El piso continúa moviéndose, Tierra corre hasta Acero.

―¡Esto va mal, no puedo controlarlo! ―Se tambalea.

―Plan B ―exclama la rubia―. ¡Rayo, ataca a Trueno y yo la libero!

―¡¿Segura?! ―grita Aire y levita para no pisar el suelo que se mueve.

―¡Sí! ―Asiente―. ¡Agua, dame impulso!

―¡Con gusto! ―Sonríe la de pelo celeste y forma un charco enorme a toda velocidad.

―¡Cristal, ahora! ―pide la rubia.

La chica adorable crea un deslizador de su material y Acero va a toda velocidad sobre este.

Rayo sobrepasa el movimiento, llega hasta Trueno y lo golpea haciendo que este caiga, aunque al rubio le dolió bastante la mano por el golpe que le tuvo que dar.

Acero golpea la jaula contra-elemento, pero con un cuchillo específico, este hace chispas y se abre una parte.

―¡Agh, me las pagarán! ―Trueno se levanta, sube su puño y extrañamente todos son atrapados en pozos, excepto Rayo.

―Ay ¿Me salvé? ―exclama confundido el rubio.

El morocho sonríe.

―No, es hora de jugar.