Mientras Akutagawa distraía a Atsushi, Rashomon estaba haciendo de las suyas en la sala. En total silencio. Rápido y voraz.

Su portador y el tenían una gran idea que no iban a desaprovechar con el joven tigre albino.

Tomó la barbilla de Atsushi para besarlo, el joven agente estaba feliz por las muestras de cariño de su pareja, aunque cesaron pronto. El sabía perfectamente que Akutagawa tenía un límite de cariñitos, y no le afectaba eso.

El azabache tomó sus manos y lo miró — Atsushi

— ¿si?

— Yo se que, tenemos poco tiempo

— ujum

— pero sabes que soy un mafioso de vocación, y mi vida no está segura en ningún momento

— si, lo comprendo.

— no moriré fácilmente, pero

— ¿pero?

— Quiero... — trago saliva y lo levantó, lo hizo mira hacia la sala. Había un kit de productos del hogar y Rashomon

— ¿Quieres una ducha nueva?

— quiero que vivamos juntos — pidió. — sin casa aquí y allá, tú y yo, y Rashomon y Byakko claro

Atsushi se sonrojo — ¿es correcto?

— no lo sé pero es lo que quiero, estar contigo todo el tiempo antes de mi muerte

Atsushi sonrió — si, yo también quiero eso

Rashomon se acercó con un botiquín y se lo dio — ¿esto?

— Rashomon quiere una pierna de tigre

— ¡eso jamas!

Comenzaron a perseguirse, jugando y corriendo por la casa, riendo sin preocupaciones de lo que vendría. Sin olvidar lo que sentían

...
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