「 ❝ChapterØ7 ❞」
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Al día siguiente de lo que pasó entre tú y Rengoku-sensei, los chicos y tú se juntaron en tu departamento en cual vivías sola. Solías vivir con tus padres en tu país natal pero conseguiste una beca para la prestigiosa academia Kimetsu, por lo que tendrías que estar lejos de ellos y vivir tu sola con el dinero que ellos te enviaban, pero para tí, eso tampoco estaba tan mal.
Cuando los chicos llegaron tu estabas poniéndote un pantalón largo lo más rápido que podías para intentar después limpiar un poco abajo antes de que llegaran. Los chicos entraron como si estuviesen en su casa, como de costumbre, y al verte a Tanjiro casi le da un infarto.
----¡TENÍA RAZÓN!----
Zenitsu miraba las marcas de manos en tu trasero, cintura y parte trasera de tus muslos más la marca de una nalgada. Para ellos era normal verte en ropa interior ya que durante esos tres años, su relación había evolucionado cada día más hasta el punto de ser casi hermanos, por lo que ya se han visto en ropa interior un par de veces. 《Además de en traje de baño y así.》
----¿Los usaron?----
----¡ZENITSU!---- Exclamó reprochandolo el pelirojo.----Pero ____, dime por favor que los usaron.----
----Si no, no te alarmes. Recuerda que tu mejor amigo Inosuke siempre estará a tu orden.---- Sonrió tronandose los nudillos.
----¡Si chicos, los usamos! No hay necesidad de ponerse violentos.---- Dijiste temiendo por tu barriguita ante la propuesta de Inosuke.
-----Y solo por curiosidad..¿Cuantos usaron?..---- Zenitsu te miró con interés
----Cinco de los seis que me diste...----
----Así que Rengoku-sensei tiene tanta energía como en sus clases.---- Recibió un fuerte golpe en la cabeza de parte de Tanjiro.
----Al menos se protegieron...---- Sonaba levemente aliviado, aunque seguía un poco ansioso.
----¿Y como las vas a ocultar? No creo que vayan a salir para el lunes, tardarán al menos hasta el viernes de la semana después de la que viene.---- Nezuko te miraba un poco preocupada con una pleta grande en manos, seguramente comprada por Tanjiro o Zenitsu.
----Tranquilos, nos será difícil. La falda y la camisa ocultarán las marcas de la cintura y la parte de atrás y Nezuko puede prestarte unas medias altas para ocultar los muslos.---- Sugirió Zenitsu mientras terminabas de ponerte el pantalón.
Zenitsu sacaba cosas de la nevera para preparar algo de picar
----Por cierto, ya casi se te acabaron. Para el lunes te traeré más, no se les vaya a acabar a medio hacer.----Mencionó Zenitsu sin darle muxha importancia, refiriéndose a los condones. Tu te sonrojaste bastante ante ese comentario.
----¿De donde los sacas?.---- Inosuke miró extrañado al rubio.
----Del poder de la amistad, querido.----
Inosuke prefirió no preguntar y dejó qu Zenitsu termine de preparar la merienda chatarra para luego ponerse a ver películas. Como se les había hecho tarde, decidieron quedarse a dormir en tu casa. Nezuko y tú subieron a tu cuarto para cambiarse. Le prestaste ropa a Nezuko como de costumbre y se desvistieron para ponerse una pijama.
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El lunes todo cursó normal, los chicos se adelantaron para sentarse en la mesa de la cafetería antes de que se la robaran y tu te quedaste a escribir algunas cosas importantes en su cuaderno. Cuando terminaste, guardaste tus cosas y saliste de la clase.
Mientras caminabas por un desolado pasillo. De repente sentiste una fuerte mano estámpandose contra tu trasero haciéndote dar un saltito. Cuando miraste hacia atrás solo te encontraste con Rengoku entrando a su clase con una sonrisa.
----Te veo en clase en unos minutos, querida.---- Te miró sonriéndote inocentemente.
Hiciste una reverencia y con un sonrojo corriste hasta el comedor. Al llegar te sentaste con tus amigos con un sonrojo y te metiste un bollo entero a la boca. Luego de varios minutos de preguntas y sobornos les contaste que pasó a tus amigos, haciéndo que Tanjiro casi se ahogue con su almuerzo.
----Rengoku-sensei tiene la mano áspera.---- Zenitsu siguió comiendo con tranquilidad.
----¿Que no viste las marcas? Era obvio. No me extraña que tengamos que pegar las mitades de ____ con cinta para la próxima semana.---- Inosuke siguió devorando su almuerzo mientras que, como ya era costumbre, Tanjiro intentaba limpiarlo.
Cuando el almuerzo terminó, se dirigieron a la clase de Historia. La clase estuvo normal, una vez Rengoku-sensei terminó de explicar el tema se hizo a un lado con el libro en su mano derecha mientras se apoyaba de tu mesa con la izquierda para dejar a los estudiantes copiar de la pizarra.
El tan solo se recargaba de una esquina desocupado en tu mesa y se concentraba en el libro en su mano.
----____, cuando vayas a mi oficina esta tarde, ¿Podrías traer los libros de la repisa del aula?---- Habló sin alzar mucho la voz y sin desapartar la mirada del libro.
Tu solo asentiste e hiciste como si estuvieses copiando. No te habías dado cuenta pero algunas chicas te miraban con un odio profundo, y Tanjiro solo miraba de vez en cuando con atención a los movimientos de ambos.
Mientras fingías estar mirando tu cuaderno, lo que realmente estabas mirando era el lindo rostro de tu maestro, mordisqueando tu bolígrafo. Rengoku-sensei dirigió su mirada a tí de repente atrapandote mientras lo mirabas, por lo que entraste en pánico, pero este solo agrandó su sonrisa y te guiñó un ojo para luego seguir en lo suyo.
Tus mejillas estaban completamente rojas y las de Tanjiro tenían un rubor más sutil al presenciar esa escena que nadie más vió. Al fin llegó el final del día tras algunas clases más; Zenitsu te recordó los condones y te deseó suerte mientras Tanjiro le daba un zape en la cabeza.
Una vez te despedirse de tus amigos, te dirigiste al aula de historia y tomaste los libros para luego retomar tu ruta a la oficina de tu maestro, la cual era testigo de bastantes cosas.
Tocaste la puerta con el pié y cuando recibiste el permiso para pasar, dejaste los libros sobre el estante detrás del rubio, te sentaste en tu asiento y empezaste hacer tus tareas.
Como hacía calor, ese día los primeros tres botones de tu camisa estaban desabrochados, por lo que esta vez no eras tú la que miraba de reojo a tu maestro, si no que el te miraba a tí. Debido a la posición en la que estabas sentada tus pechos se juntaban quedando al descubierto levemente.
Las medias altas de Nezuko te hacían ver más sexy al tener las caderas hacia atrás resaltando tu trasero y las piernas abiertas haciendo que la falda se levante sutilmente por tus muslos pero sin dejar ver nada. Rengoku-sensei te miró por unos minutos más hasta que sintió una incomodidad.
Miró hacia abajo y inmediatamente entró en pánico, había tenido una erección con tan solo verte por lo que intentó disimularlo lo más posible y evitar la imagen de tu cuerpo para esperar a que su problemilla de esfume solito.
Sin embargo, al levantar la mirada notaste su nerviosismo y encima para empeorar diez veces más las cosas, cuando el rubio te miró a los ojos a su mente llegaron los recuerdos de lo que había pasado aquel viernes sobre ese mismo escritorio. Tu cuerpo desnudo con todas esas expresiones y en todas esas posiciones hicieron que su problema aumentara el doble.
----¿Rengoku-sensei?, ¿Está todo bien?---- lo miraste un poco preocupada
----Si, si. Todo está bien, no te preocupes, querida.--- Rengoku te sonrió intentando pretender que todo estaba bien, pero cuando te asomaste un poco mirando hacia abajo, te sonrojaste un poco. Y a pesar de tu inexperiencia y una leve vergüenza en ti, te enderezaste tragando saliva.
----Sensei, soy su asistente.---- Te levantaste de tu asiento y rodeaste el escritorio sentandote en W en el suelo y haciendo que la entrepierna del rubio quedase frente a ti. ---- Mi trabajo es ayudarlo en su trabajo y donde me necesite..----
Frotaste tu mejilla en su muslo entre sus piernas, acercándote a la antrepierna y mirandolo a los ojos.
Cᴏɴᴛɪɴᴜᴀʀᴀ́....
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