Pov. Normal

Randy sabía que no podía tener semanas tranquilas, era consciente de aquel hecho desde que empezó su labor como Ninja de Norresville desde casi un año entero.

Por lo que enfrentarse a un grupo de robosimios que estaba causando caos en la ciudad no era nada nuevo de lo que se tuviera que preocupar y más cuando estos se encontraban haciendo actos más vandálicos que de otro tipo.

Así que en el momento en que inicio a escuchar el caos del exterior mientras se encontraba en su entrenamiento con Finja de aquel Jueves, rápidamente se despidió del mismo para colocarse la máscara ninja e iniciar a hacer su respectivo deber.

A lo cual se encargó de golpear y destartalar a cada uno de los robots que se encontraban molestando a la gente a la vez que destruían gran parte de la vía pública: tiendas, autos, postes de luz y de teléfono, entre otros objetos. Lo cual denotaba una forma no tan común de actuar de los robots en todo ese caos ocasionado por los mismos, siendo que no se veía ese comportamiento desde que estos estuvieron en huelga, siendo que además estaban en su clásico tono verde y no en ese tono amarillo o rojo de aquella vez; pero aun sin ese hecho presente, no era algo de lo que se preocuparse Randy al momento de combatirlos.

Sí, hubo bajas materiales cómo no fue tan sorprendente entre ellos el auto del Director Delgadillo que se encontraba estacionado frente a una tienda de refacciones automovilísticas, lo que ocasiono un grito lastimero por la pérdida de su vehículo que ya creía a salvó al menos por las vacaciones, bueno era obvio que la suerte no estaba de su lado.

Al final Randy termino destruyendo a un gran número de robots de los cuales solo lograron escapar unos tres que no llego a notar, pero si Finja, que se encargó de ayudar a evacuar a las personas que se encontraban en la zona del ataque, además de no dejar de observar como estos contaban con una pequeña adición extra en la nuca. La cual era una clase de bombilla ovalada que se llegaba a encender de forma intermitente con una luz verde que se camuflaba con el mismo diseño de los robots cada vez que se encontraba cerca de alguien aterrado.

Era extraño y Finja lo sabía más de una forma, reconociendo que esa nueva adición junto a esa forma de comportarse de los robosimios no era tan común de ellos, y eso que él peli-verde apenas había vivido en la ciudad un par de meses, para saber que esos robots eran más de servicio y seguridad para la empresa McFist, que para los actos destructivos que hacían las otras máquinas del par de locos que se ocultaban en la pirámide.

Por lo que en el momento en que vio a Randy ocultarse en uno de los callejones para destransformarse para volver a su alter-ego de civil, fue hacia él para poder hablar de aquello que noto.

—¡Randy!

—¡Oh Finja!

—Parece que todo salió bien.

—Obviamente todo saldrá bien — aquello lo dice Randy con aires de suficiencia, antes de que se escuchara como se caía una farola de la calle sobre un auto que empezó a pitar por su alarma — o tan bien como podría salir una pelea.

—Enserio tienes que revisar eso del control de daños.

—No es para tanto, tengo entendido que hay un fondo para este tipo de cosas — aquello hizo que Finja virara los ojos antes de seguir hablando.

—Como tú digas, pero eso tal vez no sea lo más importante, siento que la oscuridad está haciendo otro movimiento en las sombras.

—No exageres tanto Finja, sabemos que los Yokais son un problema, así como el Samurái, y que esta aliado con McFist como lo hizo el hechicero a su tempo, lo que aprovecha para crear híbridos Roboyokai, pero eso mismo demuestra que no están ocultando sus cartas, al contrario, están mostrando toda su mano.

Eso ultimo lo dice con una gran sonrisa como si todo lo que dijo no fuese preocupante, y así es como lo tomo Finja al estrellar su mano contra su rostro en frustración.

—Yo no diría que eso sea algo totalmente bueno Randy, y tampoco creo que hayan mostrado todas sus cartas, es muy probable que tengan más de un as bajo sus mangas, y lo creo aún más si esa nueva "bombilla" nos dice algo.

—¿Bombilla?

—Enserio tienes que trabajar más en tu percepción de tu entorno, ¿Enserio, no notaste esa nueva adición en ellos?

—No, estaba más concentrado en destruirlos.

—Debí suponerlo — ante aquella afirmación del mayor, solo atina a dar un suspiro cansado, antes de seguir hablando — está bien te explicare, en la nuca de esos robisimios había una clase de bombilla que parecía iluminarse cuando estaba cerca de las personas aterradas.

—Ok, eso sí es nuevo, ¿Pero porque se lo habrán agregado?

—La cuestión en si es ¿Cuál es su función?

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Por su parte en los laboratorios de las empresas McFist, Viceroy se encontraba analizando los datos que consiguió de los robosimios que lograron regresar junto aquellos otros que lograron ser mandados, mientras tomaba una taza de café súper cargado, pues era consiente que necesitaría esa energía para la siguiente parte del plan y más teniendo a una de las cosas vigilantes observándolo fijamente a su espalda.

En un principio se sentía frustrado al ver que solo habían regresado solo tres de los treinta robosimios que mando, solo siendo una décima parte de los que había enviado para ocasionar caos para ver si los módulos de contención que había fabricado para almacenar la energía del caos servían, los cuales para el alivio del moreno si funcionaba. En ese punto por sus adentro se encontraba agradeció de que él Samurái no lo matara cuando pidió observar y analizar las esferas que poseía en su poder, de modo que aquellos pequeños módulos parecían tener un éxito rotundo para su primera prueba.

Los datos concordaban y cuadraban a un 96% siendo un muy buen resultado para lo que estaban buscando, por lo que la siguiente parte del plan podía ponerse en marcha. Ante lo cual él moreno activa una holopantalla para poder hablar con su jefe.

—Señor — empieza al momento en que tiene a la vista al rubio, quien se encontraba haciendo una torre de cartas en su oficina, la cual se derrumbó por la sorpresa de la interrupción.

—¡¿QUÉ?!

—Puede hacer la rueda de prensa — ignorando el mal humor de su jefe él de lentes expreso el mensaje sin rodeos.

—¿Rueda de prensa? ¿Qué rueda de prensa?

—La rueda de prensa en la que ofrecerá reparar los daños de los robosimios, para que podamos integrar los módulos de contención de energía del caos en la ciudad...

—Ohhh, esa rueda de prensa.

—Sí señor, esa rueda de prensa.

—Está bien, la haré en un momento, solo deja que vuelva a construir mi torre de cartas ¡Que hiciste que destruyera!

Con ese último reclamo Viceroy corta la llamada, sabía que su jefe se tardaría en aquello, y que también si no colgaba en ese momento le seguiría recriminando por haberlo interrumpido.

Por lo que, en vez de estar escuchando las quejas de su jefe, decidió seguir con el proyecto en sí, ajustando la forma de los módulos, así como los receptores y emisores. Eso lo estaba haciendo en el mismo escritorio en el que recolectó y analizo los datos de los robosimios, por lo que cuando ya tuvo algunos nuevos módulos, receptores y emisores decidió echarle un ojo al gran proyecto.

Estirándose de su asiento, se incorpora para ir al nuevo piso subterráneo; paso por el elevador que lo llevaría a ahí, y mientras el mismo bajaba se buscó tranquilizar, pues había una razón por la que no le gustaba entrar a esa área específica. Con el sonido del timbre de llegada, dio el último suspiro cuando las puertas se abrieron para ver cómo la luz verde se filtraba para dar cabida a una gran esfera de cristal que ocupaba la mayor parte de la habitación metálica, dónde un grupo de robosimios trabajaba, así como a un montón de vigilantes volando en el lugar, al igual que un gran grupo de pesadillas con forma humanoide, las cuales no se le podían ver los rasgos faciales o de algún tipo, por la forma en que el "alquitrán negro" y la "neblina" que cubrían sus cuerpos oscuros se movía entre aquellas entidades, pero que de un modo podían poner incomodo al científico cuando estas posaban su mirada en el mismo aun si no hubiera nada que indicara que lo observara, siendo solo cuerpos y nada más.

Podía ser obvio que la vista no era relativamente mala en general, ya que incluso se parecía mucho a como se veían la mayoría de los laboratorios y zonas de trabajo del complejo, con luces verdes brillantes que contrastaban con el metal que cubría las paredes, pero era la energía pesada que emanaba en la misma habitación lo que hacía que él moreno no se sintiera cómodo cuando trabajaba ahí, pero él sabía que no tenía muchas elecciones de lo que hacer, así que da un paso hacia adelante y prosigue a hacer trabajo.

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Hi, un capítulo nuevo llegó, y algunas cosas se revelan ¿Qué opinan? ¿Les gusto? ¿Cuál es el plan del Samurái con McFist? ¿Qué es la esfera gigante? y ¿Qué creen que ocurrirá después?

Pues gracias por leer, Con esto me despido.

Adiós XD