Capítulo 2-.
JungKook logró captar el Aroma fuerte de varias Alfas combinados con los aromas de varias Omegas también. Asomó su cabeza un poco mientras se acomodaba los lentes qué amenazaban con caerse.
Varias chicas -que supuso eran Alfas- se estaban despidiendo de las Omegas a quien acompañaban. Cada Alfa se despedía de una chica diferente.
Una chica pelinegra se despidió de todas con la excusa de "Mi compañera de cuarto debe estar preocupada" y salió casi corriendo de ahí.
JungKook por fin decidió salir de su escondite una vez que todas las Alfas se alejaron de su habitación, pero...
—¡Ouch!— Exclamaron Ambos al mismo tiempo. Habían chocado.
Por la poca fuerza que JungKook poseía, este cayó de espalda, golpeándose la zona mencionada y un poco la cabeza.
—Lo siento tanto, no te vi.— Se disculpó la Alfa con una mueca de preocupación y le extendió su mano al Omega. —Déjame ayudarte. —
JungKook no estaba prestando atención a las palabras de la pelinegra, estaba más concentrado en sobar su cabeza y acomodar sus lentes.
Un fuerte Aroma llegó a sus fosas nasales. Chocolate Amargo.
Su lobo saltó en su lugar y comenzó a llamar a alguien, liberando así algunas feromonas de más.
Jennie estaba confundida, al sentir el Aroma de ese Omega su lobo aulló de emoción y comenzó a llamar a alguien.
Chocolate de Leche. Ese era el Aroma del Omega.
Extrañamente, sus Aromas eran parecidos. Esto era tan raro...
—Eh, ¿Estás bien?. — Preguntó mientras se ponía de cuclillas, para así estar a la altura del chico.
El castaño asintió levemente y miró por todos lados, buscando una manera de no mirar los ojos cafés de la chica.
La contraria volvió a levantarse y le extendió su mano nuevamente.
El Omega no era feo, al contrario. Era muy tierno a los ojos de la mayor. Tenía la apariencia que cualquier Alfa deseaba.
JungKook la miró extrañado pero aceptó su mano -literalmente- y logró levantarse del frío suelo. La miró. Era linda, mucho, tenía el Cabello negro y ojos casi del mismo color.
—¿No hablas?— Cuestionó con gracia al ver como el Omega solo la miraba sin responder nada.
JungKook salió de su trance y asintió.
—Lo siento...— Habló en el que pareció un susurro.
—No lo hagas. Yo tuve la culpa.— Afirmó la Alfa. —Bueno, nos vemos.—
La Alfa le dedicó una última sonrisa antes de irse. Su lobo se negaba, no quería dejar al Omega y comenzó a reclamar.
Regresemos con él.
Jennie negó. Ni siquiera conocía de vista a ese chico.
JungKook miró por última vez hacia donde se había ido la bonita Alfa. Su lobo lloraba para que regresara con él, e intentaba llamar a alguien.
~¿Qué es lo que tramas, tonto Omega?~
Alfa. Alfa. Mi Alfa.
Su lobo nunca hablaba en monosílabos. Algo estaba pasando.
Le recalcó que no tenían Alfa y por fin se adentraron a la habitación del castaño.
Se sentía feo llegar y no ver a nadie tirado en la cama o comiendo alguna chatarra del refri. Se sentía solo, su mejor amiga lo había abandonado y ahora se sentía más solo que nunca... Sólo tenía -y aunque suene exagerado así es- a JiMin, a nadie más.
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