37.1.1



Atsushi y Ryunosuke estaban viendo una serie en televisión.

Atsushi recargó su cabeza en el hombro de su pareja y llegó su brazo derecho al torso, era un medio abrazó. Akutagawa lo miró — ¿y esta muestra de afecto?

— me siento cariñoso

Akutagawa respiro profundo, se removió en el mueble y llevó su brazo por detrás, tomando parte de su espalda y cintura, jaló sus piernas desde el suelo del mueble y lo acomodó sobre de el. Atsushi se sonrojó — ¿Que tal así?

— u-un poquito vergonzoso

— tenía tiempo queriendo sentarte así

— ¿por que?

— Vi unas revistas de parejas y las series que solemos ver son bastante cariñosos

Atsushi lo pensó un momento, la serie que veían continuo.

En algún punto lo miró, no pensó mucho pero se acomodó mejor, sentándose sobre los muslos del mafioso y quedando cara a cara. Akutagawa lo miró confundido — ¿Por que te sientas así? No veras el capítulo así

— lo sé, pero... ¿no se siente bien?

— Admito que si

Atsushi tomó sus hombros, Ryunosuke tomó su cadera. Quizá si se sentía bien.

Se acercó besando al mayor siendo correspondido, el beso era suave pero con suficiente delicadeza para que sus lenguas jugaran un rato. Se separaron pero el mayor atrajo la cadera del menor. Acercándolo lo suficiente para besar su cuello. — Esto también se siente bien

— Si, demasiado — habló mientras besaba su cuello, bajo besando su clavícula. Subió la mirada para ver a su amante y este hizo lo mismo bajando su rostro — ¿Quieres hacerlo hoy?

— Si, pero... ¿podemos intentar algo nuevo? Como esto...

— Lo que quieras, será todo tuyo

Atsushi sonrió, se sonrojó bajando ligeramente su cabeza y con temor a mirarlo. Se sostuvo de los hombros de su pareja para comenzar a mover su cadera en un vaivén.

Akutagawa al sentirlo se sonrojó de inmediato — Eso se siente bien

— si, me gusta como se siente

— sigue así — pidió el mafioso para ayudarlo y que esto se hiciera más rápido

Atsushi comenzó a gemir por los roces, Akutagawa lo miraba. Se veía totalmente sexy.

Atsushi dejó sus manos en las rodillas del mayor, su frotar aceleró más haciendo a ambos comenzar a apretarse. Sus brazos no tardaron en temblar provocando que cayera del mueble, por suerte sin golpearse, Akutagawa lo había sostenido — ¿es-estas bien? — preguntó agitado

— S-si...

Lo acomodo devuelta en sus piernas, se levantó levantándolo sobre de el — ¿Que haces?

— vamos a la habitación

— de a-acuerdo

Entraron a la habitación donde se acomodaron en la cama, Akutagawa solo se sentó sobre ella y Atsushi seguía sobre el — ¿Que quieres probar nuevo?

— Aún no estoy totalmente seguro pero esos besos en mi cuello se sintieron bien

— Déjame hacer un poco más

Akutagawa volvió a besar su cuello, esta vez le dedicó un par de lamidas haciendo al menor estremecerse por completo. A tal gusto, decidió dejarle una mordida. Atsushi gritó complacido.

Ambos se miraron totalmente avergonzados. Empezaron a quitarse la ropa, a Atsushi no le gustaba que quedara todo botado así que dobló y acomodó todo en una silla como solían hacerlo pero está vez Akutagawa lo tomó del pie jalándolo por la cama y quedándose sobre de el — ¿Qu-Que haces?

— improvisó, ¿te gusto?

— s-si

Akutagawa sonrió, saco su lengua lamiendo toda la Columba vertebral del menor. Atsushi tapó su boca y volteó a verlo — ¿te gustó?

— uju

Se acercó a sus omóplatos besándolo, Atsushi volvió a relajarse, con ello, el azabache de la nada lo tomó del cuello, justo de atrás. Atsushi gritó fuerte y placentero. El azabache aprovechó para meter sus dedos en ese momento. Le pareció divertido, no se movía. Parecía que tenía más de felino de lo que creían

Lo soltó en cuanto Rashomon apareció. Atsushi estaba lagrimoso y con gritos.

Había comenzado a pelear con su portador, así que Akutagawa terminó de quitarse la ropa y la dejó fuera de la habitación — pobrecito, quería ayudar y — Akutagawa lo beso y jalo su labio — Ry-Ryu... — le llamó sorprendido

— Cállate, esto me excito. Quiero ser más brusco

— de a-acuerdo

Así fue como continuaron, Akutagawa lo hizo una vez mordiéndolo. Mordió su cuello, brazos y espalda. También su nalga izquierda.

Para su segunda ronda estaban cara a cara pero Atsushi tenía uñas largas, estaba tan excitado que no podía controlarlas bien. Terminó rasguñando toda la espalda del mafioso y en un forcejeo su mejilla

La habían pasado bien, en total, cinco rondas. Era algo que ninguno de los dos imagino llegar a tener.

Pero les hacía feliz conocer más de sus gustos y limites.

...

¡Gracias por leer!

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