Jimin se encuentra inmóvil estando entre la cómoda de la habitación y el cuerpo del pelinegro.
—¡Oh! —suelta el chico.

El pene del mayor se encuentra rígido, el menor siente como el miembro de su pareja empieza adentrarse poco a poco, lo penetra profundo provocando que el castaño gima.

—Me vuelves loco, corderito —musita el millonario sobre los labios hinchados del menor.

El chico extiende sus brazos y rodea el cuello del mayor acariciando de forma sutil y seductora los cabellos húmedos de sudor de Jeon.

El mayor mueve sus caderas y el castaño tira de algunos cuantos mechones de cabello de este. El pelinegro carga al menor, llegan a la cama y se acomodan entre risas divertidas y pervertidas.

Jungkook mueve de nuevo sus caderas esta vez rozando el punto P, de Jimin.

—¿Continúo? —pregunta el millonario, dejando besos húmedos en el rostro del menor.

—Ni lo pienses —lo amenaza Jimin, atrayendo más el cuerpo del pelinegro.

—Dijiste que no podíamos tener sexo antes de nuestra boda —dice de forma burlona el mayor.

—¿Quieres estar en abstinencia, amorcito? —lo cuestiona el castaño, diciendo lo último en un jadeo.

Deseoso, Raven se deja acercar al cuerpo de su esposo el cual, estira sus manos y recorre su espalda hasta posarlas sobre los glúteos del mayor acercándolo más a él, provocando que su miembro este completamente dentro de él.

Jungkook mira a Jimin, sus ojos brillan, sonríe y el chico cierra sus ojos y extiende su cabeza, mientras el mayor empieza un vaivén un poco más rápido.

Una de las manos del millonario estimula el miembro del menor mientras lo penetra, acelera sus embestidas en el momento que siente como los músculos de la entrada del menor se contraen presionando su pene, haciendo que suelte un gemido de placer.

Una de las manos de Jeon viaja hasta la cintura de Jimin, la presiona con fuerza mientras lo embiste sin parar, observando el lindo rostro del chico que esta abajo de él.

Cuando ambos han conseguido correrse, los labios de Jungkook recorren todo el cuerpo de Jimin. Besa su cuello, sus clavículas, su pecho, su abdomen, su ombligo, su pelvis, sus muslos y se detiene hasta llegar a los pies del castaño, hace cosquillas sobre la planta del pie y hace que el chico suelte una sonora carcajada.

—¡Jimin! —escuchan ambos el grito proveniente desde afuera de la habitación. —Ya los escuché, más vale que terminen —continúa hablando, Sana. —Vístanse y bajen como lo habíamos acordado —les ordena la castaña.

Raven ríe, besa el abdomen de Jimin, el menor toma una buena porción de cabello de Jeon, lo jalonea, alejando el rostro del pelinegro de su cuerpo.

—Basta, los invitados esperan —le recalca el castaño.

—Que continúen esperando —balbucea Jeon, colocando sus labios sobre el cuello blanquecino del menor.

—No bromeo con lo de dejarte en abstinencia —le recuerda el chico.

—Es hora de vestirnos y hacer lo que tu hermana dice —comenta Jungkook, alejándose del cuerpo del castaño.

Después de convivir por cinco meses y medio, el millonario continúo y continúa con sus regalos sorpresas para el castaño, cada día lo sorprende con sus flores favoritas y con algún obsequio extravagante y para nada barato.

El primero en salir de la habitación es Jungkook, luego de que Jimin le acomodara el cabello, el castaño espera unos minutos y luego baja él.

Mira a los trabajadores de Raven Corp., observarlo, pasa saliva y desciende su mirada al notar a los accionistas con los que Jungkook trabaja.

Siente como alguien toma su mano derecha, alza su mirada y ve a su hermano mayor.

—Channie —murmura el castaño.

—Papá espera por ti —dice el peligris, encaminando a su hermano menor hasta la puerta trasera que conduce al enorme jardín de la casa.

—Hijo —articula nervioso el señor Park.

Le ofrece su brazo derecho a Jimin, el cual toma luego de soltar a su hermano.

Sobre el césped se encuentra una alfombra color blanco adornada con muchos pétalos de girasoles y jazmines azules. Jimin y su padre caminan sobre la alfombra mientras los invitados empiezan buscar una buena posición.

Al llegar frente a Jungkook, el señor Park abraza a su hijo y luego se hace a un costado al lado de sus otros dos hijos.

Anne se encuentra al lado izquierdo a un costado de Raven, Hope se halla al lado derecho a unos cuantos pasos de distancia de Jimin.

Tanto como Park y Jeon, habían llegado a un acuerdo en no decir sus votos ante sus invitados ya que, ambos se dicen las cosas mutuamente y no necesitan que el resto de personas esten al tanto de lo que en verdad sienten el uno por el otro.

El padre ameniza la lujosa y costosa boda del millonario, cuando ambos dan el sí definitivo, el sí que dieron hace mucho sin siquiera conocerse y sin sentir atracción mutuamente.

—Corderito —susurra Raven, posando su mano derecha sobre el rostro del menor.

—Amorcito —masculla Jimin, sonriendo para su esposo.

Juntan sus labios y se separan al escuchar los aplausos de los invitados.

Jungkook carga a Anne en brazos y Jimin carga a Hope.

Las cosas habían cambiado, Anne ahora es hija adoptiva de Jeon y de su hermano luego de una larga plática con el señor Park, decidieron que la pequeña Anne se merecía un buen futuro, y Jungkook no era capaz de negarle eso a la pequeña y a su lindo esposo.

Jimin, por su parte, no tendrá el apellido Jeon, sino que Raven. La idea de Jungkook, era no dejarle sus empresas a su madre u hermano, si algo le sucedía todo quedaba a nombre de Jimin Raven, su esposo, y si este llegase a faltar, todo quedaría a nombre de Hope y Anne.

El millonario baila junto a las pequeñas mientras Jimin, baila y se divierte junto a sus hermanos y su padre.

Luego de un tiempo el castaño camina hasta su esposo, lo abraza por la espalda y sonríe.

—Hola, extraño —lo saluda Jimin.

—Hola, extraño —repite el saludo, Jungkook.

Se cercan y empiezan a bailar.

—Encontré la casa perfecta —le comenta Jeon, mientras bailan.

—¿Sí? —dice Jimin, girando con la ayuda del pelinegro.

—Sí —acota Jeon, dejando un casto beso sobre los labios del menor. —Esta fuera de la ciudad, es un poco más grande que esta. Tiene un buen terreno para montar a caballo, a dos kilómetros se encuentra un río, hay muchos árboles y espacio para que Anne y Hope se diviertan —le comenta el mayor—. Agilizare la construcción de una piscina para poder divertirnos los cuatro.

—Seis, no olvides a Camile y Mark —le recuerda el castaño.

—Claro, no te preocupes por las habitaciones hay de sobra. Tu padre y tus hermanos pueden visitarnos cuando deseen, solo deben avisarnos con anticipación. Mandare a pedir jazmines y girasoles para que puedas sembrarlos junto a Camile y Sana en el jardín —Jimin, asiente. —También quiero que las niñas tengan algunos juegos en la parte trasera de la casa —añade Jungkook.

—¿No olvidas nada? —lo cuestiona el castaño, divertido.

—Nosotros, nos pase por alto. Serás mi asistente - esposo, eso quiere decir que voy a tenerte a mi lado siempre —alza sus cejas de forma provocativa haciendo reír a Jimin. —Cambiaremos la oficina, nuevo escritorio, nuevo sillón, todo será nuevo —dice emocionado el millonario.

—Creo que ya planeaste todo sin mi ayuda —susurra Jimin, sobre la comisura de la oreja derecha de su esposo.

—Bueno, uno de mis votos es hacerte feliz a ti y a nuestras pequeñas. Así que, es imposible no buscar lo mejor para ustedes —confiesa Jeon, besando la mejilla izquierda del castaño—. Así que, si me pides una casa en Manchester, la voy a buscar, la voy a comprar y nos mudaremos a ese lugar.

—Calla —le pide Jimin, posando sus manos sobre el cuello de su esposo.

Jimin siempre suele decirle a Jungkook, a su millonario esposo, que no tiene mucho para ofrecerle, pero lo que el castaño no comprende es que él le ofrece todo lo que Jeon, necesita. Le ofrece momentos de felicidad, lo hace reír, le da paz, le ayuda a confrontar y vencer sus miedos, le brinda amor, y eso, todo eso, es lo que mejor tiene el menor para ofrecerle a Raven.

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