34
Atsushi estaba sobre el pecho de Akutagawa, y es que estaba oprimiendo un granito que tenía en la frente. Akutagawa no entendía como Atsushi terminó así pero suponía que era debido a su hermana.
— Jinko, duele
— AAy aguántate
Akutagawa lo dejo, cerró sus ojos pero tomó los tobillos del menor — ¿por que me agarras?
— si me duele, apretare tus pies
— Ok.
Atsushi terminó, lo limpio y le puso crema — listo mi bebé gruñón
— no soy gruñón
— lo eres
El azabache tiro a Atsushi, dejó sus rodillas sobre su pecho apretándolo. Atsushi comenzó a reír — basta.
— No, hasta que me hagas feliz
— de acuerdo, de acuerdo
Akutagawa lo soltó, Atsushi se levantó en el mismo mueble y subió a los hombros del mafioso. acomodo su cabeza y comezón a ronronear
¿Que si los tigres no ronronean? Exacto. No lo hacen. Pero Akutagawa adoraba que Atsushi lo hiciera.
...
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