Razón 2: Tus labios
Edith, he de decir que la primera vez que te vi; tu sonrisa me resultó muy linda, pero no deje compararla con la de ella.
Ella sonreía igual que tú, con unas inmensas ganas de vivir.
Y al igual de que tenias su sonrisa, quería saber si tus labios sabían igual.
Me costó aceptar que por más noches que pasáramos juntos, tus labios jamás serían los de ella.
-Jamás había visto una sonrisa más linda.- dije el primer día que te vi, tú te ruborizaste. Pero yo te mentí, si había visto una sonrisa que sobrepasaba en la belleza de la tuya.
T-
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