Capítulo 22

Narra Camille

-¿Así que las niñas se escaparon Alexander...?- le pregunté enojada

No dijo nada, quedó estático donde se encontraba  ¿Me estaba ignorando?

- ¡¡ALEXANDER!!- grité llamando su atención

-Oh, lo siento - dijo un poco ¿desubicado?

-Te he estado hablando, dah - dije enojada

-Lo lamento Cami, es que estuve acostumbrado al nombre  Aiden por más de cuatro años y se me olvida el nombre Alexander- dijo riendo un poco y tomando mi cara

-Era eso...- susurré y lo abracé, aunque no me gustaba la forma en la que había cambiado, veía debilidad en el, esas mocosas estúpidas..

-Si Cami, solo eso- me dio un beso en la coronilla 

-Okay...- quedé hipnotizada por su toque 

-Además... - se detuvo - estaba pensando en las tres chicas - en verdad me enojaban esas mocosas - no se como hacerlas regresar para que continúen ayudándonos porque les diste una paliza y creo que ya saben que no eres tan tonta como les mostraste - dijo seriamente 

-¿Lo siento?- sonreí inocente, aunque... la verdad me encantó darles la paliza, se la merecían, me tenían harta con sus miradas y comentarios sarcásticos, ellas están vivas por mi, Alex quería matarlas al igual que a sus padres, Estúpidas 

- Da igual, tendremos que arreglar esto o...- pausó frotándose la sien - Camila, esto llegó demasiado lejos, tendremos que matarlas porque están más informadas de lo que deberían y debo decir que no son estúpidas- dijo mirándome acusadoramente- si hubiese sabido esto, te hubiese dicho que no aquella vez Cami - dijo serio con un claro arrepentimiento en sus ojos

-Ibas a matar a sus padres, las chicas eran unas jóvenes aún, yo no hubiera podido matarlas - dije recordando aquel momento -  incluso si lo hubiese hecho, créeme que no me quedarían más ganas de seguir con esto, matar a niñas no es lo mio y lo sabes, mucho menos a unas crías - dije enojada con Alex por recordarme eso

-Lo sé Camila, lo hubiese hecho yo entonces - dijo sonriendo, esa sonrisa que me recordaba que no estaba del todo bien y que estaba pensando como asesinarlas desde ahora

-Creo que ya todas esas cosas no deberíamos hablarlas - suspiré - lo importante ahora es saber como daremos con ellas y tendrás tu oportunidad de matarlas como a sus padres - dije calmada, intentando buscar la forma de arreglar este lío, si la policía se llegaba a enterar de esto nos cerrarían toda conexión, nos buscarían, hemos durado muchísimos años construyendo esto como para que unas chiquillas lo destruyan.

-Lo sé, en eso pienso - dijo con cara de pocos amigos - ¿Donde carajos se habrán metido? - dijo cabreado

-Lo mismo me pregunto- dije por lo bajo, buscando en los mapas cada ruta que pudieron haber tomado 

- ¡Lo tengo! - dijo de repente y yo me exalte 

-¿El qué?- pregunté desorientada 

-Hay un pueblo cercano aquí - dijo mostrándome el mapa que tenía en la mesa  - Okay... no tan cercano, pero es donde pudieron haber llegado, ya que los demás están demasiado lejos, este está cerca de la casa del imbécil de Stward y... - pauso sonriendo - está una casucha de la madre de una de las mocosas - dijo y de repente se me iluminaron los ojos.

-¿Paula o Kin? - pregunté, ya que el nombre de las chicas no me interesaba en lo absoluto, ni siquiera sabia si Alex se los había cambiado

- Paula querida, Paula - sonrió Alex y mi sonrisa se ensanchó

Paula, querida Paula, me debes muchísimas, bastantes como para ir por su cabeza, la verdad esta vez me anime a seguir a las chiquillas 

-¿Quién es su hija? - pregunté curiosa

-Su nombre es: Raven - dijo y de repente me sentía muy feliz

-¿La chica que me "Salvo"? - dije haciendo comillas con mis manos

-Esa misma - dijo sonriendo

-Carajo, tenemos suerte - dije - ahora que la pequeña Paula se enteré que su hija murió "salvándome", si que le dará algo - reí fuertemente y Alex me acompañó 

-Bueno querida, entonces nos vengaremos de todos esos ineptos - dijo y por fin terminaríamos lo que comenzamos, uno a uno los fuimos desapareciendo, justo cuando los necesitábamos se largaron y nos dejaron tirados con muchos problemas, ellos habían demostrado no ser nuestros amigos y quién no era nuestro amigo... se convertía en nuestro enemigo, y a los enemigos los eliminamos, no sucede más nada, todos quedamos tranquilos después.

- Esto será  más divertido de lo que pensé  cariño - reí fuertemente recordando a mi querida Paula y a su hija, Raven...  

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