❧ Primer día; Bufanda

Palabra: Bufanda.

Tiempo de la historia: Semi AU [tiempo donde Emma, Ray, Violeta y Zack van en busca de los 7 muros]

Se le cambia el tiempo que duró la última expedición a por varios meses de no ir al refugio, sin embargo no cambia la fecha de noviembre de 2047.

Escritora: Eli_lxz_

Anna se encontraba recogiendo la ropa de sus hermanos luego de estar un buen rato tendiendo ropa en el lugar de la lavandería (en la cual había cordeles para ello) por lo que ahora que estaba seca, así que inmediatamente fue a doblarla y dejarla en su lugar mientras que Natt la acompañaba a cargar los cestos repletos de ellos.

Ellos dos se podría decir que eran los líderes de sus hermanos, a pesar de que los de Goldy Pond y Yuugo estaban ellos eran los que conocían a sus hermanos mejor que nadie por lo que se encargaban de estos casi siempre.

Natt.- ¿Segura que puedes llevar las dos cestas? Puedo ayudarte a cargar una más.

Anna.- No te preocupes Natt yo lo puedo hacer, además tú ya estás cargando con dos también.

Natt.- Pero tú no eres buena cuando se trata de físico, eres como Norman en ese aspecto. - Rio y la ojiazul hizo un puchero.

Anna.- No es gracioso, yo quiero ayudar y no sentirme una inútil.

Natt.- No eres para nada una inútil, haces todo lo que esté a tu alcance y eso me alegra pero tampoco debes poner sobreesfuerzo que puede ser dañino para tu salud.

Anna.-Si, si, como digas- rodó un poco los ojos y continuó su camino.

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Emma caminaba exhausta al igual que  Gilda, Don y Ray, faltaba poco para llegar al refugio y a comparación de Olivia y Zack quienes parecían no estar cansados, los primeros estaban que ya no podían contar las horas para finalizar su recorrido y descansar por una buena vez.

Pero aparte de cansancio entre todos, Ray se encontraba en mal estado, aunque hacía todo lo posible para no hacerlo notar.

Tenía fiebre, los escalofríos aumentaban y la debilidad en sus extremidades se hacía presente, todo por quedarse la noche anterior dónde sin importarle la lluvia hizo vigilancia mientras que los demás dormían sin siquiera abrigarse o cuidarse, así que este ahora era su castigo.

Ray.- "Necesito llegar ya, no aguanto seguir caminando" - Pensaba mientras trataba de no tambalear.- "Me voy a desmayar en cualquier momento"

Pero aun así no quería pedir ayuda, sentiría mucha vergüenza que lo vean débil y que con un simple empujón caiga al suelo tal cual una hoja de papel por lo que se mantuvo firme, sin embargo no por mucho tiempo.

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Anna luego de dejar la ropa totalmente acomodada ahora estaba en su habitación haciendo una pequeña actividad que estaba trabajando por semanas.

Sentada en su cama tarareando una de tantas melodías que escuchó a Natt componer, tejía una bufanda azul manualmente.

Con dos palos, lana y gracias a la ayuda de Gillian quien le mostró el arte textil, fue creando accesorios para abrigarse desde guantes para sus hermanos y gorros hasta su pequeño "proyecto", la bufanda.

Sentía esta actividad como un pasatiempo, un momento dónde se relajaba y trataba de liberar su mente ante los problemas que ocurrían últimamente.

La bufanda estaba casi hecha, estaba a pocos centímetros de acabarlo cuando Natt tocó su puerta y luego de ella dar el pase inmediatamente entró.

Anna.- ¿Qué ocurre Natt?

Natt.- ¡Emma y los demás ya llegaron! desde las cámaras se ven que están a pocos metros de la entrada.

El corazón de Anna comenzó a latir cada vez más fuerte, lo primero en que pensó antes de dejar la bufanda en su escritorio fue una sola palabra. "Ray"

Salió de su habitación y fue hacia donde el pelirrojo para ver lo que su decía era cierto.

Natt.- Están llegando, no se encuentran tan lejos si ves por las cámaras, vamos a recibirlos, luego le decimos a los demás cuando ellos ya estén aquí dentro.

La rubia asintió y salieron al aire libre, pudo notar como un pequeño grupo caminaba a su dirección.

Emma.- ¡Anna, Natt!- ya casi cerca con poder verlos sin lejanía los saludó.

Ellos dos respondieron al saludo balanceando sus manos hasta que se acercaron lo suficiente para abrazarlos.

Gilda.- Anna que hermosa estás con el cabello suelto, te hace ver más mayor y madura. -Sonrió mientras tocaba una de las pequeñas trenzas de la nombrada.

Anna.- Gracias Gilda, tú también cambiaste de peinado.

Gilda.- Es que mi cabello había crecido tanto que tuve que hacerle una pequeña cola por qué no quería cortármelo como Emma pero supongo que me queda bien.

Emma.- Yo no aguanto tener cabello largo, me da mucho calor.

Anna.- Algunas personas deben encontrar su propio estilo de acuerdo a sus cualidades y acostumbrarse a ello supongo.

Emma.- Tienes razón, mejor vamos adentro del refugio antes de que alguien nos vea.

Las dos chicas asintieron para luego Anna ver como Natt hablaba con Ray.

Natt.- ¿Te encuentras bien? Te noto con la respiración agitada y no puedes pararte solo a menos de que te apoyes a Don.

Ray.- Ya te dije que estoy bien-Respondió débilmente.- Entremos de una vez al refugio.

Don y Natt se miraron entre sí y asintieron para caminar hacia la entrada.

El azabache pasó al lado de Anna y le dio una mirada, sintió como su cuerpo se adormeció y sus piernas ya no me respondían para lo siguiente caer al suelo de no ser por qué ella de actuó rápido y lo sostuvo antes de que ocurra.

Anna.- ¿¡Ray!? ¿Ray que te ocurre?

Zack al escuchar el grito de Anna inmediatamente fue hacia allí y examinó a Ray.

Zack.- Se ha desmayado, debemos llevarlo a la enfermería rápido.

Anna asintió y con ayuda de los demás fueron a aquel lugar para echarlo en la camilla y ver qué le pasaba.

Anna.- Tiene fiebre alta, sus manos están frías pero su frente caliente, se ha resfriado.

Zack.- Seguramente es por lo de la noche anterior, necesita descansar, por suerte no es algo grave si lo cuidamos.- Le dijo a la ojiazul y ella asintió- ¿Cómo te va en la medicina, Anna?

Anna.- Muy bien, Sandy me ha estado ayudando a leer y explicarme libros con información de la medicina general, en este tiempo que estuvieron ausente aprendí mucho así que puedo decir que ya soy como una aprendiz.– sonrió.

Zack.- Me alegro, ya se necesita con urgencia más especialistas en medicina, además así podrás ayudar a tus hermanos si en algún momento no hay nadie que pueda ayudarlos.

Anna asintió y siguieron atendiendo a Ray para que despierte en el menos tiempo posible.

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La noche llegó y la ojiazul dijo que se iba a quedar a cuidar a Ray hasta que amaneciera por si algo le llegase a pasar, aunque los demás le intentaban convencer de que no había nada que lo ponía en riesgo, ante la insistencia de su hermana accedieron.

Anna en silencio se sentó al lado de la camilla y para no quedarse sin hacer nada se dedicó a terminar su bufanda.

Tarareaba dulcemente terminando los últimos tirantes de la bufanda hasta que sintió que alguien la miraba, alzó la mirada y se encontró con los ojos del azabache.

Anna.- Oh despertaste más rápido de lo que le pensaba - Sus mejillas se pusieron un poco rojas y sonrió mientras que dejaba en la mesa de su lado la bufanda con los palos de tejer.- ¿Ya te encuentras bien?

Ray.- Hola Anna- Saludó pues antes según sus recuerdos no lo había hecho- Sí, ya me siento bien.

Anna.- Uhm- puso su mano en la frente del azabache. - Tienes temperatura normal por ahora, hay que mantenerte así hasta que te sanes por completo.

Ray.- Supongo que me he resfriado ¿no?- Concluyó por la lluvia de la noche anterior.

Anna.- Si, los demás me dijeron que te quedaste cuidando toda la noche sin abrigarte, así que ahora debes pagar las consecuencias pero no te preocupes, con los cuidados necesarios te sanarás por completo, pero por ahora duerme, en la mañana te daré pastillas.

Ray.- No tengo sueño.

Anna.- Oh bueno... ¿entonces qué vas a hacer? Faltan horas para que amanezca.

Ray.- ¿Tal vez hablar conmigo? Sé que en el orfanato no hemos hablado muy seguido pero ahora podríamos conversar...

Ella quedó sorprendida, era verdad que no se hablaban mucho pero que cambie esa formalidad entre los dos, no lo creía venir.

Anna -Por supuesto. ¿De qué temas podríamos conversar?

Ray.- Bueno... ahora mismo lo que se me viene a la mente es tu cabello, te has hecho un nuevo estilo y te queda bien.

Anna.- Uh gracias, cuando comenzó a crecer me gustó tenerlo suelto pero no quería dejar las trenzas que tanto amo así que se me ocurrió esto.- Sonrió de forma tierna.

Ray.- Ah crecido muy rápido, me da gusto que vuelvas a tener tu cabello como era, largo, antes de que te lo cortes.- Murmuró lo último pero la contraria lo escucho.

Anna.- Me hubiera gustado dejar mi cabello corto, para así recordarme cada día que alguna vez pude ayudar a hacerte escapar.

El azabache comenzó a recordar escenas del escape de lo que consideraban su hogar y tomó un poco de aire.

Ray.- Es mejor no desviarnos a otros temas.

Anna.-Claro, entiendo. ¿Dime qué otra cosa deseas hablar?

Ray.- ¿Cómo te ha ido aquí? ¿Ha surgido algún problema o todo ha estado tranquilo?

Anna.- La verdad todo ha ido en orden, no hubo ninguna amenaza o algo que nos ponga alerta, pero eso también preocupa ¿Tan pronto ya no nos siguen? Debe haber un motivo de que no quisieran detenerlos.

Ray.- Tienes razón, no hay que bajar la guardia, en cualquier momento podrían venir a atacarnos.

Anna.- Mañana o es decir, cuando amanezca deberías ir a hablar con Yuugo, él tiene planes a futuro en varias circunstancias, puede que allí te diga unas cuantas a este pequeño problema.

Ray.- ¿Te ha contado cosas?

Anna.- Lo que te acabo de decir lo mencionó él para todos pero aparte hablé personalmente varias veces sin embargo fue por otros temas, me comentó que me parecía a una "amiga" que tenía en su juventud y me contó un poco su historia en esas charlas...

Ray.- Vaya... Ni a Emma o a mi le tiene tanta confianza como para hablar de eso, se habrá encariñado contigo.-Comentó con sorpresa- "hasta donde sé, Yuugo siempre fue reservado, pero siempre una persona necesita de alguien supongo"

Anna.- Tal vez, me he acercado mucho a él, a decir verdad a veces me sobreprotege -mientras que decía esto, un poco avergonzada, uno de los palos de tejer no estaban en buena posición y se cayó junto con la bufanda.- Ay- Lo recogió y lo puso en sus piernas.

Ray.- ¿Tú has hecho eso?

Anna.- Uh si, Gillian me enseñó a hacer ropa y ahora mismo estoy en una bufanda, ya casi lo estoy terminando, solo falta los nudos de las tiras para que no se corran los hilos de lana.

Ray.- Que bien por ti, seguramente luego de este vas a querer hacer muchos más.

Anna.- He hecho bastantes, desde guantes hasta ahora que estoy en la bufanda pero me faltan más accesorios, el problema es que no sé a quién darles, a nuestros hermanos no le quedan pues son grandes y están allí en un cajón esperando que los pequeños crezcan para que los puedan utilizar.

El azabache no dijo nada pues se quedó mirando con mucha atención las manos de Anna haciéndole los últimos arreglos a la bufanda, eso de los nudos, hasta que al terminar dejó a un lado los palos de tejer y dobló la bufanda ya terminada, y lo dejó a un lado.

Anna.- ¿Tienes alguna idea a quien le podría dar está bufanda?- preguntó inocente -a Emma no creo que le guste el color azul o a Gilda, Don tal vez pero no es muy fan de las bufandas y Natt, no es su estilo, como dice él.

Ray.- Uh... ¿Podrías dármelo a mí?- Preguntó avergonzado.- Desearía tener uno de tus trabajos.

Anna.- ¿Eh? ¿En serio lo quieres?

Ray.- Claro que si ¿O prefieres tenerlo guardado hasta que alguien te lo pida?

Anna.- N-No, entonces toma, -tomó la bufanda y le entregó - pensándolo bien, creo que es buena idea que lo tengas, así ya no te enfermarías por el frío. -bromeó sonriendo.

Ray se sentó y se puso la bufanda alrededor de su cuello, en verdad era muy cálido y abrigaba muy bien hasta los hombros.

Anna quedó algo embobada mirando como él se acomodaba la prenda hasta que esté volteó y se dio cuenta que ella la estaba mirando con unos ojos "raros" según él.

Ray.- ¿Pasa algo? ¿Me lo estoy poniendo bien o no es así? -. Preguntó causando que ella entré en razón de lo que estaba haciendo.

Anna.- Ay ¡Lo siento!- Bajó la mirada muy avergonzada con las mejillas rojas.- S-Sabes creo que es mejor que me vaya ,veo que ya te sientes bien así que puedes volver a dormir sin vigilancia, me voy, buenas noches.- Ni menos terminó se fue casi corriendo con sus dos palos de tejer.

Ray.- ¡Hey espera!- La ojiazul se había despedido tan rápido que él no tuvo tiempo para responderle al instante -Buenas noches a ti también...gracias por la bufanda.- Dijo lo último susurrando.

Al día siguiente se le podía ver a Ray con la ropa del refugio junto con la dichosa bufanda bien puesta en su cuello, a decir verdad, se le veía muy bien y para el azabache al parecer había encontrado su propio estilo, todo gracias a Anna.

¡Espero les haya gustado este día uno!

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