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Atsushi estaba sobre el pecho de Akutagawa, y es que estaba oprimiendo un granito que tenía en la frente. Akutagawa no entendía como Atsushi terminó así pero suponía que era debido a su hermana.

— Jinko, duele

— AAy aguántate

Akutagawa lo dejo, cerró sus ojos pero tomó los tobillos del menor — ¿por que me agarras?

— si me duele, apretare tus pies

— Ok.

Atsushi terminó, lo limpio y le puso crema — listo mi bebé gruñón

— no soy gruñón

— lo eres

El azabache tiro a Atsushi, dejó sus rodillas sobre su pecho apretándolo. Atsushi comenzó a reír — basta.

— No, hasta que me hagas feliz

— de acuerdo, de acuerdo

Akutagawa lo soltó, Atsushi se levantó en el mismo mueble y subió a los hombros del mafioso. acomodo su cabeza y comezón a ronronear

¿Que si los tigres no ronronean? Exacto. No lo hacen. Pero Akutagawa adoraba que Atsushi lo hiciera.

...

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