Akutagawa despertó después de medio día, se estiró y se vio en su cuarto. Sonrió — ese pequeño Jinko — mencionó enternecido.

Salió de la habitación encontrando una bandeja tapada, al destapar sonrió. Eran bolas de arroz relleno de atún y verduras

Se sentó a comerlas.

Más tarde, ya cambiado y camuflajeado, fue a comprar un café, y postre. Camino tranquilo entre la multitud con la bolsa y café.

Miró su reloj y luego subió al último piso del edificio, se asomó, era la hora de la comida.

Se topó con el chico rubio, Kenji, llegó hasta su escritorio donde el menor terminaba de meter unos papeles a una carpeta — Buen día — dijo el albino

— ¿me oliste?

— Si, ¿Que me trajiste de almuerzo?

— café, pastel

— eso es postre Ryu

El azabache sonrió — compré sopa de camarones y unos bollos de carne

Atsushi le sonrió — gracias

Akutagawa fue a acomodarle todo al albino en una mesa, Atsushi se levantó y fue a la mesa, — Me voy Atsushi, que tengas un rico almuerzo; adiós Akutagawa

— tu también Kenji, nos vemos

— adiós

Así fue como almorzaron, sabían que tenían la agencia sola para ellos.

...
No, no estoy pensando en sexo pero si en algo que les dire en el 28.2

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