3

Jimin paso su primera noche en la habitación que había escogido para él. Al inicio se sintió solo y las ganas de llorar lo embargaron, pero recordó que no es la primera vez que es alquilado o vendido, así que una vez mas no le podía afectar su afectada vida.

Amaneció en la pequeña habitación de Hope, sentado en una silla, luego de haber escuchado el llanto de la pequeña en la madrugada.

—¿Te gusta esto?

Le da un poco de banano hecho pure, con una cuchara.

La pequeña asiente feliz.

—Tienes una linda sonrisa —la halaga Jimin, apartando los mechones húmedos de cabello del rostro de la niña. —Di pato —le pide el castaño, mientras miran la figura del animal sobre la pantalla de la tableta. —Pato —le repite.

—Papo —dice Hope, haciendo reír al chico.

—Muy bien.

Deja la cuchara y la fruta sobre la pequeña mesa, y aplaude unas cuantas veces.

La nena al ver el accionar efusivo del chico frente a ella lo imita, sonriendo grandemente.

—Eres demasiado tierna.

Termina de alimentar a la niña, luego la cambia, la deja sentada sobre una pequeña silla de madera color rosa frente aun tocador del mismo color.

—Déjame busco las ligas —abre algunas gavetas del tocador hasta que da con las ligas de distintos colores.

Toma el peine y empieza a separar el cabello de delante por la mitad, toma una liga amarilla y sujeta en una pequeña y no tan ajustada coleta. Realiza el mismo procedimiento con la otra mitad, pasa el peine en el resto de la cabellera de la niña y luego toma su manita.

—¿Quieres que juguemos? —cuestiona a la niña.

Ambos caminan hacia fuera de la habitación, topándose con la sirvienta.

—Buenos días —saluda Jimin.

—Buenos días —responde la señora acompañado con una sonrisa—. Llévela al jardín, tiene su pequeño parque, le gusta ese lugar.

El chico asiente y continúa con su camino junto a Hope.

Mientras descienden los escalones, Jimin cuenta cada peldaño para que la pequeña aprenda. Alza su mirada cuando solo les restan cuatro escalones, mirando como Jeon entra a la casa con su saco en la mano izquierda hecho puño, su camisa desarreglada y su cabello alborotado.

—Imbécil —susurra el menor, terminando de bajar las escaleras. —Di hola —le pide Park a Hope.

—Oa —dice la niña mirando a su tío el cual, pasa de largo frente a ambos ignorándolos.

—Joy, date prisa —alza su voz el millonario.

—Es un maldito estúpido —suelta, molesto Jimin.

—Cuida tu boca —lo reprende la pelinegra.

El castaño la mira desafiante, toma mejor la manita de la niña, suspira y sonríe.

—Ven Hope, evitemos encontrarnos con estúpidos arrogantes.

Las cejas de la mujer se elevan sorprendida ante lo que acaba de escuchar.

—Tú eres un...

—¡Joy! —la interrumpe un fuerte grito de su jefe.

—Hay que lastima, ahora ve, tu jefe te llama —Jimin sonríe alejándose de la pelinegra.

Sale al jardín junto a la nena, observa el pequeño parque con juegos y recuerda a su hermana menor, sus ojos se nublan por unos instantes, pero luego se repone al escuchar una enorme carcajada de la pequeña.

Trota hasta donde la niña se encuentra, la sube a un columpio, le coloca el seguro y empieza a empujarla.

Luego juegan en un pequeño deslizadero, para por último ver a la pequeña dentro de una casa, mientras la mira desde la pequeña ventanilla sentado en el césped.

—Oh, muchas gracias —dice Jimin, tomando un pequeño plato con un huevo de juguete.

La pequeña con una de sus manitas toma el huevo, y lo lleva en dirección a la boca del castaño el cual, finge alimentarse complaciendo a la pequeña rubia.

—Joven —escucha a lo lejos Jimin—. Joven Park.

Gira su rostro un poco y mira a la sirvienta acercarse a la casita.

—Dígame.

Jimin deja los juguetes sobre una mesita dentro de la casa.

—Un abogado lo busca, su nombre es Chanyeol.

El castaño se pone de pie de forma rápida.

—Yo, gracias.

—Quédese aquí, lo hare pasar y conversan acá —sin saber el porque la sirvienta toma esa decisión, Jimin, la acepta mientras su nerviosismo aumentaba a cada segundo.

Cuando Park, mira a Chanyeol caminar hacia él suspira aliviado.

—Muchas gracias —dice amablemente el peli gris. —Joven Park —saluda el abogado al castaño.

—Cuidare de Hope, mientras conversan —Jimin asiente, alejándose junto al abogado.

—Acá está bien —dice el peli gris.

—Channie —susurra lo mas bajo que puede el castaño.

—¿Estas bien? —lo interroga el mayor.

—Sí, es un imbécil arrogante, pero hasta ahora no me ha golpeado —lo pone al tanto el menor.

—Recibió el dinero, quise venir por eso —Jimin asiente—. Dos mil de dólares fueron depositados a tu cuenta, los moví a la de él de inmediato

—¿Cuánto dinero nos falta? —pregunta Jimin.

—Quince mil mas y nos entregaran a papá —el menor suspira.

—Hey, si ya no quieres seguir...

—No, no es eso, seguiré, voy a hacer lo que pueda para cumplir lar reglas de ese imbécil para poder conseguir dinero.

Chanyeol asiente.

—Jiminie, hay una clausula en tu contrato, pagare por ella cuando decidas no continuar —el menor lo mira asombrado.

—No tenemos dinero, Chanyeol —le recuerda el castaño, irritado.

—Si lo tengo, estoy dividiendo las ganancias de mis casos entre mi padre y tú. Voy a sacarte de aquí, luego de que recuperemos a papá.

—Prométemelo —le pide Jimin.

—Te lo prometo —toma la mano derecha del castaño y la sostiene dándole apoyo y afecto—. Sana fue rentada ayer, tendremos más dinero

—Solo quiero que esto termine —murmura el menor.

—Yo también, odio saber que eres besado y tocado por hombres y mujeres que no te gustan.

Jimin baja su rostro avergonzado.

—De una u otra manera debemos conseguir el dinero —Chanyeol presiona mas la mano de Jimin, obligando a que lo vea.

—Te juro que lo siento —se disculpa el mayor.

—No es tu culpa, Chanyeol.

—¡Jimin! —se escucha un fuerte grito.

El mencionado gira su rostro hacia la derecha y observa como Jungkook, camina hacia donde se encuentra con su ceño fruncido y su mirada seria.

—¿Es él? —pregunta el peli gris.

—Sí —responde en un murmuro, Jimin. —Pase lo que pase no te metas —le pide el castaño a su hermano.

—Pero...

—No —lo reprende el menor.

—¿Quién se supone que es él? —cuestiona el pelinegro, con voz desagradable.

—Es mi abogado —responde Jimin.

—Tu abogado —se burla Jeon.

—Un gusto señor, Raven —dice amablemente, Chanyeol.

—No sabía que los abogados tomaban de la mano con tanta confianza a sus clientes —habla Jeon, sonando prepotente, con su mirada fija en las manos entrelazadas de los hermanos Park.

—Oh, lo siento, no sabia que debía darte explicaciones hasta de quien me toma la mano —suelta Jimin, dejando asombrado a su hermano el cual, suelta su mano.

—Me debes todo a mí —le recalca con superioridad y posesión el pelinegro.

Chanyeol arruga su entrecejo al ver como el millonario toma el antebrazo izquierdo de su hermano menor de forma brusca.

—Suéltame, si quieres discutir y golpearme hazlo en un lugar donde Hope no vea lo imbécil, abusivo y brabucón que eres.

Jeon suelta el antebrazo de Jimin. Rechina sus dientes unos segundos, suspira y luego lleva su mirada hasta el peli gris.

—Ya puedes marcharte, mi esposo te llamara —se dirige Jungkook al hermano mayor de Jimin.

El menor asiente. Chanyeol lo imita.

—Si tienes alguna duda, Jimin. Sabes donde contactarme.

—Sí, sí, ahora vete. Camil, saca al señor de mi casa y quédate con Hope en el jardín, mi esposo y yo tendremos una charla.

El castaño traga grueso al escuchar todas las palabras que el pelinegro ha dicho. Sin pensarlo tanto, se aleja de todos empezando a caminar hacia dentro.

Jeon se percata y a pasos largos sigue al castaño.

—Raven, necesito que...

—Ahora no, Joy —dice pasando de largo frente a su asistente, con su objetivo fijo.

Trota y antes de que Jimin se encierre en el baño de invitados, lo toma de su brazo derecho para luego arrastrarlo hasta la pequeña sala de espera.

—Ahora vas a calmarte y explicarme —le pide Jeon, estrellándolo contra una librera.

—¿Explicarte qué? —duda Jimin, molesto.

—No dejare que me veas la cara de estúpido, porque créeme que no lo soy.

El castaño sonríe soltando un suspiro.

—Pues yo creo que si eres un estúpido —lo confronta el menor, causando mas enojo el hombre frente a él.

—No me provoques —lo amenaza Jungkook.

—¿O qué? —Jimin, alza su rostro y conecta sus ojos café con los de Jeon.
—Vas a golpearme, hazlo. Es lo que imbéciles ricachones como tú hacen, hazlo —lo reta Park, cegado por el enojo y cansado de vivir de la manera en la que lo hace. —Se supone que me compraste para ser tú esposo. ¿Por qué tendría que verme con otro hombre? —lo cuestiona el menor.

—El hecho que tú no vengas a tu casa a dormir por cogerte a cualquier persona, no quiere decir que yo hago lo mismo. No me compraste para eso ¿o sí?

—Cuida como te diriges a mi —lo reta el pelinegro.

—No te gusta escuchar la verdad, imbécil —Jimin se zafa del agarre de Jungkook.

—¡Basta! —alza su voz Jeon, dejando a Park quieto, con su respiración un tanto agitada debido al enojo—. No voy a permitir que te dirijas de esa manera a mí.

—Solo eres un millonario más —dice el castaño.

Jungkook lleva su mano derecha a la parte de atrás del cuello de Jimin, asustándolo un poco, lo apega nuevamente a la librera y acerca su rostro al del chico.

—Pero me perteneces —susurra Jeon, sobre la comisura de los labios del castaño.

—Por ahora —murmura Jimin, haciendo reír a Raven.

—Eso lo veremos —dice Jungkook, para luego juntar sus labios con los de Park.

Jimin se siente asustado, recuerda la primera vez que no correspondió el beso a uno de sus dueños y recibió una gran paliza. Al sentir los labios del pelinegro moverse, decide corresponder el beso, complaciendo a su comprador, es para lo que son comprados, para complacer las estupideces de sus “parejas”

—Voy a educarte —habla bajo el mayor, alejando sus labios de los de Jimin.

—No soy un animal —suelta el menor.

—Eres mi corderito —Jeon toma con sus dedos el mentón de Jimin, obligándolo a que lo mire.

Besa el centro de los labios del castaño, luego besa la equina derecha, hace lo mismo con la izquierda, para culminar con un beso mas grande que les roba el aliento a ambos.

—Tendremos nuestra luna de miel pronto, no te desesperes.

Park mueve de forma brusca su rostro, soltándose del agarre de Jeon.

—Si ya no tienes más nada para decir, me retiro —dice Jimin, presionando sus dientes debido a su enojo.

—Adiós, corderito.

El menor suspira, y camina hacia la puerta abierta de la sala de espera, encontrando a la pelinegra viendo hacia dentro.

—¿Se te perdió algo? —la enfrenta Jimin.

—Eres un maldito mal educado. ¿Lo escuchaste? —desvía su mirada, llamando la atención de Jungkook.

—Maldita loca —dice Park, pasando de largo frente a la pelinegra.

—Corderito —lo reprende Jeon.

—Púdrete imbécil —alza su voz el castaño, irritado con el sobrenombre por el cual lo llama.

—Te dije que no lo compraras —lo señala Joy, con su bolígrafo.

—Tú no me mandas, con mi dinero puedo comprar y escoger a quien yo quiera. Lo escogí a él y hasta aquí el asunto —la confronta Jeon, para luego dejarla sola mientras él sube las escaleras para ir a su habitación.

La mujer suspira indignada y molesta, no entiende porque su jefe deja que el chico le alce la voz y le hable con tanta libertad.

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🐾Love Myself, Love Yourself🐾

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