, haciendo a un lado y tu ropa interior e introduciendo los dedos antes mencionados. Volvió a ponerse sobre tí chupando tu pecho. Cuando tu entrada estuvo lo suficientemente dilatada, Rengoku abrió el condón con sus dientes y se lo puso, tomó tus piernas y entró en tí de una estocada.
----¡Ahh!~ D-despacio..~---- Abrazaste su cuello mientras el solo te sonreía de forma perversa y se relamía el labio superior.
Empezó con estocadas rápidas y profundas tocando ese punto específico que tan bien conocía mientras besaba tu cuello y gruñía a tu oído de vez en cuando. Luego de unas pocas estocadas en ese punto, llegaste a tu primer orgasmo, apretando fuertemente tu interior y haciéndo que el rubio acelerara sus estocadas y gruñera más aún.
Minutos después, el rubio también se corrió dejandote jadeante y agotada, sin embargo ya sabías que eso no iba a terminar ahí. Rengoku tomó otro condón y se quitó el usado para lanzarlo al basurero del cuarto. Abrió el segundo condón y se lo puso para darte la vuelta y levantar tus caderas. Tomó con fuerza tu trasero y frotó su miembro en este.
----Estás realmente mojada aquí abajo~---- Sonrió nuevamente y te dió una fuerte nalgada haciendote gemir con fuerza.
----¡Ah!~ Sensei~----
Rengoku entró en tí y volvió a embestirte de nueva cuenta, inclinandose sobre tí para juntar sus labios y jugar con tu lengua con pasión. De repente, el teléfono del rubió empezó a sonar, por lo que este se separó de tí y volvió a reincorporarse sin dejar de embestirte y tomar su teléfono para colgar.
Cuando vió de quién se trataba, se dió cuenta de que definitivamente no podía colgar. Si lo hacía, Senjuro sospecharía mucho más de él, así que te miró y puso su dedo sobre sus labios indicándote que no hagas ruidos. Tapaste tu boca con fuerza y Rengoku respondió la llamada.
----Dime que no le digiste a papá, pequeño bastardo.---- Rengoku rió intentando parecer normal.
----Papá dice que definitivamente ocultas algo entre tus sábanas. El también sospecha de tí. Mejor dinos ya o lo investigaremos por nosotros mismos.---- Senjuro le siguió el tono burlón.
----Estoy completamente solo justo ahora, así que se equivocan.---- Rengoku te dió una profunda estocada embistiendote con mucha más fuerza que antes. ----¿Estás con papá?----
----Si, pero él está ebrio justo ahora, para variar.---- Soltó una risa socarrona.
----¿Le harás caso a nuestro padre ebrio antes que ha tu responsable hermano mayor?---- Te dió otra fuerte estocada haciendo que se te escapara un suspiro.
----¿Seguro que estás solo hermanito?.----A Senjuro le pareció escuchar algo extraño.
----Segurísimo, ahora si me disculpas, debo dormir temprano. No quiero llegar tarde a la reunión con el director. Saludame a papá si aún sigue en esta dimensión.----
Rengoku colgó, apagó su teléfono y lo tiró por algún lugar. Tomo con fuerza tus caderas y te embistió tan profundo como pudo, con fuerza y haciéndote gemir cada vez más y más.
----Buena chica~---- Mordió suavemente tu hombro
Finalmente te corriste una vez más, pero el rubio aún no había llegado, sin embargo te dejó respirar un poco reincorporandose y quitandose el condón.
----No es justo, querida...tu si pudiste terminar y yo no..----
Rengoku te recostó bien y te cubrió con la sábana luego de acomodar la ropa interior. Se acomodó el pantalón y los lentes y se sentó para volver a su lectura. Quería dejarte dormir mejor, ya que sabía que no pudiste dormir correctamente la noche anterior.
Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́....
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