Akutagawa andaba en la calle con Chuuya, debían ir a ciertos lugares por ciertos asuntos. Nada fuera de lo común. Todo era lo dictaminado a sus trabajos.

Chuuya miró al cielo, y suspiró — Akutagawa, deberíamos ir a comer y — entonces, se percató — oe, oe, ¿donde te metiste?

Akutagawa por su lado estaba dentro de un callejón sosteniendo al agente tigre de la cintura — en serio, me asustaste — se quejaba molesto

— solo te vi y ya sabes, Rashomon

— si, claro. Culpa a Rashomon siempre

— en serio, el nos unió. Es nuestro mayor shipper

— lo tomaré en cuenta

El azabache sonrió para poder besar al agente. Disfrutaban de unir sus labios cuando lograron escuchar no tan lejos voces conocidas

— Chuuya

— Dazai. ¿Que haces aquí?

— busco a Atsushi, íbamos a vernos

— ¿así? Yo busco a Akutagawa

— que coincidencia

Ambos se cruzaron de brazos y luego reaccionaron — ¡Par de niños salgan de donde estén! — grito Chuuya

Atsushi y Akutagawa salieron con las manos en alto — en mi defensa, el me tomó — dijo Atsushi

— en mi defensa, fue Rashomon

Rashomon apareció alzando igual unas manos. No pudieron evitar reír

...

¡Gracias por leer!