Capítulo 37


Narra Ranma

—____, ¿estás despierta? — cuestioné.

El sol todavía no había salido, sin embargo ya yo estaba despierto. Me sentía lleno de energía y listo para emprender nuestra nueva aventura.

—Cinco minutos más — respondió ella con voz ronca y los ojos cerrados.

—No puedo dormir, estoy muy emocionado ¡Nos vamos a China! — exclamé.

___ gruñó para después abrir los ojos y sonreír.

—Ranma querido, estoy muy contenta por ti. Pero en serio necesito que me deje descansar un poco más— dijo mi pareja, mientras colocaba una mano en mi mejilla.

No pude evitar sonreír.

—Reposemos un rato. Luego verificamos que tengamos todo una última vez y nos preparamos para irnos, ¿te parece bien? — preguntó ___.

—Si— respondí.

La castaña sonrió y acarició la mejilla donde reposaba su mano. Me incliné en su dirección y le besé la frente.

Nos abrazamos y permanecimos así hasta que la respiración de ___ estaba ligeramente más lenta y pausada. Indicando que ya estaba dormida. No pasó mucho tiempo antes de que yo sucumbiera al sueño también.

Narra Akane

—No puedo creer que ya es el día en que ___ y Ranma se marchan a China— dijo papá mientras agarraba con fuerza su vaso con té.

—Te prometo que mi hijo cuidara muy bien de tu hija señor Tendo— habló el padre de Ranma.

—Más te vale Gemma, si tu hijo Ranma se atreviera a sobrepasarse con mi sobrina, tendríamos serios problemas usted, él y yo— dijo papá al tiempo que achicaba los ojos.

Suspiré y miré en dirección al patio. El día estaba tan hermoso, y pensar en las cosas que irían aconteciendo más adelante. No quería que Ranma se marchara, y mucho menos que el viaje fuera también con mi prima.

—¡Buenos días!— exclamó Ranma mientras entraba al comedor.

Detrás de él caminaba ___, quien parecía estar más dormida que despierta.

—Querida sobrina despabila, ¡hoy te vas a China!— exclamó papá con aparente emoción.

—Lo se tío pero-

Antes de que la castaña terminara la oración, se vio interrumpida por un bostezo.

—Es mi culpa, nos acostamos algo tarde y en la madrugada la desperté— explicó Ranma mientras servía su desayuno y el de ___.

—Ranma hijo, eso no fue lo correcto— dijo el señor Gemma.

—Lo se, pero estoy tan emocionado. ¡Nunca en mi vida había estado tan lleno de energía ! — exclamó Ranma al tiempo que alzaba ambos brazos al techo.

—Es bueno verte tan contento— dijo ___ con una sonrisa.

—Y todo gracias a ti. La verdad es que soy un novio con suerte— bromeo Ranma para luego usar su codo y empujar de forma juguetona a mi prima.

—¿Y crees que no lo sé?— cuestionó ella en respuesta.

Luego de aquella interacción, ambos comenzaron a desayunar. La sangre me hervía, y al mismo tiempo, me sentía triste.

Ranma no me prefería a mi, está bien. Pero me resultaba muy feo que se quedara con mi prima, y además , tener que verlos de románticos todos los días.

Narra ___

Una vez con el estómago lleno y algo más animada, Ranma nos dio tiempo a reposar antes de arrastrarnos al baño. Había preparado una tina llena de agua caliente para los dos.

Y es así como habíamos llegado a este punto. Mi espalda contra su pecho y nuestras manos entrelazadas.

—Estos son los mejores momentos a tu lado— susurré.

—Estoy de acuerdo— dijo Ranma mientras escondía su rostro en mi cuello —, pronto ya estaremos en marcha. Me muero por hacer este viaje contigo— añadió.

—El sentimiento es mutuo— respondí al tiempo que giraba mi rostro para poder besarle en la frente.

Estar en los brazos de Ranma, piel con piel, había sido una de las mejores experiencias que había tenido con el a lo largo de nuestra relación. Estos momentos en el baño, solo nosotros, se sentían tan íntimos y especiales. Y lo más gratificante es saber que el sentimiento era igual para él.

Ranma alzó la cabeza y yo aproveché para darme media vuelta y besar sus labios. El no dudó en corresponder atrayéndome mas hacia su cuerpo.

Narra Akane

Toqué la puerta del baño varias veces. La bisabuela de Shampoo estaría por llegar a este punto, y Ranma y ___ no parecían tener intenciones de salir del baño pronto.

—Ranma— llamé mientras continuaba tocando.

La puerta se abrió y ahí estaban los dos ya vestidos y aparentemente listos para su viaje. Sentí una punzada de envidia, pero preferí hacerla a un lado. Kasumi me había pedido que no siguiera lastimándome así. Pero parecía casi imposible.

—Ya estamos listos Akane— dijo Ranma.

Su rostro parecía estar radiante. Claro, iría a China donde seguro trataría de romper la maldición de convertirse en chica.

—¿Ya llegó la señora Cologne?— cuestionó ____ mientras sacaba la cabeza y miraba a cada lado.

—No, todavía no ha llegado—respondí al tiempo que bajaba la cabeza.

Narra ___

Ranma y yo salimos del baño y caminamos hasta la sala. En una esquina de ella ya se encontraba nuestro equipaje, que ya habíamos revisado y colocado ahí para tenerlos a mano.

Ranma caminaba de un lado a otro como un león encerrado. Imagino que por la emoción que mantenía contenida. Sentí una sensación de calor en mi pecho al tan solo pensar lo feliz que estaba él. Se que Cologne no se concentrará en el al 100, quizá si, pero de todas formas, la oportunidad de vivir esto juntos es un regalo.

De pronto, la puerta se abrió y Shampoo saltó en dirección a Ranma. El pelinegro trató de escaparse de su agarre, sin embargo ella se aferró a su cuello con fuerza.

—Ranma— dijo Shampoo, con su voz extremadamente dulce.

—Hola Shampoo— dijo Ranma en un tono molesto.

—Vaya, veo que ya están listos para marcharnos— dijo la señora Cologne luego de hacer acto de presencia.

—Claro que si, vamos ___— dijo Ranma mientras se acercaba a nuestro equipaje para agarrarlo.

—Estoy muy emocionada de ir a este viaje contigo—dijo Shampoo.

—El sentimiento no es mutuo— murmuró Ranma.

Yo no pude evitar reír.

Narra Ranma

Una vez salimos de la casa, toda la familia Tendo salió a despedirnos.

—Ranma tienes que cuidar mucho a mi sobrina— dijo el señor Tendo, de brazos cruzados.

—No se preocupe señor, ella estará segura conmigo— prometí mientras hacía una reverencia.

—Y tú ___ tienes que hacerte cargo de mi hijo, ya sabes que es un bruto bueno para nada. Bueno, solo para las artes marciales— dijo papá al tiempo que miraba con seriedad a ___.

—Puede estar seguro señor Tendo que cuidaré mucho de Ranma. Evitaré que caiga en algún otro estanque— bromeó ___.

—¡Yo también cuidaré mucho de Ranma!— exclamó Shampoo.

—Eh, este, si Shampoo tú también— dijo papá, nervioso.

Prosiguió una ronda de abrazos de ___ con sus primas y su tío. Luego cada una de las hermanas Tendo se despidió de mi.

—¡Cuídense mucho!— exclamó Kasumi.

—¡Ustedes también, les echaré mucho de menos!— exclamó ___, con los ojos cristalizados.

—Vamos ___— dije mientras estiraba la mano para poder agarrar la suya.

___ sostuvo mi mano y comenzamos a caminar juntos. Muy pronto estaría en China y podía liberarme de esta maldición para poder tener una vida normal. Y para... poder ser el mejor hombre posible para cuando pueda casarme con ___.

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