Capítulo 10.
Alguien me puede decir...¡¿Por qué es tan difícil encontrar agua caliente?!.
Llevo unos minutos tratando de encontrar algo de agua caliente. Sospecho que, quienes cayeron al agua, no son ni más ni menos que Ranma y Kuno.
Un par de minutos más bastaron bara rendirme. No encontraba por ningún lado.
—¿Ranma...?—cuestioné cuando empecé a caminar en dirección a la piscina y...No encontré nada. Suspiré.
Seguí caminando, y topé con Ranma en su forma mujer junto a Akane, volviendo a clases.
Pero había un detalle...
—Ranma...Te falta el pantalón— señalé sus piernas y el.. Bueno ella, se sonrojó.
—No le des tanta importancia ___— me sonrió Akane y los tres volvimos de vuelta al edificio. Para poder retomar las clases.
Después de un largo y agotador día, me encontraba en mi habitación secando un poco mi cabello. Pronto sería la hora de ir a dormir. Detrás mío, Ranma miraba el techo pensativo.
—¿A qué le das tantas vueltas?— cuestiono.
—Creo que debo agradecerle a Akane por lo de hoy...—Se levantó y caminó hasta la puerta, a ese punto yo ya había dejado de cepillar mi cabello.
Me voltee para verle irse, suspiré un tanto triste, aunque no debería estarlo. Algo hizo ella por el, que Ranma siente que debe darle las gracias.
No bastó mucho para que escuchara gritos. Me levanté rápido causando que se volcara la silla en donde estaba sentada.
—¿Qué ha pasado?— cuestioné, mientras miraba por el barandal.
Eran el tío Genma y el padre de Akane completamente mojados.
—Pfff...HAHAHA— no pude evitar soltar una carcajada, causando que los presentes me mirara.—perdón, perdón— sonreí.
Ellos se dedicaron a mirarse unos segundos, antes de reír junto a mí por aquel accidente.
Luego de secarme las lágrimas de la risa, volví a mi habitación y levanté la silla que se había caído. Ranma estaba acostándose en el futón.
—Cuando termines, apaga la luz por favor— asentí y así lo hice. Apagué la luz y me acosté en mi futón. Para después de unos cortos minutos, caer dormida.
Al día siguiente, en clases todo transcurrió normal, y pronto estábamos en casa nuevamente.
Estaba ayudando en las tareas domésticas, cuando Ranma y Akane cruzaron a un lado mío. Me fijé que Akane llevaba su uniforme para entrenar, seguro que iban a practicar un poco entre ellos.
Me hubiera gustado acompañarlos, pero alguien tiene que ayudar a Kasumi con todos los labores del hogar, y al parecer mis otras primas son un poco desconsideradas.
—Oh, ___. Si quieres ir, puedes hacerlo, hoy me ayudaste mucho y te lo mereces— me giré y vi a Kasumi sonreír, yo sonreí igual.
—No te preocupes, terminaré esto y con esto concluimos los labores de hoy— ella me miró por unos segundos y asintió, luego se fue a la cocina.
Unos 5 minutos más tarde, terminaba de limpiar la mesa y dejaba las cosas de limpieza, quería ir a ver cómo les estaba yendo a Ranma y Akane.
Cuando me acerqué, no pude evitar escuchar la conversación antes de entrar.
—Cuando te enojas, no te ves bonita— me sorprendí, era la voz de Ranma.
¿Él consideraba bonita a Akane...?, Bueno, supongo que es lo normal. Todos en el instituto la consideran una belleza andante.
—Estás muy concentrada en tus pensamientos querida prima— mire a Nabiki, que se encontraba a mi derecha.
—Ah, no claro que no— le sonreí
—Bueno, si tú no vas a pasar, pues permiso, debo de darle algo a Ranma— me hice a un lado, justo para que ella abriera un poco la puerta y deslizara un sobre. Escuché las voces de Ranma y Akane, pero no pude distinguir lo que decían. Luego de unos segundos Nabiki entró, y yo decidí entrar con ella.
—Será mejor que no vayas— Akane miró a Ranma, el cual miraba atentamente la nota que tenía frente a él.
—Disculpen...¿Ha pasado algo malo?— los tres me miraron al mismo tiempo, y negaron.
—Nada de lo que tengas que preocuparte ___— musitó Akane mientras se levantaba y se estiraba.
—Si, lo que dijo Akane—Ranma se levantó igual y caminó hasta la salida de la sala, no sin antes colocar su mano en mi hombro izquierdo— ese delantal te queda muy bonito, ___— sentí mi cara arder y la cubrí con mis manos, había olvidado quitarme el delantal que usaba para la limpieza.
—G-Gracias...—susurré.
Ellos salieron de la sala y yo me quedé mirando la puerta por donde se fueron. Las palabras de Ranma hacia Akane volaban de un lado al otro de mi cabeza. Decidí que no debía darle mucha importancia y volví a la casa. Me quité el delantal y lo guardé.
Subí a la habitación y ví que Ranma no se encontraba en ella, como de costumbre. A lo mejor había salido.
En la cena el también faltó, lo que me sorprendió un poco, ya que a él le encanta comer y nunca se saltaba la hora de hacerlo.
—¿No se les hace raro que Ranma todavía no llegara?—cuestiona Kasumi, mientras miraba el puesto vacío que había a mi lado.
—No es de extrañar, sabiendo que tenía una cita con Kuno—miré a Nabiki, la cual se encogió de hombros.
—Yo...Me voy temprano a la cama—dije una vez terminé mi plato. Me levanté y fui por mi pijama.
Luego de darme una ducha subí nuevamente a la habitación y apague la luz, me acosté en mi futón y caí rendida casi al instante. El hacer tantas labores domésticas el día de hoy me cansó mucho.
—¡AHHH!— un grito a mi lado causó que me levantara de golpe, mire al causante y era Ranma. Me sorprendí un poco. ¿A qué hora habrá llegado anoche?.
Sudaba y se le podía notar agitado, al parecer tuvo una pesadilla. Tras unos segundos pasó a mirarme y se sorprendió un poco.
—Oh ___ te desperté...Lo siento mucho— rascó su nuca, aparentemente nervioso. Yo simplemente me dediqué a mirarlo unos minutos, para después sonreír.
—No te preocupes— me deshice de la sábana que me cubría y me crucé a su futón.—¿Una pesadilla?— coloqué una mano en su mejilla, y el se sonrojó, apartando la mirada.
—Si...Una muy fea— suspiró, sin embargo no apartaba mi mano, como pensé que lo haría.
—Tranuilo, ha sido solo eso, un mal sueño— el volvió a mirarme y sonrió.
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