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Cuando te levantaste al día siguiente, saliste cuidadosamente de los gruesos brazos del rubio, dándole un beso en la frente con cuidado de no despertarlo. Fuiste a la cocina y preparaste el desayuno para luego volver a subir y despertar al rubio. Lo moviste suavemente para despertarlo

----Senjuro...dejame..---- Tan solo murmuró esas dos palabras y se dió la vuelta dandote la espalda.

----Rengoku, despierta.---- Te inclinaste y estiraste su mejilla para despertarlo.

Luego de muchos intentos de despertarlo al fin lograste arrastrarlo hasta el comedor y empezar a desayunar.

----Senjuro..¿Es el nombre de tu hermano?----

----Si, así es.---- bostezó de forma que te pareció tierna y llevó un bocado a su boca ---- Puede que me mate cuando llegue a casa. Necesitaré energías para ello.

Luego de conversar y darse algunos besos, le diste su ropa seca y limpia y una vez se cambió te devolvió el pantalón.

----Deberías guardarlo por ahí en caso de que me vuelva a meter en problemas.---- Te guiño un ojo mientras sonreía como de costumbre.

----M-mejor date prisa, tu hermano ha de estar preocupado por ti.----

Le diste sus cosas a Rengoku y lo acompañaste hasta la puerta, pero antes de que este se vaya te tomó de la cintura y estampó sus labios contra los tuyos con un beso profundo y brusco pero con un toque de ternura y delicadeza.

----Espero que hayas disfrutado tu cumpleaños, querida.---- te dió una tierna sonrisa.

Le diste un beso tierno y corto y se despidieron para luego dejarlo ir. Cerraste la puerta y te tiraste en tu sofá mirando al techo y pensando en todo lo que había pasado entre la noche de ayer y hasta el momento. Sin dejar de mirar al techo, hiciste una llamada grupal y esperaste a que respondieran.

----_____, ¿Pasa algo?.----

----No se si abrazar o ahorcar a Zenitsu..----

----Mejor agradeceme y empieza a contar, linda.---

----¿Ahora que hizo Monitsu?.---- se oía de fondo a Inosuke comiento papitas.

Les contaste lo ocurrido a tus amigos sin detallar todo dejándolos sin palabras.

----Que buen cumpleaños tuviste.----

----Inosuke, nO---- Tanjiro lo regañó explicándoles que no está bien.

Dirigiste tu mirada a la cajita negra que dejaste sobre la mesita de la sala la noche anterior. Estabas tan preocupada por el rubio que dejaste el regalo "principal" en un segundo plano.

----Ahora que lo recuerdo..---- Las explicaciones y regaños de mamá Tanjiro se detuvieron para escuchar lo que tenías que decir. ---- Rengoku-sensei me trajo algo anoche

----¿¡Que te trajo?!---- Zenitsu puso mucha más atención a la conversación.

----No lo sé, estaba muy concentrada en él. Es una cajita, pero no la alcance a abrir.---- Te levantaste y tomaste la cajita negra entre tus manos.

----Esto se puso bueno.----

----¡Abrela abrela!---- Zenitsu y Inosuke estaban ansiosos por saber que era y que tan caro se veía.

Abriste la cajita encontrándote con un anillo de oro hermoso. Tenía forma de espiral y en este habían fragmentos de amatista y cuarzo los cuales brillaban de una manera hermosa. La cajita también se veía bastante costosa y ni hablar del anillo el cual parecía costar casi una fortuna.

En la tapa de la caja, había una carta pequeñita con algo escrito a mano.

Feliz cumpleaños, querida~

Rengoku Kyojuro

----¿_____?, ¿Que tiene la caja? Nos vas a matar de curiosidad, ¿Sigues viva si quiera?---- La voz de Zenitsu te sacó de tu trance

----Es un anillo..se ve jodidamente caro, no puedo aceptar esto..----

----¡Se los dije!, apuesto a que Rengoku-sensei es rico, es que siempre lo supe. Dejate querer linda, ya quisiera yo tener tu suerte. Úsalo mañana, la curiosidad de ver que tan caro se ve me carcomerá.----

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-----Estoy en----

----¿Donde diablos estabas?---- Senjuro lo esperaba en el sofá de la sala con los brazos y piernas cruzados.

----Yo....me quedé en un motel anoche. ---- se rascó la nuca y soltó una risa nerviosa. ---- Esa lluvia me tomó desprevenido.

Senjuro lo miró de arriba a abajo con una ceja levantada y Rengoku intentaba sonreír como de costumbre, pero un sudor frío bajaba por su frente.

----¿Porque no me llamaste?.----

----No tenía batería.----

----¿Los moteles no tienen telefonos? ----

----Lo olvidé.----

----¿Estabas con alguien?.----

----Con mi soledad.----

----¿Sabías que tu nariz se arruga cuando me mientes?.----

----Eso no es cierto.---- Se tapó la nariz aún más nervioso que antes.

----Me estás mintiendo, pero lo dejaré pasar. Ahora lava los platos, ayer era tu turno.---- Subió las escaleras sin quitarle la mirada sospechosa de encima.

Una vez se quitó su mirada de encima suspiró de alivio.

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Al día siguiente te levantaste y cumpliste con tu rutina diaria para ir a la academia. Una vez estuviste lista, tomaste tus cosas y te dirigiste a la mesita de centro en tu sala para tomar tus llaves. Te detuviste por un momento al ver la cajita negra abierta junto a tus llaves. Sin pensarlo mucho, tomaste el anillo junto con tus llaves y te lo pusiste.

×||A el le gustara verme con el anillo..||×

Sonreiste con un  leve sonrojo al pensar en ello. Saliste con tus cosas y te dirigiste a la academia, cuando llegaste te juntaste con los chicos.

----¿Donde está?.----

----Buenos días a tí también Inosuke. ¿De que hablas?.----

----El anillo, tenemos curiosidad.---- Zenitsu tomó tus dos manos buscando la pieza.----Oh, mi Nezuko.----

----¿No querrás decir "Oh mi Dios"?---- Tanjiro acariciaba la cabeza de Nezuko.

----Tu tienes tus creencias, yo las mías.---- Zenitsu lo miró feo y tiró de tu mano para ver de cerca la pieza de oro ----Si que le gustas.----

----Esa mierda brilla.---- Inosuke también la miró sorprendido.

----Es muy bonito, ____.---- Hasta Tanjiro se quedó viéndolo. ----¡Pero te prohibo aprovecharte de Rengoku-sensei!----

----Sabes mejor que nadie que no podría hacerlo.----

----Le quitan lo divertido a la vida.---- Inosuke chistó.

La campana sonó y los cinco se dirigieron a clase. Las clases estuvieron tranquilas y normales, ya que los guiños y las miradas sensuales dirigidas a ti de tu maestro de historia ya eran normales para tí, sin embargo seguían teniendo el mismo efecto.

Luego de clases fuiste gustosamente a cumplir tu trabajo de asistente. Tocaste la puerta y entraste, para luego sentarte y hacer tu trabajo con una enorme sonrisa. De repente, Rengoku tomó tu mano suavemente y la llevó a su mejilla para luego darle suaves besos.

----Se te ve tan hermoso como imagine, no tengas miedo de pedírmelo si necesitas algo.---- Rengoku te miró con una sonrisa haciendo que te diera un paro de un segundo.

Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́....   

Que bonito Sugar Daddy