Capítulo 32.

Narra Ranma.

— ¡Ranma! ¡___! — alguien nos estaba llamando, pero yo estaba demasiado cansado como para levantar la cabeza —. ¡Ranma responde! — la voz sonaba cada vez más cerca.

Hasta que mis oídos captaron pasos, y decidí que quizá era una buena idea abrir los ojos.

Todo estuvo borroso durante unos segundos, solo pude distinguir una figura acercándose hasta donde me encontraba.

— ¡Ranma gracias a Dios! — Akane entró corriendo a la cueva, sus ojos cristalizados —, me alegra mucho ver que estás bien— traté de levantarme completamente, sin embargo un peso en mi brazo izquierdo lo impidió.

___ mantenía su cabeza sobre mi brazo, sus mejillas al rojo vivo y su respiracion levemente agitada.

— ¿___? — cuestioné, llevando mi mano libre a su frente, estaba ardiendo —, ¡oye, despierta! — exclamé, comenzando a preocuparme.

Sus ojos se abrieron levemente, estaban opacos y su rostri expresaba dolor y cansancio.

— ¿R-Ranma? — asentí, retirando mi brazo con cuidado —, debemos volver con la familia— murmuró.

—Akane ya está aquí, te subiré en mi espalda y volveremos al campamento— giré mi rostro para poder ver a Akane —. Ayúdame a poder subirla a mi espalda— pedí.

Narra ____.

Todo daba vueltas a mi alrededor, y sentía que estaba ardiendo por dentro. Las manos de Ranma estaban aferradas en mis piernas, sosteníendome.

—Tranquila, yo me encargo de todo, descansa un poco— asentí levemente, escondiendo mi cabeza en su cuello.

Por un momento él detuvo su caminar, sus pulgares acariciaron con cuidado la piel descubierta de mis piernas.

—Gracias. . . — murmuré —, te quiero— no me atreví a mirarle después de decirlo, pero tampoco hacía falta.

—Yo también te quiero, y debes de sanarte— susurró, o creo que al menos lo hizo, ya que luego de eso yo caí en un sueño profundo.

Narra Akane.

— ¡Maestro venga aquí de inmediato! — Ranma corría detrás del maestro, mientras Kasumi y yo estabamos sentadas junto al cuerpo dormido de nuestra prima.

—Solo ha sido por dormir con el pelo mojado Ranma, no debes de alterarte— aclaró mi hermana mayor, con su paz usual.

— ¡Si él no la hubiera estado molestando, ella no se habría golpeado la cabeza en primer lugar! — el pelinegro estaba claramente enojado.

—Ya estás actuando como un buen esposo Ranma, ____ estaría orgullosa si estuviera despierta— Nabiki se estaba burlando de Ranma, eso estaba claro.

— ¿Pero qué cosas estás diciendo? — cuestionó el Saotome, con un leve sonrojo en su rostro.

— ¡Mi pequeña ____, lamento mucho lo que pasó! — Happosai saltaba justo a los pechos de mi prima, por un momento pensé en detenerlo.

Pero Ranma actuó más rápido, y en cuestión de segundos ya tenía al maestro a una buena distancia de ____.

—Es ustef un abusivo— el cuerpo del pelinegro estaba junto al de mi prima. Ranma giró su rostro para verla, y no me pasó desapercibida su pequeña sonrísa.

—Solo necesita descansar un poco, con ropa abrigada para que sude la fiebre— papá y el señor Saotome se acercaban a la tienda en la cual nos encontrabamos la mayoría de nosotros.

—Espero que no te hayas pasado de la línea con mi sobrina, Ranma— habló papá, sentándose junto a la cabeza de ____, el señor Soun a su lado.

—Pero bueno, ¿no ves cómo la defiende con uñas y dientes? Dudo mucho que mi hijo se propasara con tu sobrina— añadió el padre de Ranma, cruzándose de brazos.

—No hablen muy alto o la despertarán— pidió Kasumi, mientras se levantaba — voy a preparar la cena, ¿podrías ayudarme Akane? — sentí mis mejillas arder.

Pero, yo no sabía cocinar. . .

—Kasumi, ____ ya tiene suficiente con la fiebre, ahora no quieras causarle una indigestión— apreté los puños, ante el comentario tan despectivo de Ranma.

— ¡Y tú no te puedes quedar callado! — exclamé, inmediatamente siendo silenciada por un montón de "Shhhh" por parte de mis familiares —, perdón— murmuré.

—Yo iré, he histo como lo hace ____, no puede ser tan difícil— Ranma apoyó su cabeza con su mano, sin dejar de mirar a la castaña.

—Nosotros iremos a tener una conversación seria, ¿verdad señor Tendo? — el padre de Ranma asintió, y ambos hombres se levantaron, saliendo de la tienda.

—Volveré pronto, para que veamos junuos el atardecer, procura estar mejor para entonces, ¿si? — esas palabras salieron de los labios de Ranma tan bajito, que parecieron un susurro.

Pensé que iban dirigidas hacia mí, hasta que me dí cuenta de que le hablaba a mi prima, pues estaba entrelazando sus dedos con los de ella, y rozaba sus naríces con delicadeza.

¡¿Qué acaso no le daba pena hacer eso frente a mí?!

Narra ____.

—Ugh— abrí los ojos lentamente, los últimos rayos del sol estaban en su máximo punto, y el cielo estaba teñido de hermosos colores.

—Despertaste— la voz de mi novio captó mi atención, llevaba puesto sus típicos pantalones, con una franela blanca —, debes tomar agua, tienes los labios resecos por la fiebre— con cuidado, me senté. Las sábanas se deslizaron por mi cuerpo hasta mis caderas.

—Gracias— dije, antes de acercar la botella a mi boca.

—Kasumi ha dicho que la fiebre es producto de dormir con el cabello mojado, estarás mejor para mañana— extendió disimuladamente su brazo tras mi espalda, juntando así levemente nuestros cuerpos.

—Ya veo. . . ¿He estado dormida por mucho tiempo? — cuestioné.

—Casi todo el día, pero no te perdiste de mucho. Todos hemos estado cuidando de ti— apenada, bajé la mirada al suelo.

—Perdón por haberlos preocupado— Ranma se encogió de hombros.

—No te disculpes, si el Happosai no te hubiera estado molestando en primer lugar, entonces nada de esto hubiera pasado— una punzada se apoderó de mi pecho.

—Eso significa. . . ¿Qué te arrepientes de lo que ocurrió en las aguas termales? — pregunté, casi sin pensarlo. Las palabras simplemente salieron de mi boca.

El rostro del pelinegro fue todo un poema, sus mejillas se tornaron de un rojo vivo, y supe que no debí sacar el tema.

—Lo siento, olvídalo— murmuré, volviendo a acercar la botella a mis labios. Me silenciaría bebiendo agua hasta no poder más.

—E-Estuvo bien— aquellas palabras me tomaron por sorpresa. Parpadeé varias veces, antes de sentir como mi garganta se cerraba.

Giré mi rostro, escupiendo el preciado líquido.

¿De verdad él había dicho que estaba bien?

— ¡Vaya, ya estás despierta! — mi tío caminaba hacia donde estabamos —, es muy bueno ver que te sientes mejor, Ranma no se ha apartado de tu lado— no pude evitar sonreír levemente.

Ranma siendo Ranma.

—Si bueno, no se lo tienen que decir— me acerqué a su mejilla, depositando un pequeño beso.

—Gracias por ser siempre tan bueno conmigo— murmuré, antes de tomar su brazo izquierdo y aferrarme a él.

—Estas siendo pesada— sabía que esos eran sus típicos nervios apoderándose de él.

Volví a observar el atardecer, tan hermoso como siempre, y sin embargo tan cambiante. . .

—Estás toda sudada, tienes que tomar una ducha— abrí los ojos sorprendida.

—Oh, lo lamento— solté su brazo, apartándome de él.

¿Apestaba tanto?

Narra Ranma.

Maldije mi estupidez, mientas veía a la castaña apartarse de mi lado. La preocupación palpable en su rostro, al igual que su malestar.

—Tengo unas toallas húmedas, para que no tengas que ir a bañarte en el agua fria del rio— ____ asintió levemente ante las palabras de Kasumi.

—Yo te ayudaré— todos se giraron a verme —. Ahí van a pensar mal de mí— reproché, sintiendo mis mejillas arder.

—Pero Ranma, para bañarla ella tiene que quitarse la ropa. . . — añadió Nabiki.

—Le voy a limpiar la espalda, no el frente Nabiki— me levanté, caminando en dirección a la mayor de las hermanas Tendo —, por favor, las toallas— pedí.

— ¡No creas que voy a permitir esto Ranma! — exclamó, el padre de Akane —, ¡Te he permitido una relación con mi sobrina, pero no es para que te pases de la línea! — llevé una mano a mi nuca.

—No es como si ustedes lo fueran a hacer en mi lugar, la pobre tiene fiebre y necesita ayuda— dije.

—Y dices que yo soy el abusivo, Ranma— el maestro Happosai se hacía la víctima, acercándose lentamente a mi novia.

—Si, si. Ya veo por dónde va esto maestro— caminé hasta la tienda, cerrando la cremallera a mis espaldas.

—Uhm, ¿puedes darte la vuelta? Necesito quitarme la parte superior— asentí, mirando a otro lado.

Cuando estuvo lista, le extendí las toallas húmedas para que ella se limpiara por el frente, mientras yo le ayudaba con la espalda.

—Está frío— se quejó, cuando extendí su brazo izquierdo, para poder limpiarle mejor.

—Lo sé, resiste un poco más— con cuidado se arrpdilló, para poder terminar con su trabajo.

—R-Ranma— ____ se apoyó de mí, para poder mantenerse en equilibrio.

—Estoy aquí, tranquil- — no pude evitar mirar su cuerpo semidesnudo.

Estaba perdido.

Narra ____.

Sobra decir que fue todo un problema después de que Ranma volvió a abrir la tienda, su padre y mi tio estaban vueltos unos nervios, y se los desquitaron con él.

Las fuerzas me habían abandonado para este punto, y simplemente me recosté nuevamente.

El cielo estaba oscuro, y las estrellas brillaban con fuerza, la luna por su parte estaba preciosa.

—Mejor vete a dormir— Akane se encontraba sentada a mi lado.

—No tengo sueño ahora mismo— respondí, sin mirarla.

—Pero es lo mejor para tu salud— suspiré, cerrando los ojos.

Ella tenía razón.

Diez minutos después fingia estar dormida, cuando escuché unas voces.

— ¿Ya se ha quedado dormida? — cuestionó Ranma, en un susurro.

—Sí, he estado cuídando de ella desde entonces— respondió mi prima.

—Déjamelo a mí, puedes marcharte— Akane emitió un quejido, como si no quisiera irse.

Ranma se sentó a mi lado, sin dejar de mirar a mi prima, insistiendo en irse.

Y cuando estuvumos solos, sus labios besaron levemente los míos.

—Ya si puedes dormirte, yo te cuidaré bien— hice una pequeña mueca.

— ¿Cómo sabías que estoy despierta? — cuestioné, en un susurro.

—Te conozco bien, además, dudo mucho que Akane cuide bien de alguien— reí por lo bajo, levantando la cobija, dándole espacio a que entre y esté conmigo.

—A dormir— ordenó, aferrándo mi cuerpo al suyo.

—Vale, vale. Buenas noches— murmuré, besando su mejilla.

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