☀️Capítulo VII☀️

MAURICIO

Llegó el día de partir por dos largas semanas y mi vuelo ya casi debe salir rumbo a Medellín, por supuesto, Sol vino a acompañarme al aeropuerto el dorado. Ver sus ojos llenos de lágrimas me conmovieron. Es tan dulce que me derrite.

—Voy a extrañarte muchísimo mi amor —La pegué a mi pecho para consolarla.

—Te extrañaré igual Sol  —Me separé para limpiar sus lágrimas—. Ya debo irme o perderé mi vuelo. —dije al escuchar mi llamado por tercera vez.

—Adiós mi amor, que tengas un excelente viaje. —Tomó mi rostro y lo acercó al suyo para darme un tierno beso—. Te amo.

—También yo. —Besé su frente—. Te llamo apenas llegue —Di la vuelta para seguir mi camino.

—Mao, ¡espera! —Me alcanzó y de nuevo me besó, dulce, tierno y diferente—. Lo siento, no puedo dejar de besarte, es que... Siento como si esta fuera la última vez y...

—Ya Sol, nada va a pasar. Estaré bien y en cuanto regrese, te daré todos los besos que quieras.

—¿Lo prometes?

—Es una promesa y siempre cumplo mis promesas, lo sabes. —Asintió.

—¿Me das otro beso? —Sonreí y lo hice, besé sus dulces labios una vez más.

—Adiós Sol, ahora sí debo irme.

—Adiós mi amor, voy a estár esperando tu llamada ansiosa.

Al ver sus ojos rojos, confieso que me sentí culpable por lo sucedido hace un par de días con Valeria, intenté olvidarlo y hacer que no había sucedido, pero no he podido conseguirlo.

☀️☀️☀️☀️☀️

Hace dos días que estoy en Medellín hospedado en el hotel Viaggio, apenas mi vuelo aterrizó llamé a Sol como se lo prometí, de hecho hablamos todo el trayecto al hotel y hemos hablado a diario por las noches, que es cuando estoy desocupado. 

Los hermanos Mendoza me dieron la bienvenida y me han tratado muy bien estos días, me enseñaron las oficinas y las tiendas donde nuestros diseños estarán exhibidos desde la próxima semana. Hoy es la presentación para anunciar a los medios la nueva colección de verano de M&M, esa será la marca que nos identifique como sociedad, nosotros hacemos lo diseños y ellos se encargan de la distribución en las tiendas en diferentes ciudades del país.

Mery y las modelos llegaron ayer en la noche y ya están todas aquí listas para iniciar con el evento en el hotel.

La presentación dio inicio hace unos minutos y es Valeria quien abre el desfile, por petición de los hermanos Mendoza. Por supuesto las otras modelos se enojaron.


Detrás de ella salen las otras modelos luciendo cada uno de los diseños que Mery escogió, para resumir;  la calidad de las telas gustaron y la rueda de prensa salió muy bien.

Cuando llegó la hora de irnos a descansar y noté que las modelos se iban, me acerqué.

—Señoritas muchas gracias por la excelente presentación de hoy, si necesitan algo no duden en llamarme. Buenas noches, que descansen.

—Buenas noches señor Macías —respondieron.

—Señorita Garcés, ¿Me permite unos minutos? —Mery y las otras chicas voltearon a verme confundidas, pero siguieron su camino hacía sus habitaciones.

—Dígame señor Macías ¿En qué le puedo servir?

—¿Volvemos a las formalidades?

—Es lo mejor, mantener la distancia nos evitará problemas. —Su expresión es seria.

—Tenemos que hablar Valeria.

—No veo de qué señor Macías, todo está muy claro. Usted se va a casar en unos meses y yo...

—¿Tú qué? —Interrumpí, porque no quería escuchar lo que iba a decir.

—Yo, no sé que hacer en estos momentos, pero de algo estoy muy segura —Se acercó hasta quedar muy cerca de mí—. Me amo y valgo mucho como para aceptar ser la amante de un hombre, por más que este, me guste y me haga sentir...

—¿Sentir que? —Agachó su cabeza.

—Olvídelo, como yo ya decidí olvidarlo.  —Dio la vuelta para irse.

—Espera —Me interpuse en su camino.

—¿Qué es lo que quiere señor Macías? ¿Qué acepte ser su amante? —Me miró fijamente —. o, ¿Solo quiere un acostón?

—Por supuesto que no Valeria, yo...

—¿Usted que? ¿Me va a decir que terminará su relación con su prometida para estar conmigo? —Me quedé en silencio, no sabía que responder—. Lo imaginé, así que será mejor que usted y yo mantengamos distancia. Ahora sí me disculpa, me iré a descansar. Buenas noches —dijo y salió del lugar dejándome confundido.

Ella tenía razón, voy a casarme y no estoy dispuesto a dejar a Sol porque la amo, tengo mi vida planeada con ella, aunque debo admitir que siento muchas cosas por Valeria, quiero tenerla cerca, besarla y ...

" No" solo estás confundido y encantado por su belleza Mauricio, es todo.

Me fui a mi habitación y me dispuse a llamar a Sol, tal vez si escuchaba su voz me olvidaría de las estupideces que estaba haciendo últimamente.

Hice una vídeo llamada, un tono, dos y...

Mi amor, te estaba pensando ¿Qué tal estuvo la presentación? Cuéntame, quiero saber.

—Muy bien Sol, la próxima semana estarán nuestros diseños en todas las tiendas de aquí.

Wow, te felicito mi amor, me alegra  que todo este saliendo de maravilla.  Oye, ¿y si me pensaste?

—Todo el tiempo Sol —Sonrió.

—Yo te pienso cada segundo, te extraño cada minuto y ya quiero que estés aquí mi amor, me haces falta.

—Pronto, dime una cosa Sol ¿Estás sola?

No, papá está en el estudio, ya sabes, prácticamente vive ahí y Tania en su habitación. ¿Por?

—Ponle seguro a la puerta, y baila para mi Sol —Sonrió maliciosa e hizo lo que le pedí. 

Acomodó su celular dónde pudiera verla bien y comenzó a mover sus caderas mientras quitaba la blusa de su pijama lentamente, pasó sus manos por su cuerpo sin dejar de moverse hasta llegar a su cabello.

Es jodidamente preciosa y se sabe mover bien, siempre me ha gustado la manera en que lo hace, me vuelve loco y justo ahora la quiero aquí, en mi cama.

Desde niña siempre le ha gustado bailar y cantar, incluso compuso varias canciones y un par de ellas me las dedicó. Lo hacía tan bien que sentí celos al imaginar a todos los hombres babeando por ella y no lo pude soportar, por eso aunque fue egoísta de mi parte le pedí que no lo hiciera más y accedió a dejar su sueño solo por complacerme.

Mao mi amor ¿Estás ahí?

—Si, es que, guau nena, me prendiste, no sabes todo lo que he pensé hacerte si estuvieras aquí —rió.

—¡Oh! ¿Y que harás al respecto?  Yo también te necesito aquí, ahora.

—Tócate e imagina que soy yo quien lo hace, piensa en mí Sol.

Empezó a tocarse lento y sensual, mis ojos no se apartaban de ella y mi cuerpo entero reaccionó.

—Oh Mao, ah... —Ese gemido me enloqueció.

Verla tocarse de esa manera y escucharla gemir, me excitaron demasiado. 

—Desnúdate. —Le ordené. Quitó el shorts de su pijama, se acostó y se abrió de piernas dejándome ver su intimidad logrando que me excitara al máximo.  Metí mi mano debajo de mi sudadera y comencé a tocarme también—. Baja tus manos a tu pelv...

El toque de la puerta me interrumpió.

«¡carajo! ¿Quien mierda es?»

—¿Esperas a alguien mi amor?

—No.

—Entonces no abras por favor, deja que se canse.

Nuevamente golpearon la puerta, esta vez con insistencia.

—Veré quién es, debe ser importante para que insista. Te llamo al rato, Sol.

No Mao, no abras mi amor, ya se cansará, no me dejes así por favor — Suplicó.

—No tardo —Terminé la video llamada, cerré la laptop y la dejé sobre la mesita.

Caminé hacía la puerta, pero antes acomodé mi sudadera para que no se notara mi erección.  Pensaba en quién podría ser a estás horas, y al abrir la puerta  me sorprendí.

—Perdón, te juro que traté, pero mis ganas de verte fueron más fuertes que mi orgullo y mis principios, ya no puedo aguantar más, Mauricio —Se acercó dándome un beso intenso el cual correspondí con las mismas ganas y el fuego que ya traía dentro.

«Bueno, yo tenía más Valeria»

—¿Estuviste bebiendo? —pregunté al separarnos.

—Solo tomé una copa para armarme de valor y venir aquí a decirte que me gustas mucho, Mauricio —No dije nada, solo cerré la puerta y volví a besarla pegándola a la puerta.

Bajé mis manos hasta su muslo levantando su vestido para apretar su trasero. La levanté del suelo logrando que enrollara sus piernas alrededor de mi cadera, la llevé a la cama dónde caímos muy agitados.

—¿Qué me estás haciendo Valeria? —susurré cerca de su boca.

—Lo mismo que tú a mí. —Acarició mi rostro y me besó intensamente.

Metió su mano debajo de mi camiseta y la arrastró hacia arriba hasta quitarla, bajé las tiras de su vestido y empecé a besar su cuello lentamente para luego quitarlo por completo. La observé con deseo al ver su cuerpo semidesnudo cubierto únicamente de un tanga brasilera roja.

—Eres hermosa Valeria —expresé y nuevamente besé sus carnosos labios para perderme por completo, olvidandome de todo, en ese momento éramos solo ella y yo.

☀️☀️☀️☀️☀️☀️☀️

El sonido de mi teléfono me hizo despertar, me removí un poco y noté la cabellera rubia esparcida por toda la almohada. Valeria aún estaba dormida y se veía tan hermosa que no quise despertarla.

Me levanté despacio para agarrar mi teléfono y ver quién llamaba tan temprano ya que no alcance a contestar, al ver el nombre de Sol en la pantalla, mi corazón se arrugó y mi conciencia me reprochó lo estúpido que había sido la noche anterior, quise devolver la llamada como siempre, pero no tuve el valor de hacerlo, en vez de eso le envié un mensaje diciendo que la llamaría más tarde porque estaba ocupado.  Mensaje que respondió de inmediato.

Está bien mi amor, estaré esperando tu llamada. Que tengas un grandioso día. Te amo.

—Buenos días  —Voltee y sonreí al ver a Valeria sentada en la cama cubierta con la sábana.

—Buenos días Valeria.

—¿Hablabas con alguien? —preguntó aun bostezando.

—Eh, no.

—Tengo hambre ¿Qué te parece si salimos a comer algo rico, amor?
—Me quedé inmóvil al oír eso.

¿Amor?

—Valeria yo creo que...

—¿Qué? —cuestionó al notar mi confusión, se levantó de la cama y vino hasta a mi—. Claro, ya conseguiste lo que querías y ahora me vas a mandar al demonio ¿Verdad?. No soy una puta Mauricio —recogió su ropa del suelo y se vistió muy rápido. En cuanto estuvo vestida pasó por mi lado furiosa hacía la puerta.

—Valeria espera, hablemos —Se detuvo.

—¿Para qué?, tuvimos sexo Mauricio. Engañé a mi novio, engañaste a la tuya y todo fue mi culpa, fui yo quién vino a buscarte, fui yo quién no supo mantenerse al margen y... soy una estúpida. —Se volteó y al ver las lágrimas salir de sus ojos, sentí culpa—. No me arrepiento de lo que pasó entre nosotros Mauricio, lo recordaré como algo muy bonito, pero como comprenderás ya no puedo seguir aquí, así que apenas termine el último desfile me iré y en cuanto llegue a Bogotá, tendrás mi carta de renuncia sobre tu escritorio. Adiós Mauricio, sigue con tu vida y tus planes de boda.

Se dio la vuelta para irse y como por arte de magia mis pies se movieron hacia ella para detenerla. Limpié sus lágrimas y sin pensarlo la atraje a mis labios para fundirnos en un apasionado beso.

—No te vayas por favor. Quédate conmigo —Lo dije sin pensar

¿¡Que mierda estás diciendo Mauricio!?

¿Qué les pareció?

¿Creen que sol lo perdone?

Aquí el capítulo prometido.

Gracias por leer.

Buenas noches.

(16-06-23)

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