18
El millonario entra a su casa cargando a Hope, mientras Jimin lo sigue muy de cerca.
—¿Dónde está? —le pregunta el pelinegro a Camile.
—En la sala, joven Raven —contesta la mujer, aun sosteniendo el bolso de Hope.
—No lo sueltes —le da una última orden a la sirvienta. —Corderito, sígueme —le pide a Jimin.
—No me llames así —protesta en voz baja el castaño.
—Pero mira que bien entiendes —dice el Jeon, provocando al menor.
—Al fin —habla la madre de Raven. —Tomen asiento —les ordena a ambos la mujer la cual, sostiene un cigarrillo con dos de sus dedos de la mano derecha.
—Hope, está aquí. Por favor, apague el cigarrillo —le pide Park, intentando sonar amable.
—Creí escuchar una voz, pero no entendí nada —dice altiva la mujer, llevando el cigarrillo a su boca, inhalando la nicotina y luego exhalándola en la dirección en que Jimin se encuentra.
—Eres tan inmadura, igual que Rosee —interviene Jungkook.
—No te dirijas de esa manera hacia mí, Raven, soy tu madre —lo señala la mujer, sintiéndose ofendida por el comentario de su hijo.
—Tu nieta está frente a ti, deja de fumar —le pide Jungkook.
—¿Qué significa esto? —pregunta la mujer, ignorando la orden de su hijo.
—¿Qué significa qué? —refuta el pelinegro, comenzando a molestarse.
—Esto —señala forma despectiva al castaño.
—Esto tiene su nombre —habla el menor, cansando del comportamiento de la madre de Raven—. Soy Park Jimin, le agradecería que me llame por mi nombre, señora.
—No te creo nada, Jungkook. ¿Por qué caes tan bajo, hijo mío? —lo interroga la mujer, provocando más a su hijo.
—Escucha madre, no hago esto para que tú, mi hermano y el resto de la familia me crea. Lo hago porque no quiero perder a Hope. ¿Por qué te cuesta entenderlo? —confronta Raven a su madre.
—Hijo...
—No madre, estoy cansado —suelta, exasperado Jeon.
—Relájate —le pide Jimin en voz baja.
—Tengo los bares y restaurantes en los primeros puestos de Inglaterra, recibes dinero semanal en tu cuenta, pago tus deudas y todos y cada uno de los lujos que tú y mi hermano se dan. Pago tus malditas e innecesarias operaciones y todo lo que me pides. ¿Qué más quieres de mí? —la cuestiona Jungkook, mientras el castaño intenta tomar a Hope, pero el mayor no se lo permite.
—Quiero que aprendas a tomar buenas decisiones —dice la mujer, poniéndose de pie.
—Y yo quiero que dejes de meterte en mi vida privada, sé porque tomo mis decisiones, así que deja de decir que no sé lo que hago. No te metas en mi vida, madre —le exige Jeon, completamente molesto.
—Van a quitarte a Hope —comenta riendo la mujer.
—Eso es lo que tú deseas —reprocha Jungkook—. Rosee, estuviera decepcionada de ti madre, ahora entiendo porque no te dejo la custodia de Hope.
—Escúchame bien, Jeon Raven Jungkook —eleva el tono de voz la madre del pelinegro.
—Basta, nos vamos —interrumpe Jimin.
Gira el cuerpo de Raven para que le dé la espalda a su madre.
—Una pérdida de tiempo haberla conocido, señora Raven —se dirige furioso el castaño a la mujer, haciendo que Jungkook camine hasta la puerta.
—El bolso —le pide el menor a Camile. —Avísenme cuando ella se haya marchado —les ordena a Camile y a Mark.
Jeon sube a la parte trasera de la camioneta junto a Hope. Jimin se sienta en el asiento del conductor, introduce la llave y enciende el motor.
—Por favor, dale el biberón a Hope —le pide al mayor, entregándole el bolso de la pequeña.
El menor se coloca el cinturón y arranca la camioneta de forma lenta, mientras mira por espejo del retrovisor el rostro de Raven, ahora un poco más relajado.
Jimin suspira al ver más tranquilo a Jungkook, el haberle pedido que le diera el biberón a Hope, había sido una muy buena idea.
El castaño conduce sin rumbo, no conoce muy bien Inglaterra, pero se deja guiar por los letreros viales con los nombres y distancia de los lugares.
Frena frente a una cabaña, hay muchas personas en los alrededores y niños jugando junto a sus padres.
—Por favor que funcione —murmura Jimin, abriendo la puerta de la camioneta luego de haberse retirado el cinturón. —Bajen —les pide el menor.
Jungkook, baja de la camioneta, intenta darle a la niña al menor, pero se niega y decide tomar el bolso.
—Juega con ella, mira hay columpios y deslizaderos, llévala —dice emocionado el castaño, señalando los juegos.
Jeon, bufa, pero accede.
—Espera —lo detiene Jimin, parándose frente a él.
Alza sus brazos y de forma rápida le retira la corbata, y a Hope la boina.
—Ve, ve —insiste el castaño.
Mientras Raven y Hope juegan. Jimin los mira a una distancia no tan lejana, recuerda lo molesta y grosera que es la madre del pelinegro y niega.
—Jimin —escucha la voz de Jeon, llamarlo.
El menor camina a pasos rápidos hasta el pelinegro, coge el saco que Jungkook le entrega y da unos cuantos pasos hacia atrás.
La risa de Hope, se escucha tan fuerte, tan viva y tan feliz. En el rostro de Raven, se posa una sonrisa, Park se acerca y mira a la rubia divertirse junto a su tío.
—Ete, ete —señala la niña un sube y baja.
—Princesa, aún estás un poco pequeña —le indica Jimin.
—Cárgala y sube —le pide Jeon a Park.
—¿Lo dices en serio? —duda el menor.
—Por supuesto, ahora date prisa —dice Jungkook, subiendo a un lado del sube y baja.
—Creo que está es una mala idea —comenta Jimin, nervioso.
Carga a Hope, la sienta enfrente a él, enrolla su brazo izquierdo en la cintura de la niña y con su mano derecha se aferra al hierro del juego.
El mayor desciende, y Jimin y Hope ascienden, la pequeña se ríe emocionada y nerviosa, pero Park, cierra sus ojos y tensa su mandíbula.
Jungkook se da cuenta, sube y baja unas cuantas veces y luego le indica a su sobrina que es suficiente.
Se alimentan un poco en la cabaña, es una de esas pocas veces en las que Raven, visita un lugar no tan sofisticado.
Suben a la camioneta y esta vez quien conduce es Jungkook, mientras Jimin se toma la ardua tarea de intentar dormir a Hope.
Llegan al hotel que habían visitado antes, perteneciente al millonario.
Bajan de la camioneta, Park espera frente al ascensor, mientras Jeon va por la tarjeta.
Suben al ascensor, y la pequeña y dulce Hope, comienza hacer muecas frente al espejo.
La niña lleva sus manos al rostro de Jimin y empieza jugar con sus labios, para que haga muecas con ella.
—Lo tengo, lo tengo —articula, divertido el castaño, posicionándose frente al espejo para hacer muecas junto a Hope.
Sacan sus lenguas, tuercen sus labios, giran sus ojos y ríen juntos, mientras Raven los mira sonriendo.
—Muy divertido, pero ya llegamos —les hace saber el pelinegro.
Entran al pent-house, Hope, no para de mirar admirada el lugar, sus ojitos se ensanchan y su boquita se abre al ver algún objeto que llama su atención.
—No, aléjate de ahí, ven acá —le pide Jimin, sonando histérico y asustado al ver a Hope frente a la ventana que les permite ver una hermosa vista.
—Cálmate no sucederá nada —habla con seguridad, Jungkook.
El mayor coge en brazos a su sobrina, y mira a Jimin.
—¿Feliz? —pregunta, alzando sus cejas.
—Sí, voy al baño —murmura el menor, dejando solos a Hope y a Raven.
El castaño, observa el jacuzzi, entra en este, aunque esta sin agua, se acuesta por un momento, cierra sus ojos, inhala y exhala, sale del jacuzzi y hace sus necesidades. Lava sus manos y sale de la habitación enorme de baño.
Camina hasta llegar donde Jungkook se encuentra, cuando esta frente a él se da cuenta que la pequeña Hope está completamente dormida en los brazos de su tío.
—Solo me fui un momento —susurra Jimin, mirando a la pequeña.
—Cayó rendida en mis brazos —comenta Jeon, ganándose una sonrisa fingida por parte del castaño.
Jimin, toma a Hope y la coloca al centro de la única y enorme cama que hay en el pent-house. Jungkook, coge almohada por almohada y las coloca alrededor del cuerpo de su sobrina, como si crease una barrera de cojines. El menor sonríe al ver lo que el pelinegro hace.
—Listo —dice Jeon, tomando asiento al borde de la cama. —Oye —llama la atención de Park, el cual, se encuentra mirando el paisaje a la distancia. —Ven acá —le pide el pelinegro.
El menor asiente y camina hasta Jungkook con sus brazos cruzados pegados a su pecho. Raven posa sus manos en los antebrazos de Jimin, con el fin de que los extienda, cuando lo ha conseguido, recarga su frente sobre el estómago del castaño, abrazando la cintura del chico.
—Entonces le temes a las alturas —habla Jeon.
—Sí, desde los seis años —dice Jimin, manteniendo una conversación con el mayor, mientras empieza acariciar el cabello pelinegro de Raven. —¿Por qué quieres en realidad la custodia de Hope? —pregunta Jimin.
—Sé lo que piensas —masculla el mayor. —Que no soy el indicado por mi estilo de vida. Pero mi hermana mayor, Rosee, creía y creyó que soy el indicado para cuidar a su hija —mueve su rostro y ahora recarga su barbilla en el estómago del castaño. —Quizás si me hubiese avisado antes sobre lo que tenía planeado para mí, no actuaría de esta manera. No lo sé —comenta Jungkook, frustrado.
—Creo que muchas veces los sucesos de la vida nos toman por sorpresa, aun cuando tenemos una idea de lo que puede llegar a ocurrir en el futuro. A veces creemos estar preparados, pero cuando afrontamos la realidad nos damos cuenta que estábamos equivocados —habla el menor, viendo los ojos color negro de Raven.
—¿Entonces que me sugieres? —lo cuestiona el pelinegro.
—¿Qué que te sugiero? —repite la pregunta Jimin, mientras el pelinegro hace un sonido de aprobación con su boca y mueve su rostro una vez más.
Esta vez a recostando su mejilla derecha contra el estómago de Park.
—Vivir —responde el castaño, realizando una pausa corta. —Vivir cada día haciendo las cosas que te hagan feliz. La vida continúa, aunque nos sintamos mal y vivir es lo único que nos resta —suspira Jimin.
Raven asiente, sienta a Jimin sobre una de sus piernas y se deja abrazar y acariciar por el castaño, mientras cierra sus ojos y piensa en lo que debe hacer con su madre y con respecto a su linda y preciada Hope.
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