Era 1915, cuando la amenaza hacia la familia real de Lightwood inició, la gente del reino se alzaba en rebelión al no estar conforme con la economía del reino.

Gran parte del territorio recibía suficientes beneficios, aunque una pequeña fracción no estaba satisfecha por recibir pocos suministros.

¿La causa de aquello?

Dos reinos cercanos se encontraban en conflicto mutuo; aquello impedía que una parte de comida, insumos de construcción y ganado llegaran a la isla.

Conforme los meses pasaban, el rey Frederick II de Lightwood no encontraba solución alguna. Mientras intentaba ocultar a sus 5 hijos lo que ocurría en el exterior.

1918 llegó con un invierno anticipado, causando más hambruna y caos por parte de la rebelión ejercida.

Su hija más pequeña, Rapunzel, cumplía años aquella noche de otoño. Y su padre, intentando darle lo mejor a su niña, organizó un baile donde invitó a la familia y sus amigos.

La pequeña rubia de 10 años corría entre la gente que danzaba en el centro del baile, saltando a los brazos de su padre y riendo ante los besos que le brindaba en su cabeza.

Su abuela Ariel, una mujer que buscaba recorrer cada rincón posible, llegaba esa noche para llevar un obsequio a su nieta más pequeña.

Un relicario dorado en forma de corazón que tenía una inscripción en latín.

Juntos avanzaron al frente del salón, donde Ariel tomó asiento en una de las sillas y observó cómo sus nietas se alejaban en dirección a sus padres.

Rapunzel no tardó en bailar con sus hermanas y padres, mientras aquel precioso vestido dorado se alzaba por la danza.

En cuestión de horas, los reyes se acercaron a su trono junto a sus hijos.

Frederick volteó hacia sus hijos, ofreciéndole la mano a la más pequeña para que se pusiera de pie y le siguiera al frente.

Rapunzel volteó para ver a su madre Arianna, su abuela Ariel y sus hermanos mayores: Cenicienta, Aurora, Kristoff y Bella.

Una vez frente a su familia, su padre le dio un beso en la frente y se apartó de ella para ir hacia un sirviente que tenía una corona de gemas moradas.

Todos veían expectantes la coronación, y no había persona más emocionada que la pequeña Rapunzel.

Posiblemente, fue aquella emoción, o la simple distracción del exterior, que no hicieron que prestaran atención a los sonidos del exterior.

Tras aquella intensa tormenta, los ruidos del pueblo se escuchaban con furia y no tardaron en derribar las puertas exteriores.

Cuando el rey Frederick estuvo por poner la corona sobre la cabeza de su hija, fue detenido cuando una piedra atravesó la ventana cercana y se exaltaron.

La reina no tardó en tomar las manos de sus hijas más cercanas, ante los gritos de su esposo, mientras que Rapunzel iba para jalar de su abuela en dirección a la puerta más cercana.

Más estruendos hicieron que se detuvieran, y Rapunzel volteó al instante de escuchar cómo los gritos de la gente en la sala del trono aumentaban.

Se quedó estática, aterrada.

No se dio cuenta de que se había quedado atrás junto a su abuela, hasta que la mujer jalo de su brazo en un intento de escapar. La rubia con lágrimas en los ojos siguió a su abuela, pero ambas se habían apartado del resto de la familia.

Ariel no sabía qué hacer, y se asustó cuando escuchó a los rebeldes entrar por donde planeaban ir.

Unas manos jóvenes se jalaron de ambas, siendo guiadas hacia uno de los pasillos. Aquel joven era el hijo de la señora de cocina, quien subió a causa del estruendo.

Se refugiaron en una habitación cercana que pertenecía a una de sus hermanas, y el joven intentó bloquear lo más pronto posible la entrada.

A pesar de sus esfuerzos, sabía que no podría hacer mucho contra los rebeldes. Por lo que el joven corrió al balcón y vio que había un montón de nieve por donde podrían caer a salvo.

Ayudó a la mujer mayor a bajar por una cuerda de sabanas que hizo en el momento, y cuando estuvo por bajar a la princesa Rapunzel, ella se negó para ir en búsqueda de su familia.

Lo último que el chico hizo fue lanzar a la niña por el balcón y vio que era recibida por Ariel, para después empezar a huir en dirección al puerto que conectaba con el siguiente reino.

Esa misma noche... La gente se enteró sobre la muerte de la familia real, identificando los cuerpos de todos, exceptuando a una.

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Los años empezaban a transcurrir y el reino cayó en decadencia total. Los pueblerinos empezaban a darse cuenta del error que cometieron contra sus reyes e iniciaron una ardua búsqueda por su princesa.

Mientras tanto, su abuela, Ariel, con cada año se encontraba más débil. Perdiendo la esperanza por encontrar a su nieta, pues el dolor de perder a su familia aún le consumía.

Lighwood pronto fue considerado el reino caído, abatido ante la pobreza y convirtiéndose en el único lugar sin algún gobernante.

La única esperanza era ella... Su princesa y heredera al trono, Rapunzel Lightwood.

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Inspiración para la historia ♡