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Corriste a toda velocidad desde la academia hasta tu hogar, al llegar te encerraste en tu habitación y te tiraste boca abajo en la cama.

×Mierda mierda mierda..estaba sobre mi profesor...va a pensar que soy una atrevida..pero el tampoco me apartó, estava actuando putamente normal...y joder, ¿estuvo apunto de comerme el cuello, o es idea mía? ¿Debería decírselo a Tanjiro? Mierda, no. Quiero sobrevivir..×

Mil y un preguntas más pasaban por tu cabeza poniéndote ansiosa. Al día siguiente era miércoles, por lo que tocaba clase de historia a última hora. Intentaste disimular más tus nervios durante la clase de Sanemi-sensei, y así Tanjiro no sospecharía.

Casi vomitas tu corazón cuando el timbre sonó concluyendo la clase. Todos recogieron sus pertenencias y se dirigieron a la clase de historia. Como ya era costumbre, Rengoku-sensei entró, dió los buenos días y empezó su clase. Todo fué tranquilo en esa clase, las miradas eran un poco menores en cantidad y eran más disimuladas.

Al parecer, Rengoku-sensei se estaba concentrando más en dar la clase, lo cual te deprimió un poco. Por alguna extraña razón, te gustaba que el te mire, pero la clase fué tranquila y normal. Una vez esta terminó, te quedaste unos minutos a hablar con los chicos y luego ellos se retiraron del aula para ir a casa.

----Rengoku-sensei, ¿Necesita ayuda en algo?---- te acercaste al escritorio del profesor

----Oh, claro, ¿Me ayudas a llevar estos libros a mi oficina?---- Rengoku levantó la mirada sonriendote, se veía tan sexy en esos lentes que no podrías negarle nada.

----Oh, claro---- ibas a tomar los libros pero el se levantó de su escritorio y se paró muy cerca de tí, tomando tus manos.

-----No tienes que llevarlos todos, aquí tienes---- Te entregó una pequeña parte de los libros y el tomó la parte más grande, recogió algunas cosas más y se dirigieron a su oficina.

En el camino, Rengoku-sensei te preguntaba sobre tí, la conversación era tan cálida que ambos caminaban a paso levemente lento para intentar alargarla. Al llegar a su oficina, dejaron los libros en un estante y ambos se sentaron y empezaste a hacer tu trabajo.

Intentabas concentrate pero frente a tí había un hermoso rubio con lentes y una parte de su largo cabello recogido en un moño concentrándose en su trabajo, a diferencia de ti, que tu solo te fijabas disimuladamente en lo bien que se veía. Su rostro era realmente atractivo y su sonrisa constante lo hacía ver aun mejor.

En medio de tu trance, Rengoku-sensei levantó la mirada hacia ti por sobre sus lentes, sin borrar su sonrisa. Te había atrapado mirándolo, tu te sonrojaste y volviste tu mirada a los papeles frente a tí fingiendo que hacías tu trabajo y haciendo que el soltara otra de sus risitas.

Rengoku dejó la pluma sobre el papel y se inclinó sobre su escritorio quedando muy cerca de tí y mirando los papeles sobre la mesa.

----¿Terminaste de examinarme?---- levantó la mirada sonriéndote, su tono era juguetón e inocente.

----¿A-ah?...----- fingiste que no sabías de lo que hablaba.

----¿Ya te había dicho que eres adorable?---- su sonrisa se agrandó cerrando los ojos

Te sonrojaste aún más desviando la mirada. Su aroma era realmente embriagador y sus ojos eran intensos, además de que sus sonrisas eran alegres, amables e inocentes mientras que cuando reía era grave y levemente rasposo.

El rubio tomó tu mejilla suavemente haciéndote verlo a los oejos y se acercó mucho a tí. A sus labios tan solo los separaba unos pocos sentímetros y podías sentir su respiración sobre tí. Rozó su nariz con la tuya y te susurró con un tono grave suavemente.

----Deberías seguir trabajándo---- frotó su pulgar suavemente contra tu mejilla. ----Si te sigues esforzando, te daré un premio.

Rengoku-sensei se alejó de tí y siguió con su trabajo como si nada, dejándote hecha polvo en tu lugar. Una vez terminaste tu trabajo un poco nerviosa, te despediste de Rengoku-sensei y fuiste a casa más que nerviosa. 

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El día siguiente, jueves, en las dos primeras horas te cuestionarte si deberías poner al tanto de todo esto a Tanjiro, el cual se estaba empezando a preocupar por tu repentino cambio.

Pasado el receso, Nezuko, Kanao y tú se dirigieron a los vestidores femeninos a ponerse su uniforme de Ed.física. guardaste la camisa y la falda y te pudiste el short y la camisa de deporte. Ataste tu cabello e hiciste un moño con el.

Una vez termianaron, se dirigieron a la clase de Tomioka-sensei. Durante los calentamientos, tenían que hacer unas cinco vueltas por el amplio patio. En la primera vuelta dudaste un poco, pero luego trotaste junto a Tanjiro y te preparaste mentalmente para contarle todo aquello.

----¿¡QUE HICIERON QU----

Automáticamente le hiciste una llave en el cuello a Tanjiro para detenerlo antes de que hablase demasiado. Lo que no notaste era que el profesor Rengoku pasaba por ahí con algunas papeles en sus manos y sus lentes. El grito repentino de Tanjiro llamó su atención y la dirigió hacia ustedes.

----¡No grites así idota!---- Seguiste corriendo para intentar disimular un poco.

Aún no notabas como tu maestro te miraba fijamente con las mejillas levemente ruborizadas. Su vista se clavó en tus lindos muslos desnudos y fué subiendo hasta tu trasero haciendo que se le pare 《No sean malpensados》el corazón por un segundo.

Se quedó poco más de un minuto mirando esa zona y luego subió su mirada por tu abdomen y pechos. Tus pechos no eran ni muy grandes como los de Mitsuri-sensei ni muy pequeños como los de Nezuko-chan, pero si revotaban sutilmente mientras trotabas.

Nuevamente, a Rengoku se le paró el corazón 《No otra cosa》 al verte. Sin dejar de verte se quitó los lentes, los limpió con su camisa y se los volvió a poner examinandote nuevamente. Una vez reaccionó tomo sus papeles y se dirigió a la oficina del director a toda velocidad intentando disipar esos sucios pensamientos.

----Así que casi te coges a tu profesor de historia---- dijo Inosuke con un tono no muy alto, al parecer el había escuchado la conversación desde atrás.

----¿¡Que tu que?!---- y Zenitsu también..

----C-chicos, no es lo que cre----

----Dime tu secreto---- Zenitsu te miró con desesperación, interrumpiendote

----Zenitsu, no! Eso está mal---- Tanjiro lo miró con su típica cara de mamá preocupada

----SABES LOS PRIVILEGIOS QUE SE SACAN DE ESO?!---- En la cara de Zenitsu se notaban sus ganas de golpear a Tanjiro ahí mismo. ----Dejando de lado el obvio tema de las notas, ¿¡Tu no has visto a nuestros profesores?! ¡Todos están buenos, hasta los suplentes! ¿¡Quien no querría cogerse uno de estos profesores!?

No hablaban lo suficientemente alto como para que otros estudiantes los escuchasen pero Zenitsu intentaba gritarle bajito a Tanjiro

----Además, esta es una academia de puro niño rico o becado y a juzgar por su corbata y reloj, ¡Podría a apostar a que Rengoku-sensei tendrá lo suyo!---- Le diste un pellizcón a Zenitsu ante su comentario

----¡No pienso aprovecharme de mi profesor! Solo...pienso que es lindo...además, no ha pasado prácticamente nada----

----Si sales con un mocoso, recurre a mi. Tengo el puño lo suficientemente duro como para ayudarte, no estoy bromeando.---- Inosuke te sonrió de forma cínica e inconscientemente sostuviste tu pancita.

----Mañana te traeré uno que otro condón por las dudas---- Zenitsu empezó a murmurar cosas incomprensibles, al parecer se quejaba de algo.

----____, ¡Ni se te ocurra coger con Rengoku-sensei!---- Tanjiro te miró "enojado", pero el pelirrojo era demasiado niño luz como para verse aterrador así.

----¡Nunca dije que lo haría! ¿¡Como mierda llegamos a esta conclusión?!

Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́....