ABRIL -47-
- Corazón.
La palabra sale de mi boca de forma rápida y decidida y los ojos de Ángel cambian en cuestión de décimas de segundo. Pasan de reflejar la más oscura preocupación, a transmitir con ellos la más sincera de las alegrías. Yo me deshincho completamente y suelto toda la tensión de mi cuerpo y el aire acumulado en mi pecho con un fuerte suspiro. Me siento aliviada al sentir que al fin me he decidido y hemos dejada a un lado la presión que nos perseguía con una sola simple palabra.
- ¿Corazón? ¿De verdad? - Dice marcando con sus carnosos labios una sonrisa enorme e incrédula.
Asiento e instintivamente, me lanzo a sus brazos para abrazarle y me recibe entre ellos con ternura y cariño.
- Corazón porque quién no apuesta no gana - digo mirándole a los ojos - , porque nunca en un futuro sabré lo que me perdí si hubiese hecho caso a mi razón, y porque en este preciso instante, te quiero infinitamente y quiero pasar mis días construyendo una vida juntos.
Sus ojos se llenan de lágrimas y los míos lo imitan, son lágrimas de alivio y felicidad. Es emoción.
Me coge la mano y me aprieta un poco sin apartar su mirada de la mía.
- Intentaremos que esto funcione, ¿verdad? - Me pregunta ahora con una media sonrisa.
Asiento con la cabeza varias veces seguidas y me besa. Dejo que me atrape durante un momento, pero aún a mi mente vienen recuerdos y secretos que quiero y necesito resolver, y que al igual que yo he decidido y le he dado una respuesta hoy dejando atrás mis dudas, quiero que él haga lo mismo y sea sincero respecto a los temas que me oculta. Entonces, paro el beso.
- ¿Qué pasa?
- No, nada... Es solo que... Tendremos que hablar de todo, ¿no?
- ¿De qué todo? - Pregunta confuso.
- Antes de este gran paso, creo que no deberíamos precipitarnos sin aclarar ciertas... cosas - digo haciendo comillas con los dedos - , necesito sinceridad y que todo esté claro entre nosotros. Nada de mentiras ni fantasmas del pasado que nos atormenten después. Si te he dicho que sí, es porque quiero una estabilidad entre nosotros que sea duradera, y que me ocultes cosas no me ayuda a ello.
Me observa extrañado. No sé si sabe por donde van los tiros o no, pero su expresión cambia por completo.
- Yo... - empieza a decir dando un par de pasos hacia atrás para dejar espacio entre nosotros - No entiendo... No entiendo lo que dices, ¿a qué te refieres?
- Vi tu móvil durante nuestro viaje a Italia. Mensajes... Llamadas... ¿Quién te amenazaba?
De repente el nerviosismo le invade. No sé si me sorprende o no el hecho de que abra los ojos de par en par, pero quiero y necesito que sea sincero de verdad. Ahora.
Se aleja caminando despacio. No sé si busca que le siga o no, pero igualmente lo hago sin preguntar. Se sienta en un bordillo blanco que sobresale en uno de los laterales del barco y agacha la cabeza para mirar al suelo. Yo le imito y tomo asiento a su lado.
No busco una discusión ni un mal rato después de todo lo que se ha molestado para que este momento sea perfecto y especial, solo busco la verdad oculta que hay dentro de este tema y aclarar al completo nuestra situación.
Agarro su mano y le doy unas ligeras palmaditas en ella.
- Solo quiero la verdad. No más mentiras, por favor. - Le digo con tono agradable para animarle a hablar.
Se levanta y noto como su corazón se acelera. Se agarra a la barandilla que hay al lado del bordillo donde yo estoy sentada y fija la mirada en el transparente agua del lago. No quiero presionarle, le dejo que se tome su tiempo en recapacitar y pensar en que es lo que me va a decir y de que manera hacerlo.
Al cabo de unos minutos mirando al agua (o quizá a la nada), deja salir el aire con un resoplido, y habla:
- Yo no quería contarte nada. No quería asustarte ni meterte en esto Abi... Pero quieres sinceridad y tienes razón, ocultar cosas e información no sería la mejor forma de prometernos ni de empezar esta nueva aventura. - Se toma de nuevo unos segundos, y continúa: - Ana se enteró de que estábamos juntos demasiado pronto. No sé de que forma ni cuando, pero se enteró. Y para no variar, su reacción no fue la mejor del mundo. - Deja de mirar el lago y vuelve para sentarse a mi lado, pero tampoco me mira a mi. - Cuando estuvimos en Italia, aquellos mensajes que leíste y las llamadas que viste, eran de ella. Llevaba ya tiempo recibiendo amenazas suyas... Ha intentado por todos los medios romper nuestra relación, a través de mi hija, por ejemplo... Y ahora, intenta hacerlo a través de Megan. No quería decirte nada porque igual que yo estaba preocupado e inseguro por su culpa, lo último que quería es que tú pasaras por lo mismo y te comieses la cabeza de forma innecesaria... Perdóname por no habértelo dicho, pero no te estaba mintiendo, lo prometo. Solo intentaba proteger esto - dice señalándonos a ambos y levantando la cabeza - , no quería que nada se interpusiera entre nosotros, Abi.
Ahora soy yo la que se toma unos instantes para pensar. Si es verdad lo que dice, y esos mensajes son de Ana, aunque me hubiese enterado de todo antes, tampoco es algo tan grave, ¿no? Solo es una piraña intentando atormentarnos, solo eso. Y no tengo una explicación mejor ni otra versión sobre este tema para poder comparar los hechos, por lo que no me queda otro remedio que creerme sus palabras, aunque siga sin cuadrarme del todo.
- ¿Y solo era eso? ¿Ana?
- ¿Solo? En su momento para mí suponía una gran amenaza... Intentaba ganarme tu confianza...
- Bueno, - digo interrumpiéndole - creo que esto lo podemos superar juntos... Sabemos como es Ana y sus intenciones. No será un obstáculo en nuestro matrimonio.
- Matrimonio... Me gusta como suena la palabra. - Contesta cambiando de tema.
- Suena bien, ¿verdad? - Asiente y me da un beso en la frente.
- Ahora solo nos queda fijar una fecha, comprar unos trajes de novios, hacer una gran lista de invitados, elegir el sitio para la ceremonia... Y un sin fin de cosas agobiantes más.
- Suena divertido. Y será divertido, ¡es como una aventura!
- Es nuestra gran aventura Abi, la aventura de nuestra vida.
- ¡Sí! - Exclamo casi eufórica.
Se pega a mi y cogiéndome del cuello, acerca su cara a la mía y junta nuestros labios en un beso que hacía falta ahora mismo. Toco su mejilla con dulzura y cierro los ojos para sumergirme en el maravilloso mundo de Ángel. Mi Ángel. Que bonito sería todo si esto siguiese su curso de manera correcta y saliendo todo bien. Sería genial tener un futuro en común sin nadie estropeando nuestro cuento.
El beso se interrumpe cuando escuchamos el tono de llamada de mi teléfono.
- No lo cojas, déjalo sonar. - Me dice volviéndome a besar.
- Sí... Ángel... No sé quién será. Puede ser importante, nadie me llama nunca a estas horas...
- Déjalo, ya llamarás luego.
- Tengo que ir a mirarlo.
Asiente con la cabeza no muy convencido y me levanto para llegar hasta mi bolso donde está metido mi móvil.
Cuando leo en la pantalla el nombre de la llamada entrante, una inmensa confusión pasa por mi cabeza.
- ¿Quién es? - Pregunta Ángel situándose justo detrás de mi.
- Es Megan. - Contesto extrañada.
- No. No lo cojas Abi. Todo lo que pueda decirte es con el fin de joder esta relación... Recuerda lo que acabo de contarte, Ana utilizó a Sofi y es más que probable que esté haciendo lo mismo con tu amiga.
- Ya no es mi amiga. Pero puede que sea una emergencia, ¿y si ha pasado algo?
- ¿Qué va a pasar? Sabes como es Megan y que no puedes fiarte ni de la mitad de lo que te pueda llegar a decir... Nunca ha sido una verdadera amiga, ¿para qué te va a necesitar a parte de para hacerte daño?
Tiene razón. De una cierta forma, no sé cuanto de sincera ha sido nuestra amistad, pero aunque una parte de mí piense que algo de real tuvo, en verdad sé que no es así, y que todo lo que nos unía era una simple falsedad por parte de ella que me ha hecho sufrir de la peor de las maneras.
Y aún sabiendo que para Megan solo he sido un trapo de limpieza, ella para mí fue mucho más que eso, y pensar que la podría estar pasando algo importante hace que piense en contestar esta llamada que tengo entre mis manos.
¿Contesto?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top