Le dije a Lei que ya no tenia novio, por tres días parecía que mi vida seguía y no era el holocausto que había parecido es tarde, nada había terminado, seguía con mis clases, yendo a la biblioteca y haciendo trabajos que parecían interminables, nada había cambiado de forma aparente. Simplemente ahora ya no me sentía como viviendo una obra de teatro, una mala novela en la que yo era la infiel novia. Aunque no tenia ganas de reír al ver el atardecer estaba mucho más tranquila y aquello, suponía que era algo bueno.

Mamá llamó a mi móvil casi una semana después de haber terminado con Logan.

Ella seguía trabajando en la cafetería aunque ahora solamente tres días a la semana, había tomado cursos casi de todo en estos años.

-Estoy aprendiendo chino, es el idioma indispensable hoy en día o eso dice el anuncio- dijo mientras yo sonreía caminando hacia mi dormitorio pasada la hora de la comida.

-Yo deseando tener menos clases y tú buscándolas- le dije y ella rió al teléfono.

-A otro con ese cuento (Tn) ________, sé que te encanta la universidad, siempre has sido una estudiante modelo... una hija modelo, sabes que de haber podido...-, comenzaba a disculparse de nuevo por el poco dinero con el que siempre habíamos contado y que había hecho que entre las dos formásemos mis ahorros universitarios, aunque mi aportación había sido mínima trabajando solo medio día en la tienda de regalos.

Si no fuera por la beca universitaria ahora mismo tendría que trabajar otro empleo como el primer año de la carrera.

-No cambiaría nada mamá-, le dije buscando no tocar temas del pasado.

-Está bien, cambiaré de tema, ¿Cuándo conoceré a tu novio?- preguntó mientras yo negaba cerrando los ojos.

-Yo...

-Sé que no puedes pedirle que viaje contigo hasta aquí, solo llevan unos meses, se sentirá intimidado así son los hombres, pero podrías enviarme una foto- me dijo entusiasmada.

-Ya no tengo novio, mamá- le dije mientras el silencio permanecía al otro lado de la línea.

-¿Estas bien (Tn) _______?-, preguntó después de unos segundos.

-Estoy tranquila, no era para mí- le dije sonriendo ante aquel cliché.

-Cariño, sabes que siempre puedes tomar el teléfono y llamarme, nuca has sido de las que necesite a nadie para contar sus problemas pero yo siempre he deseado estar ahí para ti- me dijo en voz baja y yo quise estar cerca de ella.

-Lo sé, no te preocupes estoy segura que pronto tendré mi final feliz, aunque me estoy cansando de esperar a que llegue mi historia de amor-bromeé mientras ella reía cortando el momento melancólico de hace unos instantes.

-¿Y a ti quien te dijo que había que esperar?, las mejores cosas se buscan y se consiguen con nuestras propias manos.

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Una semana después de la llamada de mamá, Lei me invitó a comer diciendo que nos debíamos un tiempo, la realidad es que al no tener clases juntas habia días que hablábamos antes de acostarnos a dormir.

Habia mucho que contar me dijo cuando se enteró de lo de Logan.

Mientras ella pedía una ensalada y yo un emparedado me contó sobre Francie quien, para sorpresa de todos los que conocíamos el tipo de relaciones de Lei, sabíamos que el durar tanto con una persona no era lo normal en ella.

Al parecer la pelirroja habia conquistado a mi amiga, estaba feliz por ella, aunque no me apetecía hablar de relaciones.

-¿Cómo te sientes?- preguntó después de que yo tratara de concentrarme en la conversación por cuarta vez.

Sonrei y me encogí de hombros.

-Bien, no estoy deprimida, no te preocupes- le dije tratando de que sonara a broma pero ella solo me miró.

-Se que no estas deprimida, tarde o temprano terminarían- dijo segura mientras yo fruncía el ceño.

-Eso se escucha bastante mal Lei- le dije mientras yo rodeaba los ojos.

-Lo que trato de decir es que no me sorprende, tú no eras feliz, lo intentaste, tratabas y tratabas pero no eras feliz, el ultimo mes incluso creo que encontrarte con Logan era casi un martirio para ti-trató de explicar mientras yo miraba mi comida, Lei estaba tan cerca de la verdad y ni siquiera sabia nada sobre , al menos la parte en la que nos conocíamos incluso antes de la universidad.

estaba muy segura de que mi perceptiva amiga no hubiera notado nuestra ausencia esa noche en el bar. Sin embargo Lei no habia mencionado nada y yo no iba a empezar esa conversación.

Dejamos el tema y hablamos sobre las clases, algunos trabajos que teníamos pendientes y sobre el servicio comunitario que Francie queria hacer en vacaciones, Lei nunca habia hecho algo asi, algo totalmente desinteresado, parecía fascinada con que su chica ideal lo hiciera, estaba decidida a acompañarla, al parecer al menos una de las dos estaba viviendo su historia feliz.

Regresamos al dormitorio pasadas las seis de la tarde, al ser un sábado el pasillo estaba casi desierto, muchos salían los fines de semana, algunos estaban en la biblioteca estudiando y otros más en cualquiera de las fiestas que podías encontrar en los alrededores, asi que miré a quien esperaba a lado de nuestra puerta mucho antes de que mi amiga hiciera su comentario.

-¿Puedo sacar mis conclusiones?- preguntó Lei mientras yo sentía como mis manos comenzaban a sudar.

Cuando llegamos a nuestro dormitorio Harry saludó con la cabeza a Lei y me miró por un momento.

-Quisiera hablar contigo- dijo con voz contenida.

Estaba enojado ¡qué novedad!, parecía que solo verme le era insoportable.

Buscaba una excusa o al menos encontrar la voz para decirle que no teníamos nada de que hablar pero mi amiga se adelantó.

Lei abrió el dormitorio y comenzó a meter algunas cosas en su bolso, noté que tomaba un cambio de ropa y casi entré en pánico.

-¿Qué haces?- pregunté ignorando a Harry por completo.

-Le haré una visita sorpresa a Francie- dijo con voz coqueto guiñándole el ojo a Harry y después se acercó a mí.

-Puedes simplemente decirle que se vaya, si es lo que quieres- dijo Lei mientras salía despidiéndose en voz alta.

Harry se quedó a un solo paso de la puerta, yo dejé mi bolso y esperé a que dijera algo aún dándole la espalda, pero no lo hizo.