⊱6⊰
Divertido
_________________
Narrador omnisciente
_________________
Algunos amigos de Jungkook no tuvieron problemas en incluir a Taehyung en su juego, algo que fue de mucha ayuda para que él no se sintiera incómodo.
Los pequeños jugaban a las escondidas en aquella área de juegos.
Una de las niñas cubrió sus ojos y comenzó a contar. Los niños comenzaban a correr por el lugar buscando un lugar en donde ocultarse.
Jungkook tomó la mano de su hyung y comenzó a correr hacia detrás de un árbol que estaba rodeado de algunos arbustos.
Ambos se arrodillaron en el césped y se miraron con diversión, en el poco tiempo que había transcurrido se habían estado divirtiendo mucho.
Las pequeñas manos cubrían sus bocas para evitar que la risa saliera.
Escuchaban como, poco a poco, los demás eran encontrados por la mayor, Joo-hyun. Aquella linda castaña siempre disfrutaba pasar un buen rato con sus amigos y ese día no era la excepción.
La niña escuchó una pequeña risa que provenía de los arbustos cerca de los columpios. Jungkook no pudo evitar reír al ver como su hyung seguía con la mirada a una ardilla que se encontraba en una de las ramas del árbol, aquel animalito también miraba con curiosidad a Taehyung.
-¡Te encontré!
Ambos niños se asustaron y dieron un pequeño brinco ante aquel grito. Ese pequeño saltito había ocasionado que sus cabezas se chocaran.
-¡Joo-hyun gana! -exclamó Minki.
Todos se volvieron a reunir cerca al tobogán para decidir que jugarían ahora, pero parecía no haber un acuerdo entre los niños.
Algunos deseaban seguir jugando a las escondidas, otros deseaban saltar la cuerda, algunos simplemente querían divertirse en los toboganes del parque.
Taehyung prefería no decir ni estar de acuerdo con nadie porque el no sabía demasiado y temía enfrentarse a esos niños y niñas que a penas conocía. Jungkook, en cambio, también intentaba llegar a un acuerdo.
A ojos de Taehyung, su tierno y pequeño Kookie, se estaba peleando con otros niños, ahora ya no era un conejito adorable, era un conejito rebelde.
Luego de unos momentos alguien apareció con lo que parecía ser la salvación. La bella Jisoo traía consigo una pequeña cajita con tizas de colores.
-¿Rayuela? -preguntó la niña.
-¡Rayuela! -respondieron al unísono.
Todos los niños miraron con una sonrisa a Jisoo, estaban de acuerdo con jugar aquel "clásico".
Taehyung estaba confundido, pero sonrió cuando vio que la discusión había terminado, lo que significaba que su conejito rebelde volvería a ser adorable. Aunque debía admitir que le resultó tierno ver a Jungkook con el seño fruncido.
Los niños comenzaron a buscar piedras pequeñas para le juego y algunos otros comenzaban a dibujar las casillas en el concreto.
Jungkook se encontraba emocionado, había pasado tiempo desde la última vez que había jugado rayuela.
Con una sonrisa miró a Taehyung quien parecía confundido y curioso por saber que hacían los niños.
-Tae hyung, ¿qué pasa?
Ante el llamado, el nombrado, miró al menor y se avergonzó al ser consiente que no entendía nada y que de seguro, aquellos ojitos lo juzgarían y se burlarían de él.
No, él dijo que no debía tener miedo.
Fue entonces que miró al menor, se encogió de hombros y sonrió con timidez.
Jungkook comprendió al instante lo que sucedía. Solo sonrió y se dispuso a explicarle al mayor de que trataba el juego, así como había estado haciendo antes.
-No se preocupe si no entiende, hyung, la rayuela no es un juego muy complicado. Solo necesita una piedrita y equilibrio. Es algo muy divertido.
-¿Qué tengo que hacer?
-Primero... ah... mmm...
Jungkook estaba dispuesto a explicar, pero no encontraba las palabras para poder hacerlo. Si bien no era un juego complicado, no deseaba confundir a su hyung si no le enseñaba bien.
-¿Qué tal si vamos y le muestro como se juega?
-Está bien.
Al saber que él pequeño le enseñaría, Taehyung, comenzó a mostrar todo el interés del mundo en aprender.
Se acercaron nuevamente a los demás y rodearon las cuadriculas ya dibujadas. Todos ya tenían sus piedritas y comenzaron a jugar "piedra, papel o tijeras" para decidir quién iba a empezar.
Una vez decidido que Jisoo empezaría, todos comenzaron a hacer una fila detrás de ella con Jungkook y Taehyung casi al final.
-Presta mucha atención a lo que ellos van a hacer, yo te explicaré poco a poco.
-Sí Kookie.
La niña lanzó la piedrita con cuidado hacia la primera casilla, con una sonrisa, comenzó a saltar evitando aquel cuadrado que tenía escrito el número 1.
-Tienes que lanzar la piedra en las casillas, intenta que caiga en el centro, si no lo logras entonces pierdes tu turno.
Ante la pequeña primera explicación asintió con una pequeña "o" formada en sus labios.
Jisoo ya había llegado al número 10 y ahora debía regresar. Giró con cuidado para no pisar ninguna línea y continuó con sus saltos, recogió la piedrita y terminó su primer recorrido.
-No debes pisar ninguna línea, si lo haces perderás tu turno. Cuando llegas al 10, regresas y recoges tu piedrita. No olvides evitar la casilla en donde lances la piedra.
-Si.
El juego le parecía muy interesante y entretenido. Vio con atención a los siguientes tres niños. El primero pisó una línea mientras saltaba entre el 5 y el 6. La siguiente en la fila había lanzado la piedrita con demasiada fuerza y no pudo avanzar. El tercero lo logró, peor casi se cayó intentando recoger la roca.
El turno de Jungkook había llegado. Lanzó la piedrita que cayó de forma correcta. Sonrió y miró a su hyung.
-Preste mucha atención.
Taehyung solo asintió con una sonrisa y presenció aquellos saltos perfectos que daba el menor. Su Kookie tenía tanta precisión y equilibrio, saltaba con agilidad y con cuidado. Recogió la piedrita y dio su último salto mientras le sonreía al mayor.
Su recorrido había sido el más rápido hasta el momento y el agradecía haber impresionado a Taehyung.
Él no mentiría, tuvo demasiada suerte y agradeció haber impresionado al mayor.
El turno de Taehyung había llegado. Con cuidado arrojó la piedrita que rebotó y estuvo a centímetros de salir de la casilla. Se asustó y suspiró al notar que se mantuvo quieta.
Miró al frente y comenzó a saltar, era un ritmo sencillo de llevar ya que las casillas intercalaban, primero con un pie y luego con dos, fácil. Cuando llegó al 10, tuvo mucho cuidado al girar, continuó con los saltos y estuvo a punto de perder el equilibrio antes de llegas a las últimas tres casillas.
Aun sí logró llegar a salvo, recoger la piedrita y volver a saltar. Sonrió al haberlo logrado y se acercó a Jungkook quien lo miraba con emoción y alegría.
-¿Lo hice bien?
-¡Fue genial, hyung!
Los pequeños sonrieron y continuaron viendo el juego de los demás esperando por su nuevo turno.
Cada vez que saltaban comenzaban a emocionarse más y más, las últimas casillas siempre eran las más complicadas, tenías que ser muy preciso para acertar.
Mientras más avanzaban, más se emocionaban. Las reacciones de los niños y niñas eran más presentes y ruidosas. Todos habían fallado al menos una vez.
La competencia principal era entre Jungkook y Jisoo, ambos habían tenido suerte y se encontraban a nada de ganar. La niña tenía algo de ventaja al ser primera, pero nada estaba decidido.
La piedrita fue lanzada pero no con la fuerza suficiente. Los turnos pasaron hasta que le tocó a Jungkook.
Él había acertado pero cuando estaba por llegar perdió el equilibrio, una de sus agujetas se había desatado y la pisó por accidente, estuvo por caerse pero lo evitó pisando una línea.
El turno de Jisoo volvió a llegar y había fallado nuevamente, esta vez por demasiada fuerza.
Jungkook veía su oportunidad llegar pero se desilusionó al ver a Minki alcanzar la meta. Se había olvidado por completo de los demás y creó que su única competencia era Jisoo.
-¡Gané! -celebró el niño.
Se escucharon algunas quejas y pequeñas protestas, pero al final todos aceptaron aquella victoria.
El sol ya se estaba ocultando y no pudieron jugar una revancha. Poco a poco los niños se despedían y se iban del parque.
-Bien jugado Jeon. Prometo que te ganaré la próxima vez.
-Ya veremos Kim noona, yo le ganaré.
Aquella rivalidad entre ambos pequeños era evidente, pero tras ella había una bonita amistad que se formaba con el pasar de los días.
-Kookie -interrumpió Taehyung tomando la mano del nombrado- Tu mamá dice que es hora de irnos.
-Entonces vamos Tae hyung.
Ambos caminaron hacia la mujer. Mientras se alejaban, Jungkook miró de reojo a Jisoo quien también se iba junto a su niñera.
-¿Qué tal pequeños?¿Cómo la pasaron?
-¡Fue muy divertido! ¿verdad, Kookie?
-¡Sí! Extrañé mucho a todos y fue lindo jugar junto a Tae hyung aquí.
-Me alegra que se hayan divertido tanto. Ahora es momento de regresar a casa.
Los niños volvieron a tomarse de la mano y comenzaron a caminar de regreso a la mansión Kim.
-¿Le gustó jugar, hyung?
-¡Me encantó! Fue increíble.
-Me pone feliz saber que hyung está feliz.
-Siempre estaré feliz de pasar tiempo contigo, pequeño conejito saltarín.
-¡Hyung!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top