Eran las diez de la mañana, y Yoongi seguía dormido, Namjoon se fue casi a la una de la mañana viendo los últimos planes que iban a considerar para la negociación del contrato con la compañía, la cita era el miércoles a las tres de la tarde y tendrían que llegar ya con una idea de cuáles eran las condiciones que considerarían para ellos en el contrato.

Un mensaje sonó en su celular, él, pesadamente abrió un ojo y tomó él celular. Era Jimin deseándole buenos días, sabiendo que más a o menos a esa hora se iba a despertar.

-Que tengas un hermoso día, ya quiero que sean las cinco pm para verte- con muchos emoticones de corazones.

Una sonrisa sonámbula se dibujo en la cara de Yoongi, sin pensarlo rápidamente le escribió:

-Que tu día sea maravilloso como tú, ansió verte a esa hora. ¡Besos!-Con muchas caritas dando besos.

En la academia, toda la clase veía al maestro Park, sonriendo con las mejillas sonrojadas hacia su celular. Él, al notarlo, escondió rápidamente su celular para comenzar su segunda clase del día.

Yoongi se levantó con pesadez y se dirigió a tomar una ducha. Siempre le funcionaba para despertarse al cincuenta por ciento, el otro cincuenta por ciento lo hacia con el primer café de la mañana.

Los lunes siempre los dedicaba a lavar su ropa y limpiar su departamento, y por último, siempre a las cuatro de la tarde, se iba a supermercado más cercano para comprar sus víveres semanales.

Este día sería diferente, iría más temprano por su despensa.

Preparó su desayuno y se dispuso a meter una primera carga de ropa, le encantaba poner su música preferida de raperos de antaño coreanos y estar trapeando su departamento como cualquier ama de casa.

La mañana se le pasó rápido, cuando terminó todo aquello se vistió y se fue rápido al supermercado más cercano para poder regresar a tiempo e ir por Jimin, se le aceleraba el corazón con tan solo pensar que a las cinco tendría que ir por él al instituto.

Eran las cuatro y treinta y cinco, y, Jimin estaba casi al término de su última clase, quería terminarla antes para bañarse y estar listo cuando Yoongi llegara. Era la primera vez que iba a ir por él al Instituto y haciendo remembranza, era la primera vez que alguien con quien tenía una relación iba por el al Instituto.

Hasta ese momento, en verdad había reaccionado, tomando en cuenta que en verdad tenia algo serio con alguien. No es que tuviera muchas citas, de hecho él huía de las citas. Pero con Yoongi era diferente. Todo con él era diferente.

-¡Muy bien chicos! Ya casi terminamos, ¡quiero que vean el siguiente paso por favor!.

Jimin se preparó para enseñarles un nuevo paso para la nueva coreografía. Todos los alumnos se sentaron en el suelo para admirar al maestro.

Yoongi, estacionó su auto cerca del Instituto, y su intención era llegar antes para alcanzar a ver a su chico dando clases. Esperaba que no fuera tarde, ya faltaban quince minutos.

Entro sigiloso a la escuela, viendo cómo salían chicos cargando sus estuches de instrumentos que él fácilmente reconocía.

Uno que otro chico con cuerpo moldeado y chicas corrían de un salón a otro con sus tu-tus y sus zapatillas puestas.

Llegó a un modulo al interior y preguntó por la clase del maestro Park Jimin.

Un señor de avanzada edad lo miró de arriba abajo, preguntándose para qué lo requería, pero sólo le respondió:

-Segundo piso, tercera puerta.

Yoongi corrió apresurado, esperando verlo en acción.

Llegó un poco agitado, entreabrió la puerta y vio cómo veinticinco chicos de muy buen ver físicamente estaban sentados, varias chicas igual con sus cabellos recogidos en un chongo, todas por igual, con ropa ligera; y ahí al frente lo vio.

Como un ángel desplegando sus alas, imaginó que desprendía una luz brillante que lo acompañaba en cada movimiento. Sus ropas tan ligeras se pegaban a su cuerpo por el sudor, su piernas torneadas sobresalían de esos mallones ajustados negros y en cada movimiento su cuerpo desplegaba todo los lugares que tenia marcados por el ejercicio diario.

Yoongi tenía la boca abierta, estaba embelesado de sus movimientos y la belleza que demostraba en cada uno de ellos. Su abundante cabello rubio, se movía siendo una aureola para él.

-¡Yoongi!-

Alguien lo llamó, dando un salto sacándolo de sus pensamiento.

-Hope, me asustaste, ¿qué te pasa?

-Hey amigo-lo saludó efusivamente-¿Qué haces aquí?

-Yo-yo, bueno es que...

-Es la clase de Jimin, ¿viniste a verlo?, ¿heee? Picarón. Así que tú eres su cita, ¿o me equívoco? Desde la mañana lo noté tan contento que le tuve que dar una tanda de cosquillas para que me confesara el por qué estaba así.

-Si, que bien Hope, y si, soy su cita, quede de pasar por el a las cinco, pero quise venir antes para poder verlo haciendo lo suyo.

-Es muy bueno el maestro Park, Yoongi, me alegro por ustedes, él es maravilloso, es muy noble, y te quisiera decir que... Que él siempre ha tenido invitaciones de sus alumnos y de hasta maestros del instituto para salir a tomar algo, a fiestas etc. Y jamás acepta, a mí se me hacía muy raro, hasta que él te conoció, eres muy suertudo.

-Lo se Hope, lo sé. Este.. lo quiero esperar allá abajo, siento que lo voy a incomodar si me ve aquí.

-Claro amigo, vamos allá por la fuente. Yo casi también me iba, pase a despedirme de él.

Ambos de dirigieron al piso de abajo, junto a la fuente de unas ninfas danzando y un fauno tocando su flauta.

-Nunca lo hubiera pensado, tú y Jimin, ¡qué par! Amigo me siento feliz de haberlos presentado, ¿sabes qué tienen en común? Que no andan con cualquiera, escogen bien con quien estar.

-Gracias Hope, fue una casualidad muy acertada el que los haya encontrado ese día en los fideos, no sé hasta cuando me lo hubieras presentado después.-Rió entre dientes Yoongi.

Después de diez minutos Jimin salía de los vestidores, bañado y vestido con unos jeans y una playera negra que lo hacían verse demasiado atractivo.

Antes de bajar, dio una barrida rápida con la vista hacia el primer piso, buscando a su "alguien especial".

Y ahí estaba, su corazón latió aceleradamente, no le causó extrañeza que Hope se encontrara con el platicando.

Bajo con una enorme sonrisa, no sabía el por qué, pero sentía que ese día seria especial.

Cuando llegó al primer piso, Yoongi volteó instintivamente, y lo vio caminando hacia ellos como si flotara y una luz iluminaba todo su cuerpo, solo faltaba que desplegara sus alas y volara hacia él.

Se levantó sonriéndole, Hope lo veía todo, Jimin corriendo hacia él cómo una quinceañera cuando pasa su novio por ella en la escuela secundaria y Yoongi mostrando esa sonrisa extraña que solo se la conoció desde que le presentó al rubio.

Por un momento sintió que sobraba en esa escena. Y una alegría ajena lo emociono al punto de quedarse sentado contemplándolos como si estuviera viendo el final feliz de un dorama romántico.

Jimin abrazo a Yoongi, y éste depositó un rápido beso en sus labios e inmediatamente después le dijo:

-¡Que bien te ves!.

-Gracias Yoongi, tú también luces muy bien. Hola Hope, ¿también terminaron tus clases?.

-Si amigo, y me encontré a alguien viéndote en tu ultima clase.

-Oye-, contesto Yoongi. -No lo digas, era secreto.

El peligris se sonrojo de pies a cabeza y sonrió tímidamente tomando con su mano derecha el pequeño meñique del rubio.

-¿En serio me viste Hyung?, ¿Qué te pareció?

-¡Eres perfecto Jiminie!

-Bueno chicos, suficiente, me voy, menciono Hope levantándose de inmediato, ya tenia bastante material empalagoso para el resto de la semana.

-¡Ha!, ¡oh! , si amigo, esta bien, te veo mañana.

Dijo el rubio al darse cuenta que hope seguía ahí.

-Te veo después Hope, ah sí, tengo algo que contarte, cuando quieras ir al Sótano este fin de semana. Nam y yo tenemos buenas noticias. Dijo Yoongi emocionado.

-Muy bien tortolos, ahí se ven, luego me invitan y salimos ¿va? No me olviden, aun soy su amigo, ¡por favor!

Esto último les saco unas cuantas carcajadas a los tres, parecía una suplica para que no olvidaran al pobre de Hope.

Después de que él se retiró, ambos tomados de la mano emprendieron su salida también.

Antes de salir, Yoongi sintió varias miradas curiosas hacia él, unas emocionadas, otras se veían decepcionadas y el peligris sabía muy bien el por qué, él tenía de la mano al chico mas guapo y popular del instituto.

Llegaron al auto y Yoongi le abrió la puerta como todo un caballero, no era porque él se quería lucir con Jimin, si no que le nacía hacer esas cosas por él.

Dentro del auto, el rubio le robo un beso en los labios, largo y profundo, como agradeciendo del acto.

-Te extrañe hoy- le dijo Jimin.

-Lo sé, porque yo también te extrañe- le respondió Yoongi, siéndose flotar una vez más.-¡Vámonos guapo, a comer fideos!.

Estaban los dos platicando antes de que llegaran los fideos que pidieron, cuando Yoongi le recordó a Jimin que en ese mismo lugar Hope los había presentado hacia apenas 3 semanas.

-Lo recuerdo muy bien, Yoonie, tu entraste por esa puerta, con la mirada en alto, caminando con seguridad, con tus hombros descubiertos mostrando tus tatuajes, me impresionaste la verdad, creo que ese día supe que me gustaban los chicos rudos.

Yoongi emocionado le respondió:

-Cuando Hope nos presentó, tenias la boca llena de fideos, lo que me cautivo fue tu alma pura que se ve a través de tus hermosos ojos y en tu majestuosa sonrisa. Eres único Jimin, nunca cambies.

-Gracias Hyung, oye quiero hacerte una pregunta. Aunque creo que voy a abrir mi corazón y no lo hago desde hace mucho tiempo, pero ¿tú también sientes que lo que hay entre los dos es intenso? Me refiero, a que yo hace mucho, pero mucho tiempo no sentía esto, y tengo miedo porque va muy rápido, y cada vez siento que esto va creciendo, me estoy escuchando muy cursi, pero yo...

Yoongi lo interrumpió con un beso tibio en sus labios carnosos, y agrego al momento:

-Yo siento algo que creía haber sentido antes, pero no, es mucho más. Me siento a gusto a tu lado, me siento nervioso siempre que te encuentro como hace rato; cuando me besas siento electrificado todo mi cuerpo y siento que cada día me gustas más y más.

-Por esto quería, más bien, quiero pedirte formalmente que seas mi novio, mi amante y mi amigo, hasta que tú me lo permitas-terminó diciendo con su respiración entrecortada. Yoongi sentía que su corazón iba a salirse de su pecho.

-Pensé que no lo pedirías nunca, y si no lo hubieras hecho, yo lo hubiera pedido, y claro que sí, ¿no escuchaste como me tienes? Me tienes loco Min Yoongi.

-¡Estamos locos!- le respondió el mayor, - me tienes igual o más-, le tomó ambas manos y junto su frente con la suya, solo fueron interrumpidos por la señora Yung, que ya mismo les traía sus fideos.

-Aquí tienes pequeño Yoongi, tus fideos favoritos, para ti y tu amigo.

-Se lo presento Noona Yung, él es Jimin y es mi novio.

-¡Oh! Mucho gusto joven, es usted encantador, disfruten sus fideos, cualquier cosa me pueden llamar.

-Gracias Noona Yung, muchas gracias. Respondió Jimin, emocionado de que su novio lo presentara como tal.

-Pásame la salsa de soya novio-le dijo el rubio guiñándole un ojo.

-Claro novio, ¿algo más que quiera mi novio?

-Ahora no, pero al rato, quiero muchas cosas de ti-le sonrió el coqueto rubio.

Yoongi casi se atraganto escuchando esto. Su mente comenzó a divagar en un mundo donde los dos estaban solos, desnudos y en paraíso fuera de este mundo.

Departamento de Jimin.

8 pm.

La pareja llegó a los departamentos, ambos se dirigieron al de Jimin, este último se apresuró a buscar sus llaves y abrir la puerta, en ese instante, Yoongi lo abrazo por la cintura y comenzó a besar su cuello. Jimin dejo escapar un suspiro, nerviosamente pudo abrir la puerta, la cual se abrió rápido, los dos cuerpos entraron a toda prisa, cerrando la puerta de un golpe, sus manos buscaban la piel del otro y los besos cada vez se volvían mas intensos, buscaron a tientas el sillón que les sirvió de momento, ya que después requerirían más espacio.

Yoongi sin pensarlo recostó casi de un jalón a Jimin en el sillón, quitándole su playera negra que le quedaba tan bien. Comenzó a besarle todo su torso desnudo una vez más, parece que quería iniciar donde se había quedado la última vez.

Jimin comenzó a entrecortar su respiración, jaloneaba los cabellos de Yoongi con cuidado pero tratando de enterrar sus manos en ellos una y otra vez, buscaba su frente y sus labios de vez en cuando para besarlos, el rubio le quito su playera y comenzó a desabrochar el pantalón del contrario, ansiaba tocarlo.

Al bajar esto, pudo ver todo lo que Yoongi contenía hasta ese momento, no pudo mas que saborear en su boca con su lengua ansiando tenerlo en ella. Lo que hizo fue tocar su miembro por encima de los bóxer al tiempo que Yoongi desabrochaba el pantalón del rubio.

Pero en lugar de bajarlo poco a poco, de un tirón bajo todo completo, levantándose para quitárselos totalmente. Con las mejillas sonrojadas vio toda la virilidad que escondía Jimin y sin pensarlo se hincó ante él tomando su miembro con su mano y dirigiéndolo hacia su boca. Era dulce, tibio, era perfecto para él.

Jimin dejó salir varios gemidos, acariciando la blanca espalda del peligris, en un momento se paró, apartando al pálido chico, y bajo sus pantalones y boxers de este también.

Ambos se dirigieron hacia su habitación, totalmente desnudos, Yoongi abrazaba por atrás a Jimin y besaba su cuello y espalda.

Cuando llegaron a la habitación, Yoongi lo aventó a la cama para caer encima de él, besando desde sus oídos, cuello, hasta sus caderas y espalda. Jimin no dejaba de gemir, en cada beso sentía que le quemaba la piel, y decía su nombre una y otra vez:

-Yoongi, Yoongi.

A Yoongi se le erizaba la piel cada vez que el rubio decía su nombre, Jimin no soporto más y tomo entre sus manos al miembro ladeado y totalmente erecto del peligris. Y lo comenzó a lamer desde la punta hasta todo su cuerpo cavernoso. Terminado por succionarlo con su carnudos labios y saboreando la esencia de Yoongi.

Este último quería encontrar la parte dulce del rubio, iniciando con una búsqueda de él con sus dedos, primero exploro con uno, después con dos, Jimin se retorcía de placer pidiendo más, hasta que dio un gemido más fuerte y Yoongi dejó de jugar con sus dedos, sentía que ya estaba listo para tocarlo con su miembro.

Yoongi quedó encima de él, subió las piernas torneadas de Jimin quien pedía casi a gritos que lo penetrara ya. Y lo hizo, la sensación era gloriosa, los dos se vieron a los ojos en el momento exacto y supieron en ese instante que la conexión entre los dos era fuera de este mundo.

Comenzó un movimiento sincronizado que a ambos los tenia extasiados, cada entrada de Yoongi era paralizante para Jimin, con sus brazos lo acercó a el para besarle el oído y susurrarle:

-Termíname amor, ya lo siento venir.

Sin dudarlo Yoongi comenzó una embestida más y más rápida y fuerte hacia el cuerpo del rubio. Su frente sudaba y en sus manos se marcaban hermosas venas camuflajeadas entre sus numerosos tatuajes.

Jimin gritó en ese momento, salteando hilos plateados en el pecho de ambos, y a Yoongi sólo le llevo un par de estocadas más para alcanzarlo también en otro grito ahogado.

Se dejo caer sobre el pecho del rubio, cansado, sudoroso y feliz, de que al fin hubiera podido tocar su alma.

Jimin le besó en todo su rostro, entrelazo su mano izquierda con la mano de Yoongi besándola en el acto.

Yoongi beso su labios, susurrando antes de dormirse:

-Te amo Jiminie, te amo en serio.

-Yo también te amo mi pequeño Yoongi, duerme mi amor.

Se abrazaron y acurrucaron debajo de las sabanas.

Ambos sabían que a partir de ese momento, tanto sus cuerpos como sus almas se pertenecían en su totalidad.

A la mañana siguiente, Jimin se despertó primero, eran cerca de las 6:30 am., no podía creer lo maravilloso que se sentía amanecer desnudo junto a la persona que te complementa tan bien, hasta ese momento, supo el significado real del amor.

Se levantó rápido a bañarse, ese día entraba a las 9 am al Instituto, por lo poco que sabía Yoongi entraba a las 10 am todo los días.

Saliendo del baño se vistió rápidamente y fue a la cocina, para llevarle el desayuno al hermoso hombre de piel blanca que dormía en su cama.

Ya eran las 7:30 am cuando despertó a Yoongi con un beso en la frente. Espero un momento, no sabía si a él le gustaba que lo despertaran, ya que la última vez él se despertó primero. Yoongi se movió un poco, abriendo un ojo, y viendo sorprendido al rubio sonriéndole tan temprano.

-Buenos días corazón, ¿dormiste bien?-Le dijo el rubio de sonrisa brillante.

-Hola hermoso, ¿qué es esto? Wow, desayuno en la cama, oye muchas gracias.

-¿Qué hora es? ¿No se te hace tarde?-Preguntó el peligris un poco más despierto.

-No, no te preocupes, entro hoy a las 9 am, tú entras a las 10 am ¿verdad?

-Si, pero te puedo ir a dejar al instituto y aprovecho y comienzo a limpiar más temprano el local. Cuando me llegan instrumentos nuevos dejan todo sucio.

-Me parece perfecto. Yo ya me bañe por si gustas tomar una ducha aquí lo puedes hacer con confianza.

-Me parece buena idea, -respondió Yoongi más animado-¿Vas a desayunar también?

-Claro deja ir por mi charola, no tardo, no te vayas a ir ¿he?

-jajaja, Jiminie, juro que te espero.

Desayunaron y fue la hora más rápida que pasó para ellos, tenían obligaciones, lo sabían, pero aun así disfrutaban hasta el último minuto sonriendo y haciendo planes para la cena.

-Salgo a las 9 pm pequeño, hay veces que ya no ceno, pero puedo llegar aquí nuevamente si gustas y tomamos un té calientito para irnos a dormir después- sugirió Yoongi.

-¿No te aburrirás en la casa de mi abuela?-Preguntó el rubio.

-No creo, después de lo que hicimos ayer, es interesante pensar que tu abuela nos estuvo observando.

-Yoongi nooo, jajajaja, que cosas dices.

Rieron tanto juntos, que esos eran los momentos que ambos disfrutaban, siempre bromeando tanto Yoongi como Jimin, siempre disfrutaban de su buen humor.

-Si gustas ahora dormimos en tu departamento- sugirió Jimin.

-Está bien pequeño, paso por ti cuando llegue. ¿Te parece?

-Si, muy bien.

Paso su mañana tan rápido, que cuando Yoongi dejo a Jimin en el Instituto parecía un abrir y cerrar de ojos.

Lo dejo frente a la puerta principal y Jimin le dejo un largo y lento beso que al peligris se le erizo todo el cabello de la nuca.

-Te veo en la noche Yonnie, come bien por favor.

-Claro guapo, te veo al rato.