MARZO -14-
Hemos pasado nuestro primer día en Italia y ha ido bastante bien.
No ha sido un día de turismo excesivo porque estamos cansados del viaje, pero como nos alojamos en un hotel cerca del Museo Nacional Romano, hemos pasado a verlo, que por cierto, ¡es precioso!.
Hace un rato hemos terminado de cenar en un rastaurante, que siendo tan amante de la comida italiana como lo soy, ha superado con creces, cualquier restaurante italiano de España de los que he ido.
Y ahora, volvemos dando un paseo hacia el hotel, por callejuelas pequeñas y silenciosas, centrados en el mundo donde solo él y yo estamos. Y es agradable, tener un momento de calma y paz después de tanto que hemos pasado en tan poco tiempo, a mí de verdad que me enriquece por dentro y me inunda de felicidad. La alegría vuelve a formar parte de mi vida.
- ¿Te gusta?
- ¿Italia? -Le pregunto.
Asiente con la cabeza y me sonríe.
- Es... Realmente bonito... - Continúo diciendo, regalándole una sonrisa como él a mí. - Me parece increíble poder estar aquí contigo, en tregua, disfrutando de las calles de Roma...
- A mí también, cariño.
Que me diga cariño es algo que tardaré en acostumbrarme, pero no me costará, me encanta que me lo diga.
Continuamos andando y no hace mucho frío para estar en marzo, pero si el suficiente como para que llevemos puestas unas chaquetas finas. Este es el tiempo que a mí me gusta, no hace calor ni tampoco frío excesivo, es el tiempo ideal.
Poco después llegamos al hotel, donde las puertas se abren cuando aparecemos en la puerta y, en la recepción está el mismo señor regordete, carente de pelo y con barba, que nos entregó ayer las llaves de la habitación y nos hizo el registro.
- Buenas noches - decimos los dos al unísono.
- ¡Buonanotte! -saluda en italiano con amabilidad- ¿Todo bien, señores? - Señores... Parecemos una pareja de recién casados. Pero no lo somos, claro que no.
- Sí, todo perfecto - contesta Ángel, sin pararnos mientras que seguimos caminando hacia el ascensor, que está detrás de la recepción en un pequeño pasillo.
Nuestra habitación está en la cuarta planta, es la 407. A pesar de no ser un hotel muy grande, es bonito, antiguo y bastante alto, seis plantas para ser exactos. Tiene tres estrellas, pero está muy bien y la atención es excelente por parte del servicio, además, de estar limpísimo todo.
Cuando entramos, lo primero que hago es lanzar mi bolso y mi chaqueta a una silla y, un instante después, doy un brinco y caigo sobre la cama revotando varias veces en ella. Ángel estalla en carcajadas y se lanza también contra la cama, pero él no revota, lo que hace que yo también me ría.
Le miro fijamente entre risas y me acerco despacio a él. Nos quedamos ambos mirando el techo blanco, estirados en el colchón, sin decir ni una palabra.
- Es genial esto, ¿verdad? - rompe él el silencio que se había creado.
- ¿El qué? ¿El techo?
- No idiota - dice riéndose - , poder estar aquí tumbados, en otro país, sin nadie, sin nada...
- Sí. - Y que razón tiene.
- ¿Estás cansada?
- No mucho la verdad. ¿Y tú?
- Yo bastante... - se toca ese pelo precioso que tiene, se acerca a mí y se tumba sobre mi pecho. Entonces soy yo la que empieza a tocarle el pelo suavemente haciendo círculos con los dedos.
- Duérmete cariño...
- ¿Intentas copiarme la palabra? - gira la cabeza para mirarme con cara de misterio.
- No, solo quería ver que tal sonaba. - bromeo.
Los dos volvemos a reírnos. Levanta un poco la cabeza de mi pecho y me da un beso fugaz, volviendo a la posición en la que estaba hace segundo. Se acomoda en mí rodeándome con los brazos, quedando enjaulada entre él y, me doy cuenta, de que se quedará dormido en poco rato. Yo no tengo nada de sueño, no sé que haré si se queda dormido ni como me levantaré sin despertarle.
- Te quiero Abi... - Susurra estando entre dormido y despierto.
Esas palabras hacen que un escalofrío recorra todo mi cuerpo. Se ha quedado dormido, estoy segura. Y me alegro de que duerma para que así no pueda escuchar el silencio que he provocado al no contestarle. Porque no sé que decirle. No sé si le quiero ni si estoy preparada para quererle. Con él estoy a gusto, me siento bien y también viva, pero no entiendo que es lo que dicen mis sentimientos en estos momentos. Decidí que el tiempo tomara decisiones por mí y que el destino siguiese su curso y, es lo que estoy haciendo. Si realmente tengo que formar mi vida con él, estoy segura de que terminaré queriéndole como le quise una vez hace mucho tiempo. Pero hasta que eso suceda, si es que tiene que suceder, dejaré que todo fluya.
Me levanto con mucho cuidado, colocando su cabeza sobre la almohada y quitando poco a pocos sus brazos que siguen rodeando mi cintura. Le arropo con el edredón y se acurruca en él, como un bebe. Es tan tierno...
Después de conseguir dejar de mirarle como una boba, es mi turno para ponerme el pijama, pero antes encenderé el móvil, que tengo apagado desde que estábamos en el aeropuerto de Madrid.
Tengo 12 mensajes nuevos. Uno de Megan, los otros 11 restantes, tenía ya en mente de quién podrían ser, de Mario. Los borro automáticamente y leo el de Megan:
Anda que me avisas de que te vas de juerga ehh, que me tenga que enterar por tu "novio" tiene tela... Pero te perdonaré, ¡no tengo más remedio que hacerlo!
Por cierto, Mimi está bien, he ido a verla y prometo ir a visitarla todos los días hasta que vuelvas, te mantendré informada. Y el centro... ¡ha salido ardiendo! Que no, jajaja es broma.
Ya sabes, pásalo bien, disfruta de tu querida Italia y no vuelvas embarazada, sería muy precipitado tener un sobrino ya tan rápido...
¡Muchos Besos para los dos y, a disfrutar del viajecito romántico!
Megan y sus cosas... Creo que es única e irremediable, pero por eso la quiero tanto. Es tan... tan... tan Megan... Que nunca sabes por donde va a saltar. Pero yo la quiero, así de loca, tal y como es ella.
El sonido del tono de mensaje del móvil de Ángel se introduce en mis oídos e inmediatamente lo localizo sobre la mesita de noche que tengo justo al lado.
Cojo el teléfono.
¿Lo leo? No, no debería, ¿o sí?. Supongo que en una relación no tiene que haber secretos y, no le importará que lea sus mensajes sin él saberlo antes, ¿no?.
Pulso para desbloquearlo.
Bueno, también es una invasión de la intimidad personal suya un poco extrema... Estaría demasiado feo que le registrase el móvil sin su permiso. Se enfadaría.
Vuelvo a soltarlo donde estaba.
Pero no es registrarlo. Ha sonado y lo he cogido por si es urgente. Eso es, lo he mirado por si era algo importante. Sí, eso es exactamente el motivo de haberlo leído. ¡Puede ser de vida o muerte! Es mi deber leerlo, claro que sí.
De nuevo, lo cojo a la vez que me aseguro de que sigue completamente dormido y, esta vez lo desbloqueo y abro el mensaje.
Más vale que canceles ese viaje y estés de vuelta aquí cuanto antes, o en el caso contrario se irá todo tu plan por la borda, yo me acuparé personalmente de que así sea. Traidor.
Me quedo atónita por lo que acabo de leer. Parece el mensaje que le envía un mafioso a otro mafioso.
Un escalofrío recorre mi cuerpo por completo.
Por más que lo examino leyéndolo repetidas veces, no entiendo el motivo por el cual alguien puede llamar traidor a mi novio, decirle que vuelva a España y, además, hablarle de un plan del que se encargará de arruinar, ¿qué plan tiene Ángel?. No lo entiendo.
Miro el destinatario en busca de una respuesta coherente, pero su número no aparece, es desconocido. Entonces, decido mirar sus últimos mensajes, a ver si ahí puedo encontrar algo que responda a mis dudas y me saque de la incertidumbre.
Nada. Tiene muchísimos mensajes del día de hoy, de llamadas perdidas mientras el móvil estaba desconectado, del mismo destinatario desconocido. Pero, al ver sus llamadas realizadas, tiene varias con este número extraño de ayer por la mañana, justo antes de hablar conmigo cuando vino a buscarme a casa. O sea, que habló con la persona misteriosa ayer y mantuvieron una conversación, porque la última, dura casi diez minutos y, estaba en el hospital con mi abuela a esa hora, mientras yo volvía a casa, cuando la llamada terminó.
Todo esto me resulta muy extraño. ¿Tendré algo que ver con esto o, seré yo ese plan al que se refiere el mensaje?
No entiendo nada, pero estoy segura de que lo averiguaré. No sé como, pero lo haré.
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