Capitulo 20.
Narra Ranma.
—Hace mucho frío— ___ se aferró más a mí, ambos compartíamos la misma sábana en el comedor, Akane nos miraba como si quisiera matarnos, pero ___ tenía tanto frío que no pude evitar abrazarla para darle de mí calor. Tenía los labios resecos y la nariz un poco roja.
La abracé más y pegué mi cuerpo al de ella.
—¿Ya estás mejor?— ella negó un poco, la sentí temblar en mis brazos.
—Ranma, ¿no deberías hacer eso con Akane?— miré al señor Tendo, me encogí de hombros.
—___ está helada, necesita calor— ella asintió y yo tomé sus manos entre la mías. —Ya entrarás en calor, no te preocupes—.
—Esta navidad está siendo muy fría— dijo papá mientras se acomodaba más la sábana.
—Pues ___ no la pasará nada mal, ya que Ranma está para darle calor— tanto ___ como yo, miramos a Akane en el instante que dijo eso.
—Akane, ya te estás pasando demasiado de la línea... Primero nos espías y ahora esto. Nos estás incomodando a cada instante y no se te olvida hacer un solo comentario cuando estamos juntos en familia— al parecer hizo enojar a ___.
Narra ___.
Me levanté de entre brazos de Ranma, pero no aguanté ni cinco minutos.
—R-Ranma— sonreí nerviosa mientras lo miraba, el simplemente extendió sus brazos a mi dirección y yo prácticamente corrí a ellos.
Ranma me abrazó aferrándome a él. Estaba pegado de la pared, por lo que no pasó mucho antes de que volviera a entrar en calor.
—Me da mucha pena decir que no nos quedan tantas sábanas limpias para esta noche, por lo que se tendrán que abrigar con las que tienen ahora mismo... Así que por favor no las ensucien— anunció Kasumi, desde su posición.
—Bueno, con Ranma y ___ nos guardamos una extra, ya que, al parecer, piensan seguir compartiendo manta— miré al señor Genma.
—Eso pensamos— dijimos al unísono mi novio y yo.
—No deben de preocuparse, entre los dos nos apañamos bien con una sola manta— asentí ante las palabras de Ranma. —Mientras tanto, ven pesada, vamos a qué te pongas algo más abrigado— me levantó en brazos, me extrañó bastante que no se cayera la manta.
—Deja de molestar Ranma, estoy bien así— me llevó hasta la habitación, en la cual buscó uno de sus abrigos y me lo dió.
—Anda, pontelo— fruncí el ceño, mientras me lo colocaba.
—Ranma si tienes abrigo, ¿por qué no te lo pones?— pregunté, mientras le veía cerrar la puerta de el armario.
—A mí no me da tanto frío como a ti, úsalo por mientras— se acercó a mí y me abrochó el abrigo. —Estaré más tranquilo si lo llevas tú, viendo lo mal que la pasas en todas las navidades con el frío que hace, he pensado en dejarte algunos— sonreí ilusionada.
—Ay si, por favor— el sonrió y tomó mi mano, antes de salir de la habitación y bajar nuevamente a la sala.
[...]
—___, ¿me ayudarás con la cena de hoy?— levanté la cabeza del pecho de Ranma y miré a Kasumi.
—No tengo muchas ganas...— volví a recostarme de Ranma.
—Pues deberías ayudarla ___, no puedes dejarla sola— reprochó Akane, que hace rato trataba de que me quitara del pecho de Ranma.
—Si tanto quieres que la ayude, ¿por qué no mejor vas tú?— cerré los ojos.
—Akane, ya ___ ha hecho mucho durante estos días por la casa y nosotros, es mejor que descanse un poco— comentó Ranma, mientras me acariciaba un poco la mano.
—Uy, ahí vienes tú a apoyarla— mi pelinegro colocó una mano en mi espalda para sostenerme, antes de girarse bruscamente.
—¡Llevas semanas atacandola!, y no me parece justo que lo hagas— justo en ese momento, decidieron intervenir el padre de Ranma y mi tío.
—Ya basta muchachos, ustedes van a casarse y no veo que se lleven muy bien— habló mi tío.
—Y además Ranma, tu te vas a casar con Akane cuando salgas de la preparatoria y vas a manejar el Dojo Tendo, por lo que debes tratar lo mejor posible a Akane, ya que es tu novia—.
Narra Ranma.
Nunca me había enojado tanto como en ese momento. ¿Por qué simplemente no me dejan ser feliz con quién yo quiera?.
—Akane no es ninguna novia mía— les miré a ambos.
—¿Ah no, y quién es tu novia si se puede saber?— Akane estaba enojada, pero definitivamente no más que yo.
—¡Escuchen!— solté a ___ y le dí la manta para que se quedara abrigada. —Les anuncio a todos que ___ y yo llevamos meses siendo novios, espero que por favor ya me dejen de molestar— ___ palideció, al igual que mi padre y el señor Soun. Kasumi sonreía y Nabiki parecía restarle importancia al asunto.
—Se me hace que fueron muy tontos papá y tío Genma, el cariño que tanto Ranma como ___ se tienen se nota hasta en la manera de cómo se miran— después de decir eso, Nabiki se levantó y colocó una mano en mi hombro. —Pues bien, enhorabuena— acercó su rostro al mío, mientras me miraba con expresión asesina. —si le haces algo a mi prima, no dudaré en hacerte algo yo a ti— sonreí con suficiencia.
—¿Pero qué dices Nabiki?, no hay nadie como yo. Nada le pasará nunca a ___— me señalé con el pulgar.
—Señor Saotome... Esto no es lo que acordamos— ___ se acercó a su tío y tomó su mano. Fue entonces cuando decidí acercar a ___ y colocar mis manos en sus hombros.
Narra ___.
—... Tío, le aseguro que nada de esto estaba provisto, ni Ranma ni yo pensamos que esto iba a pasar. Le aseguro que no nos hemos unido para hacerle un complot o algo así, simplemente fue surgiendo un cariño que al inicio ambos queríamos ignorar... Pero qué al final terminamos por acept— Ranma me detuvo.
—Se supone que el que está comprometido soy yo, y es mi deber hablar con mi padre y tu tío— se posicionó a mi lado y suspiró. Estaba bastante nervioso, lo noté por sus puños apretados. —Si bien no debemos dar explicaciones de cómo llegamos a esto, se las daré. Desde hace tiempo que tanto ___ como yo nos hicimos muy cercanos. Ella me entendía, yo la entendía a ella, ambos nos fuimos conociendo mejor y nos tomamos cariño, yo no quería creer que ella me gustaba, pero al final tuve que aceptarlo y así fue como llegamos a estar juntos. No fue planeado, no es ninguna revelación en contra de ustedes por el matrimonio que me arreglaron con Akane desde antes de nacer, es algo que simplemente pasó, está aquí y no puedo ignorarlo. Así que de favor le pido que acepten de una vez por todas que ___ y yo estamos juntos, y no le causen más sufrimiento a ella— coloqué mi mano sobre la suya, el temblaba, pero al mismo tiempo en su rostro se le veía seguro. Yo nunca imaginé que llegaría este momento...
—Ranma... Hijo, me siento muy orgulloso de que seas capaz de defender tus sentimientos por la sobrina del señor Soun, jamás pensé que llegaría el momento en el que harías algo como esto... Y mucho menos por amor— el señor Genma parecía bastante orgulloso, sin embargo mi tío...
—Esto no es para nada lo que tu padre y yo acordamos... Pero viendo lo hombre que has sido para declarar que amas a mí sobrina— y luego me miró a mi, con lágrimas en los ojos. —Mi querida sobrina, espero que seas muy feliz con Ranma— tomó mis manos y Genma las de Ranma.
—¡Que sean muy felices!— Ranma y yo nos miramos, y luego sonreímos.
—Muchas gracias— dijimos al unísono.
—Me alegro mucho que al final pudiste decirlo Ranma— comentó Kasumi, con una sonrisa mientras nos miraba.
Me sentí un poco aliviada, ahora solo faltaba Akane y el maestro.
—Bueno, la verdad es que ya se veía venir. Pero igual Ranma no creas que no déjate de robar la ropa íntima de ___ — él tan solo lo miró, de inmediato un aura asesina salió de Ranma.
—Toque aunque sea un sostén y lo mando a volar maestro—.
[...]
Estaba fuera, en el patio con mi familia y Ranma. Nos lanzabamos bolas de nieve a diestra y siniestra. Kasumi nos miraba desde el comedor, de vez en cuando a ella también se le pegaban alguna que otra bola.
Akane no estaba con nosotros, se encontraba en su habitación, supongo que estaba enojada porque Ranma y yo estuvieramos juntos, eso me hace sentir un poco culpable siendo honesta.
—___, ¡Cuidado!— cuando me vine a dar cuenta, estaba tirada en el suelo con una bola de nieve esparcida por toda la cara, no pude evitar reír.
De inmediato Ranma se acercó y me ayudó a levantarme, en lo que yo me quitaba la nieve de la cara.
—Ya verá maestro— agarré un montón de nieve y la hice una bola. —¡Le juro que esta no la fallo para nada, así que mejor corra!— me prepare para lanzarla, el maestro no se movía. Al parecer pensaba que no era en serio.
—Vamos mi pequeña, sé que no te atreverías a hacerle algo así a tu maestro— sonreí.
—Yo no estaría tan seguro— Ranma estaba a un lado mío, con una mano en su cintura, mirando burlón al maestro.
Al cual en unos segundos, le cayó una bola de nieve en la cara.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top