Akutagawa estaba totalmente curioso. Rashomon había estado imitando al tigre y para esto formaba grandes colmillos lo que despertó la curiosidad del mayor.

Atsushi estaba tranquilamente cocinando, era su turno, y claro. El agente hacía su favorito. Entonces el azabache se acercó recargándose en la mesa. Atsushi lo miró sin dejar de hacer el arroz — ¿Que pasa? — preguntó

— oye abre la boca

— ¿para que?

— ábrela

— no quiero, estoy cocinando

— ábremela

— ¿porque quieres que la abra?

— quiero verla

— Suenas como un pervertido

— Nakajima Atsushi, yo te respeto, y si quiero algo sexual lo pediré de una forma educada. Ahora, solo quiero que abras tu boca

— sigue sonando igual

— ¿y si te digo algo bonito la abres para mi?

— si me convences quizá si

Akutagawa sonrió. Le encantaban los retos.

...

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