Soñé con él.

Después de todo este tiempo, volví a soñar con él, aun cuando ahora ya no fuera tan simple. Antes solo era el chico guapo y popular de la escuela, ahora era el compañero de habitación de mi novio, uno de sus amigos.

Todo se había complicado. Habían pasado dos días y aun recordaba cada detalle de aquella creación de mi subconsciente, era extraño, nunca olvidaba los sueños sobre Harry.

Esta vez había comenzado igual: Bailábamos mucho en la graduación, yo sonreía y él también, todo a nuestro alrededor era difuso pero podía observar perfectamente sus ojos color verde, su sonrisa tentadora y su cabello de color castaño peinado desordenadamente , en un corte que no era mi preferido pero que le sentaba perfecto, me acerqué un poco a él, recargando mi mejilla contra su pecho y suspiré.

-Ojala nos quedáramos así siempre- dije en voz baja, sin problemas, sin complicaciones, sin necesidad de explicaciones... sin que él se alejara.

Me separé ante su silencio después de aquella frase cursi y el sueño se tornó casi real, casi aterrador.

No era Harry  quien me miraba con enojo, era Logan. Guapísimo, con su cabello negro y sus ojos color negro, la mente puede crear imágenes tan nítidas como en aquella pesadilla.

-¿Qué pasa (Tn) ________? – preguntaba mientras se giraba para mirar hacia nuestro lado donde nos miraba Harry sin mostrar ni un solo sentimiento.

-Ahora bailas conmigo al que tienes que mirar es a mí- , susurró Logan atrayendo mi atención.

-Lo sé- murmuré mientras escondía mi cara llorosa contra el pecho de mi novio, a pesar de sus palabras duras de hace un momento, me meció de forma suave.

-Pero no quieres bailar conmigo, ¿por qué no lo admites?

Me había despertada para abrazar la almohada y limpiar mi mejilla contra ella.

¿Por qué no lo admites?

Tan fácil preguntar, tan difícil de responder.

Admitir que no quería estar con Logan seria admitir que era el tercer chico al que no dejaba entrar a mi corazón, sería admitir que seguía enamorada de una fantasía, que a pesar de que después de cuatro años el chico popular de la escuela no me viera como otra cosa que como un problema, yo aun lo quería. Sería admitir que a pesar de que ya había comprobado que ni siquiera le caía bien, seguía suspirando por cada uno de los besos de Harry.

Pasé el resto de la semana evitando hasta las llamadas ocasionales que le hacia a Logan, no sabía que hacer, quizás debería decirle que su amigo me había besado, era lo que se merecía por hacerme sentir así, por confundirme y despecharme después de besarme como si yo fuera una debilidad que él odiara.

Pero no lo hice.